Sobrepeso infantil

La obesidad va camino de convertirse en la gran epidemia del siglo. Ya la población infantil no se salva de este problema de salud, dado que uno de cada cuatro […]
Print Friendly, PDF & Email

4 Votos obtenidos¡Vótame!

La obesidad va camino de convertirse en la gran epidemia del siglo. Ya la población infantil no se salva de este problema de salud, dado que uno de cada cuatro niños tiene sobrepeso.

–        No recurras a los dulces como recompensa, para aliviar su mal humor o contrarrestar su falta de apetito.

–        Potencia el consumo de platos únicos (estofados, paella, pasta, etc), acompañados de una ensalada variada.

–        Acostúmbrale a beber únicamente agua en las comidas ( ni leche, ni refrescos).

–        Coloca la fruta a la vista

–        Anímale a hacer ejercicio.

Limitar el picoteo fuera de las comidas (desayuno, almuerzo, comida, merienda y cena) En primer lugar, anímale a beber un poco de agua, la sed se confunde muy a menudo con el hambre, y después, engaña su apetito con unos bastoncillos de zanahoria o unas tortitas de arroz integral.

Otra pauta es reducir paulatinamente el tamaño de las raciones. En este sentido, te será de gran ayuda darle como entrante un vaso de caldo vegetal o una sopa clarita, platos que “llenan” y no engorda.

La Mahonesa, el Ketchup y las salsas con nata o con harina disparan las colorías de los platos. En su lugar, recurre a los sofritos que, siempre que se cocinen con poco aceite, resultan más ligeros. Las salsas de tomate envasadas engordan mas que las caseras porque se les añade azúcar y además, son ricas en sodio, lo que no conviene a los niños.

Compota de manzana.- para evitar los postres excesivamente azucarados, y alcanzar las cinco raciones de frutas y hortalizas que los expertos recomiendan tomar a diario, prepara dulces derivados de la fruta, como la compota de manzana (cocinada sin azúcar o con edulcorantes) la macedonia o las gelatinas caseras con fruta.

Hasta los cuatro años sólo deben consumir el azúcar que se encuentre de forma natural en la leche, los cereales, las hortalizas y la fruta

A partir de los cuatro años, pueden tomar hasta tres cucharadas de azúcar añadida, una más en el caso de los adolescentes. Limita la comida rápida, la bollería industrial y los refrescos, dado que “despiertan” en ellos un deseo desmesurado de azúcar.

En caso de sobrepeso, no conviene endulzar los alimentos con mas de dos cucharadas de azúcar diarias.

Cuidado con el azúcar que se oculta en algunos alimentos. Los yogures de fruta, por ejemplo, contienen el equivalente a 4 cucharadas de azúcar, el maiz enlatado el equivalente a dos cucharadas de azúcar y el Ketchup una cucharada.

La leche desnatada conserva el mismo aporte en proteinas y en calcio que la entera, pero al estar desprovista de la grasa, ve reducido su contenido en vitaminas A y D, que se disuelven en los lípidos. Si el pediatra ve adecuado el consumo de lácteos desnatados, intenta que éstos estén enriquecidos con vitamina D, dado que este nutriente ayuda a depositar el calcio en los huesos.

No se debe abusar de los refrescos light porque son más ligeros que sus equivalentes azucarados, que aportan las mismas calorías que diez cucharadas de azúcar, las bebidas gaseosas son saciantes e interfieren en la absorción de algunos nutrientes. La cola, sea dietética o no, disminuye el aprovechamiento del calcio.

El pan no hay que eliminarlo de la dieta. Ten en cuenta que no es el pan lo que engorda sino lo que se come con él. En cada comida ha de haber una representación de hidratos – pan, arroz, pasta, cereales…. – porque éste es el nutriente que necesitamos en mayores cantidades, intenta, eso si, moderar las cantidades y, si es un tragoncete, opta por las variedades integrales.

Las grasas no deben estar totalmente prohibidas porque son de suma importancia en el correcto desarrollo del niño. En principio bastará con limitar el consumo de grasas animales, embutidos, mantequilla, etc, sin abusar del resto.

Redacción: Maria Jesús Diezhandino

Sobre pandoramgzn