La fiebre en si misma es un mecanismo de defensa del organismo por medio del cual se aumenta la producción de ciertas sustancias que ayudan al cuerpo a luchar contra la infección; por eso no conviene eliminarla por completo, aunque si controlarla ya que a partir de 39 grados es peligrosa (comienza a fallar algunas funciones de diferentes órganos).
Cuando la fiebre se encuentra cerca de 39 grados centígrados se aconseja reducirla con procedimientos como frotar el cuerpo con una toalla mojada en agua fresca, baño de agua templada o envolver el cuerpo con una sábana húmeda.
La primera medida para combatir un resfriado y al mismo tiempo, bajar la fiebre es beber mucho líquido, de 6 a 8 vasos de agua, zumos de fruta (particularmente de uva, de naranja y de manzana) y jugos vegetales. Una infusión que te ayudará a impulsar tus defensas y a aumentar la sudoración, un mecanismo que automáticamente contribuye a reducir la temperatura corporal, es la que se prepara mezclando a partes iguales manzanilla, tomillo y flores de saúco. Emplea una cucharadita de esta combinación herbal por vaso de agua y toma una o dos tazas al día.
En estados febriles, tanto los niños como los adultos ven reducido su apetito, pero sin embargo, las necesidades energéticas aumentan.
Intenta dar alimentos nutritivos que sepas con certeza que gustan.
Para reponer los líquidos que se pierden a través de la sudoración, hay que beber agua, caldos, zumos, batidos, yogures líquidos, leche con cacao, etc. Los alimentos que se deben de tomar son aquellos que contienen azúcar ya sean sólidos o líquidos.
La infusión combinada de milenrama y flor de saúco ayudan a bajar la fiebre leve, sobre todo si proviene de una gripo o de un dolor de oídos.
No se debe dar friegas con alcohol o bañarlo en agua fría. Los mas indicado es introducir al niño en una bañera de agua algo caliente e ir añadiendo muy poco a poco agua fría hasta templarla.
EUCALIPTO.- También conocido como el árbol que cura la fiebre, es una de las armas mas eficaces que nos ofrece la naturaleza a la hora de combatir cualquier mal de invierno. Razones no le faltan: baja la fiebre, mejora la respiración, desinfecta las pareces de la garganta y calma la tos.
Los vahos de eucalipto despejan las vías respiratorias, obstruidas por la mucosidad. En una olla con agua hirviendo, verter tres o cuatro cucharadas de hojas de eucalipto. Retirar del fuego y respirar el vaho de agua que desprende el preparado, cubriéndose la cabeza con una toalla durante cinco minutos.
En caso de fiebre, mojar un pañuelo en agua, verter sobre él unas gotas de aceite esencial de eucalipto (venta en herbolarios) y aplicarlo sobre la frente.
POLEO MENTA: aparte de refrescar el aliento y asentar la digestión, el poleo menta ayuda a bajar la fiebre.
CEBOLLA Y MIEL: un remedio muy antiguo que se utiliza para bajar la fiebre, curar la tos y calmar el dolor de garganta es el que se obtiene asando en el horno una cebolla grande a 200 º durante unos 30 minutos. Después de triturarla con la batidora de mano, mezclar el jugo resultante con la misma cantidad de miel. Se aconseja tomar una o dos cucharadas de este jarabe cada hora un máximo de 7 veces al día.
FLOR DE SAÚCO: La infusión de flores de saúco, un árbol que también se conoce como el botiquín de la naturaleza, contribuye a bajar la fiebre, así como a descongestionar la nariz y disminuir la inflamación de las vías respiratorias, otra opción es chupar caramelos de flor de saúco de venta en farmacias.
Redacción: MJD
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