Quemaduras solares

Para bajar el enrojecimiento y la ligera inflamación de las quemaduras solares, sólo hace falta abrir la puerta de la nevera y coger el cartón de leche y un pepino […]
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Para bajar el enrojecimiento y la ligera inflamación de las quemaduras solares, sólo hace falta abrir la puerta de la nevera y coger el cartón de leche y un pepino pequeño. Con estos alimentos podrás preparar una loción de doble acción hidratante y refrescante que calma la sed de la piel. Pasa el pepino por la licuadora, mezcla el jugo obtenido con un vasito de leche y aplícalo sobre las zonas más castigadas por el sol. No peles el pepino, en la piel concentra la mayor parte de vitamina E, un regenerador cutáneo.

Las propiedades calmantes de la lechuga se emplean con muy buenos resultados a la hora de atenuar el intenso picor de la piel enrojecida por el sol. Pasa por la licuadora 3-4 hojas de lechuga (cuantos más verdes, mejor) o hiérvelas en el contenido de un vaso de agua durante 15 minutos y reserva hasta que se enfríe. En ambos casos, humedece un paño limpio en el preparado y colócalo sobre la piel.

Si por algo destaca el valioso gel de aloe vera es por su gran capacidadpara recuperar los tejidos dañados.  De ahí que se utilice como remedio específico para las quemaduras solares, para las rozaduras, las escoceduras de los bebés… Para ello corta una hoja carnosa de la base de la planta y extiende con una espátula el gel que exuda. Envuelve la cantidad sobrante con papel film transparente y guárdala en la nevera para una próxima aplicación. Si en algún momento te notas la piel tirante, no dudes en aplicar alguno de los remedios que te explicamos a continuación.

Con 200 gr de miel de lavanda y 100 ml de aceite de oliva o de almendras dulces harás una loción que protege las quemaduras de las infecciones al mismo tiempo que ayuda a acelerar su curación. Gracias a su elevado contenido en sustancias regeneradoras y antisépticas, esta receta natural actúa como un fabuloso antiinflamatorio y cicatrizante cutáneo. Resulta ideal en caso de quemaduras en la cara y el escote, puesto que evita que las lesiones cutáneas dejen huella. Hidrata la zona afectada con este remedio cada 6-8 horas.

Para ayudar a que la piel recupere el nivel óptimo de humedad, extiende dos veces al día una gruesa capa de una crema hidratante enriquecida con avena. Si la zona de piel más agredida comienza a pelarse, aplica sobre ella una cataplasma de avena, que se prepara mezclando una infusión concentrada de caléndula o de manzanilla (a razón de dos cucharadas de la planta por vaso de agua) con harina de avena.

Todas las quemaduras hay que mantenerlas muy limpias para evitar que las bacterias que anidan en la piel de zonas próximas puedan contaminarla y generar infecciones que producen grandes cicatrices.

 

Redacción: M.J.D.

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