Especial leyendas del deporte: Miguel Indurain

Esta semana finalizamos esta primera temporada del Especial leyendas del deporte con una figura que ha marcado la historia reciente del ciclismo en nuestro país y merece estar dentro de […]
Print Friendly, PDF & Email

2 Votos obtenidos¡Vótame!

Esta semana finalizamos esta primera temporada del Especial leyendas del deporte con una figura que ha marcado la historia reciente del ciclismo en nuestro país y merece estar dentro de este Especial en homenaje a todas esas estrellas del deporte que han marcado un antes y un después. No es otro que Miguel Indurain, considerado el mejor deportista español de la historia, el octavo mejor en la historia del Tour de Francia, según los responsables del mismo, y el mejor ciclista español de todos los tiempos.

Hoy, especialmente, tenemos que hacer un ejercicio de resumen con el palmarés de Indurain, ya que es tan extenso que nos ocuparía varias partes, pero vamos a intentar mostraros todos sus logros. ¡La contrarreloj comienza ya!

 

Inicios en el ciclismo

Miguel Indurain, nació en Villava, Navarra el 16 de julio de 1964. De familia humilde, su padre era agricultor. Éste le regalo su primera bici a los 10 años, una de segunda mano que le servía para recorrer los 20 kmque separan su pueblo del de su madre, Alzórriz. Pero se la robaron y su padre, para resarcirlo de ello, le regaló un año después otra, esta vez nueva y su primera bici de carreras reglada. Con ella, en 1975 terminó 2º en una carrera de alevines en Luquin y, la semana siguiente, obtuvo la primera victoria de su vida en Elizondo y dentro del  recién fundado Club Ciclista Villavés.

Su afición al deporte no dejaba de ser un simple hobbie hasta que sus padres decidieron mandarlo a estudiar a Pamplona con sus primos. Este cambio no gustó al joven Miguel y su forma de protestar, fue canalizando sus energías en el deporte. Probó con varios hasta que vio que destacaba en ciclismo.

En su primer año como alevin, en 1976, consiguió 13 victorias, incluyendo el Campeonato de Navarra. En los dos años siguientes, alcanzó 20 victorias en categoría infantil.

En 1981 subió a categoría juvenil, consiguiendo 5 victorias el primer año.

Entre los años 1982 y 1984, siguió cosechando pequeños triunfos que hicieron que los directores del equipo Reynolds (posteriormente, Banesto) se fijasen en él como una promesa emergente del ciclismo. Miguel, pasó en el año1982 a formar parte del equipo en la categoría de aficionado y dejó sus estudios para dedicarse a ello por entero.

Ganó, entre otros campeonatos, el Campeonato de Navarra y de España, confirmándose como promesa firme: era un buen sprinter, sin embargo, presentaba limitaciones en montaña. Esto último se convertiría en el gran reto de su carrera.

 

 

Ciclismo profesional: carrera hacia la gloria

Debutó en 1984 con el equipo Reynolds como profesional y las victorias siguieron en el terreno nacional hasta que, en 1985, se proclamó líder de la Vuelta a España durante 4 etapas pese a no terminar el recorrido total de la competición. Fue catalogado el ciclista más joven en portar el maillot amarillo enla Vuelta.

No tuvo tanta suerte en sus dos primeros Tours de Francia, pues no logró finalizarlos y tampoco obtuvo ningún puesto destacado.

No obstante, en esta etapa, también cosechó los primeros grandes éxitos como profesional haciéndose con la victoria en la clasificación de montaña al ganar dos contrarrelojes del Tour Porvenir; además de ganar la Vuelta Ciclista de Murcia.

 

Los directores de su equipo, al ver el gran potencial de Indurain, decidieron analizar sus posibilidades en la clínica del doctor Francesco Conconi (Universidad de Ferrara). Las primeras pruebas determinaron que tenía un potencial físico ilimitado y que para ser ganador de Grandes Vueltas por etapas, debía adelgazar y entrenar duro en montaña. Indurain se estuvo sometiendo a este tipo de pruebas hasta el año 1991.

Entre los años 1987 y 1990, su evolución como deportista fue poco a poco pero fructífera. Consiguió a los 22 años terminar su primer Tour de Francia, aunque seguía sin destacar.

Sin embargo, el esfuerzo por superar sus limitaciones, se vio recompensado ya que comenzó a imponerse en montaña y venció en el Gran Premio de Navarra, la Vuelta a Galícia, en la Semana Catalana, entre otros campeonatos.

En 1989 consiguió ganar su primera etapa en el Tour de Francia y fue confirmado como ciclista al más alto nivel en el equipo Banesto (anteriormente, Reynolds).

En 1990, consiguió por primera vez terminar la Vuelta  a España entre los 10 primeros y ese año acudió al Tour de Francia como gregario (ayudante) de Pedro delgado.

Miguel comenzaba a despuntar de verdad en esta competición y pronto surgió la polémica de si debía ser líder junto con Delgado del equipo, puesto que comenzaba a ganarle terreno a su compañero. Pero el equipo, aquella temporada, obligó a Miguel a sacrificar su triunfo en la 1º etapa en beneficio de Pedro Delgado. Aun así, fue el más fuerte en montaña (el reto estaba más que superado) quedó claro que la temporada siguiente, tenía que ser líder.

 

La gloria de los cinco Tours

La temporada de 1991 fue cuando comenzó realmente a vivir el momento más dulce de su carrera deportiva, cuando obtuvo la victoria de su primer Tour de Francia. El año siguiente, 1992, hizo doblete ganando el Giro de Italia y su segundo Tour. Proeza que repetiría en 1993 siendo el primer corredor de la historia en conseguir tal mérito.

En 1994 ganó el Tour de nuevo pero el Giro ya se le resistió y, en 1995, ganó el Tour por última vez.

Estos años de gloria deportiva le aportaron el reconocimiento tanto patrio como internacional, convirtiéndose en un héroe por sus proezas. Se decía que tenía un cuerpo superdotado, casi era considerado un super-hombre. Y no era para menos, ya que Miguel Indurain demostró y lo sigue haciendo, incluso años después de haberse retirado, que es posible alcanzar la gloria deportiva en un deporte muy manchado por la lacra del dopaje como es el ciclismo; sin haber caído en ello como otros tantos compañeros de profesión que han sido pillados o han confesado años después haberse dopado para ganar muchas de sus competiciones.

En el año 1996, se rompió su racha ganadora en el Tour pese a ser el favorito. En la primera etapa de montaña, Miguel sufrió un desfallecimiento en los últimos 4 km que lo alejaron del resto de los favoritos. El danés Riis le superó, en un Tour marcado por el homenaje que le hicieron a Indurain al meter en el recorrido de una de las etapas, su pueblo natal Villava. El ciclista declaró posteriormente:

“Sin quitarle valor a lo que hizo Riis, más que ganarme, siento que fui yo quien perdió el Tour”. Once años más tarde, el propio Riis confesaría haberse dopado para conseguir esto.

Sin embargo, no todo fue amargo aquella temporada: Indurain participó en los JJOO de Atlanta 96 y obtuvo la medalla de oro en contrarreloj. Dando, sin saberlo en aquellos momentos, un broche de oro final a su carrera.

 

Ruptura con el equipo y retirada

Miguel estaba descontento con el equipo por las presiones que ejercían sobre él, sintiéndose sobreexplotado. Finalmente, decidió romper sus relaciones con los directivos de Banesto y estuvo negociando con el equipo Once, pero no llegaron a buen puerto las conversaciones y, decidió así, dar por terminada su carrera como ciclista.

Como él mismo admitió en el comunicado que hizo público, no tenía pensado retirarse tan pronto puesto que se sentía con fuerzas y con la suficiente energía física como para seguir compitiendo y ganando. Además, no quería retirarse habiendo perdido el último Tour, aquello le dejaba un sabor agridulce. Sin embargo, terminó aceptando que el hecho de ganar la medalla de oro en Atlanta, era un final para su carrera muy bonito.

Y sintió que era el momento para dedicarse por completo a su familia.

 

Indurain tras la retirada

Entre otros numerosos premios, posee el Premio Príncipe de Asturias del Deporte.

En su pueblo natal, Villava, da nombre a una plaza y a un polideportivo, además de tener una escultura en su honor.

Su nombre se ve también reflejado en el Trofeo Comunidad Foral de Navarra y posee los siguientes cargos institucionales:

―Miembro del jurado de los Premios Príncipe de Asturias.

―Miembro del Comité Olímpico Español (C.O.E.).

―Presidente honorario de la Fundación Miguel Indurain de apoyo al deporte en Navarra.

―Miembro del Consejo de Ciclismo Profesional.

―Miembro del jurado de los Premios Laureus.

 

Actualmente compagina su vida familiar con estos cargos, charlas, actos culturales y la grabación de spots publicitarios.

Un deportista admirado por todos como tal y como persona. Respetado por sus compañeros y rivales por su diplomacia, permitiendo ganar etapas a muchos rivales. Un ejemplo de compañerismo y generosidad.

Un hombre que marcó un antes y un después en el deporte español y que consiguió escribir una página dorada en la historia del ciclismo en nuestro país, demostrando que era posible ganar sin doparse. Los casos de dopaje más sonados en el ciclismo, se han dado posteriormente a Indurain, pero muchos de los que han salido a la luz son de su época; viéndose, el alto grado de competitividad que surgió con sus éxitos.

Indurain fue un “super-hombre” y todavía no le ha igualado nadie que no haya sido salpicado por un escándalo de dopaje.

Así que, desde Pandora, aplaudimos a este grande del ciclismo y con él damos también por finalizada la primera temporada del Especial Leyendas del deporte. Un broche de oro para un recorrido entre deportistas-actores míticos como Bruce Lee o Johnny Weismüller; hemos nadado con Teresa Perales (la sirena sonriente) y nos hemos deslizado por el hielo junto a la “mejor pareja de la historia”, Serguéi Grinkov y Ekaterina Gordeeva.

Volveremos con más leyendas más adelante, y recordad que aceptamos sugerencias. Si queréis que hablemos de algún deportista que consideréis digno de entrar en el  próximo Especial, no dudéis en mandarnos un correo a deportes@pandora-magazine.com

¡Feliz semana!

 

 

 Redacción: Lydia Alfaro

Sobre pandoramgzn