Este lunes dio comienzo el juicio de la llamada Operación Puerto, la red de dopaje que fue desarticulada en 2006 y que implica a ex directivos de equipos de ciclismo, tiene numerosos testigos, entre los que se cuenta a Alberto Contador y que tiene como principal imputado al médico Eufemiano Fuentes.
Pero vamos a hacer un ejercicio de memoria acerca de este polémico caso y os diremos quien es quien en esta trama.
Desarticulación en el año 2006
La investigación se inició en febrero del 2006 y en mayo dieron comienzo los registros en los domicilios de los presuntos responsables de esta red de dopaje. La Guardia Civil incautó grabaciones de vídeo y teléfonos móviles con mucha información acerca de la identidad de los clientes; todos ellos, deportistas de élite de distintas disciplinas: boxeo, fútbol, ciclismo, tenis y atletismo. Pero cuando se elaboró el informe del caso, sólo se identificó a 58 clientes, todos ellos ciclistas.
La identidad del resto de clientes se desconoce a día de hoy, incluidos los deportistas no ciclistas.
En el registro a Eufemiano Fuentes, el médico que trabajaba para la Federación Española de Atletismo y para los equipos ciclistas Kelme y ONCE, se decomisaron planes de dopaje detallados y personalizados para sus clientes deportistas y un total de 185 bolsas de sangre y 39 de plasma para autotransfusiones. Además, se encontraron anabolizantes, esteroides, corticoides y distintas hormonas.
Fuentes, que ya había estado implicado en la Operación Galgo, fue detenido e imputado como máximo responsable de la trama.
Asímismo, se imputó a Manolo Saiz, ex director deportivo de la ONCE y del Liberty. Se le detuvo pero fue puesto en libertad más tarde.
También figuran como imputados: José Ignacio Labarta, uno de los directores deportivos del Kelme Comunitat Valenciana que dirigía los entrenamientos con ciclistas y tenía una estrecha relación con E. Fuentes. Vicente Belda, ex director del Kelme. El juez llegó a sobreseer la causa en su contra pero la Audiencia Provincial de Madrid lo volvió a incluir tras los recursos presentados por la Agencia Mundial Antidopaje, la Unión Ciclista Internacional, el Comité Olímpico Italiano y la Federación Española de Ciclismo. Por último, figura también como imputada, Yolanda Fuentes, hermana del primero y ex directora médica del Kelme.
Polémico proceso tras los registros policiales
Como anteriormente hemos descrito, en los registros iniciales, se encontraron grabaciones de vídeo y teléfonos móviles con mucha información acerca de la identidad de los receptores en esta red de dopaje. Los llamados clientes, deportistas de élite que podían ver la posibilidad de que sus identidades saliesen a la luz. Sólo 58 fueron identificados y todos ellos, ciclistas.
El juez Serrano, en su momento, no autorizó a los investigadores a analizar el contenido de los dos ordenadores y los diez teléfonos móviles incautados. Tampoco se realizó un seguimiento a las cuentas de Eufemiano Fuentes, que cobraba en metálico y por transferencia bancaria a su cuenta de Suiza. Una pista que podría haber revelado más identidades de clientes.
El juez Serrano explicó que había basado su imposición en que el dopaje no era delito en España y que dichas vías de investigación eran irrelevantes para dilucidar si había un delito contra la salud pública.
Por ello, los clientes, sólo son llamados a declarar en el juicio en calidad de testigos. Los únicos imputados son los cinco presuntos responsables de la red por un delito contra la salud pública.
Juicio de la Operación Puerto
El pasado lunes 28 de enero de 2013, dio comienzo el juicio en la sala número 21 del juzgado de lo Penal de Madrid y el proceso terminará el 22 de marzo.
Cinco imputados, además de una treintena de testigos y péritos.
En la primera sesión, se dio lugar a la exposición de cuestiones previas por parte de los abogados de ambas partes. Se realizó a puerta cerrada por decisión de la juez Julia Patricia Santamaria.
El martes, llegó el momento más esperado: la declaración “estrella” de Eufemiano Fuentes, que se enfrenta; junto con los demás imputados, a una pena de dos años de prisión e inhabilitación. Fuentes declaró que “trataba individualmente a tenistas, boxeadores, futbolistas y atletas, además de ciclistas.”
Durante más de tres horas y media, estuvo respondiendo al interrogatorio del fiscal. Habló de la ausencia de peligros de su método de trabajo y explicó que las autotransfusiones de sangre se realizaban para cuidar el hematocrito (nivel de glóbulos rojos en sangre) y la salud de los deportistas.
En su declaración, se dibujó como un alma caritativa que sólo velaba por la salud de sus pacientes. Dijo no saber nada de los positivos en dopaje que se le atribuyen y negó que organizase la preparación de los equipos ciclistas Liberty y Kelme (ahora, Comunitat Valenciana).
En un momento de su intervención, descargó la culpa en José Luis Merino Batres, su socio “desde hace veintitrés años” y ausente en el juicio por padecer Alzheimer.
Por último, se negó a responder a las preguntas de las acusaciones particulares.
Los testigos
Este viernes comenzarán a comparecer los testigos entre los que se encuentran figuras conocidas como: el ciclista Alberto Contador que, supuestamente, aparece en los papeles de Fuentes con las siglas “A. C.”. El médico asegura no conocerle.
Jesús Manzano, que fue el primero en denunciar el dopaje en Kelme. Señaló a Fuentes como líder de la trama. Darío Gadeo, que ratificó las revelaciones de Manzano.
Jorg Jaksche, ex ciclista alemán del Liberty que asegura que fue cliente de Fuentes. También, Iván Basso, doble vencedor del Giro de Italia (2006 y 2010) e identificado como cliente de Fuentes.
Más supuesto clientes que declararán son: Marcos Serrano (ciclista de Liberty), Agel Vicioso (ciclista de Katusha), Isidro Nozal (ciclista de la ONCE y Liberty), Joseba Baloki y Michele Scarponi.
Veremos como se resuelve este caso que deja muy mal sabor de boca a los amantes del deporte. Esperemos que la justicia haga su cometido y que no se repitan tramas de este tipo. Tenemos que abogar por un deporte limpio y justo para con todos aquellos profesionales que juegan limpio y no merecen que sus disciplinas se vean manchadas por culpa de la ambición de unos pocos que no merecen llamarse deportistas.
Redacción: Lydia Alfaro
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