» – No sé cómo despedirme, no encuentro palabras.
– No son necesarias» de Vacaciones en Roma
**¡¡Atención!! Este artículo contiene spoilers**
Como lo oís, ya hace 60 años (1953) que Audrey y Peck nos deleitaban con esta maravillosa película que tenía lugar en las callejuelas empedradas de Roma. Seguramente Cary Grant, al que en un principio se le ofreció el papel principal, se haya arrepentido toda su vida de esa decisión. Fue toda una innovación en cuanto a rodaje en exteriores, ya que su director, William Wyler, quiso que se rodara en las verdaderas calles de Roma, y no en decorados de estudios de cine. Una joven Audrey comenzó a destacar en el panorama artístico a partir de esta película. Y es que no era para menos.
La historia comienza con la visita oficial de Anna (Audrey Hepburn), la princesa de un país europeo, a la ciudad de Roma. Una noche, drogada por su médico para intentar que descansara, se adentra en la ciudad vestida con ropa de calle y de incógnito. Joe (Gregory Peck), periodista, la encuentra y la permite a regañadientes quedarse a pasar la noche en su casa para evitar que la detengan por dormir en la calle. Pero a la mañana siguiente Joe se da cuenta de quién es su invitada en realidad y elabora un plan con un amigo suyo fotógrafo para conseguir la «entrevista» del siglo, sin pensar en las posibles consecuencias de pasar un día entero con esta joven, alegre y bella princesa.
Puede que sea por la ambientación en esa ciudad eterna, o por los actores, o por esa historia de querer y no poder que se cuenta en ella, pero lo que es cierto es que es una de las películas eternas que hay en la historia del cine. Es atemporal completamente, y generación tras generación la rinden culto. Puede que este año sea un buen momento para volver a disfrutarla. Porque aun después de verla cientos de veces, sigo esperando que Audrey se dé la vuelta y vaya corriendo hacia Peck. O que Peck desoiga la orden de no moverse del coche y corra hacia ella. Y seguiré esperando a que alguien algún día se dé cuenta de todos los errores que cometemos respaldándonos en los deberes para con los demás. En la época en la que vivimos nos estamos dando cuenta más que nunca en lo importante que es vivir el día a día, ya que no sabes lo que te espera la semana siguiente. Nunca sabremos lo que habría pasado si se hubieran arriesgado ellos dos. Pero volveré a verla, a ver si la próxima vez cambia el final…
Redacción: Beatriz Ibán Diezhandino
Vacaciones en Roma… preciosa película 🙂 Audrey está fabulosa como siempre y Gregory Peck (que me fascina desde siempre) inigualable. La he visto varias veces y yo también ansío lo que nunca va a suceder: que Audrey mande al carajo sus deberes y se vaya con Peck… qué romanticonas que somos.
La escena de la moto es mítica… 😀
Besos!!!