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“Star Trek III: En busca de Spock” (1984)
El arrollador éxito de “Star Trek II: la ira de Khan” fue tal que 48 horas después del estreno se dio luz verde a la continuación.
Como ya he dicho, se dejaron las bases para un posible regreso de Spock, pero ahora había que llevarlo a cabo.
Se contactó con Nicholas Meyer, pero este estaba deseando contar la historia de “El día después” (1983) y no quería contar una historia que no sentía, así que dejó escapar la oportunidad. Cuando a Leonard Nimoy se le preguntó que qué haría falta para que volviera, lo tuvo claro: dirigir la nueva entrega de la saga. La sorpresa es que el estudio dijo que sí. Luego se complicaría la cosa, ya que Michael Eisner, jefazo gordo de Paramount, pensaba que Nimoy había exigido por contrato la muerte de Spock en el film anterior y no quería una persona que quisiera hundir su serie. Rápidamente se demostró que aquello no era cierto y Nimoy comenzó a rodar la película, pero esta vez fueron sus compañeros de reparto los que se lo hicieron difícil, ya que, como era neófito en la dirección, se empeñaban en poner en duda todo aquello que pedía.
En esta tercera aventura nos encontramos a Doctor McCoy poseído por los recuerdos de Spock, ya que estos pasan a la persona más cercana antes de su muerte y así llevarlos hasta Vulcano para memoria colectiva y por otro lado a David Kirk y Saavik investigando irregularidades en el planeta donde fue lanzado el “Génesis” y allí se encuentran que no sólo han hecho revivir al planeta, sino también el fallecido cuerpo de Spock. Y todo ello con la amenaza de los Klingons, que quieren el Génesis. El viejo Enterprise es secuestrado por su tripulación para salvar a Spock y vuelve a producirse un sacrificio, que es la destrucción del Enterprise. Sin embargo esto no fue tan traumático como la muerte de Spock.
Aunque se hizo un gran esfuerzo por darle coherencia a esta descabellada trama, en todo momento te das cuenta que es un apaño para “Solucionar” el sacrificio anterior. Tampoco la inexperiencia de Nimoy ayudó mucho, ya que hay momentos pretendidamente dramáticos que carecen de sentimiento, como la muerte del hijo de Kirk, que resulta totalmente estúpida. Eso sí, se agradece el esfuerzo de Nimoy no dejando que la historia caiga en el ridículo más espantoso -que bordea en todo momento- y consigue salir con un aprobado justo.
Se dice que la películas impares de Star Trek son las malas y la pares las buenas. Esta entra dentro de las malas, por lo dicho, trama descabellada y falta de nervio en la dirección. Pero vamos a mencionar lo positivo subrayando el buen trabajo en la banda sonora, ya que James Horner completa el gran díptico musical que le puso en un plano destacado en Hollywood y por otro lado tenemos la muy buena labor interpretativa de los secundarios James Sikking, de “Canción triste de Hill Street” (1981/87), John Larroquette de “Juzgado de Guardia” (1987/92) y sobre todo Christopher Lloyd, el famoso “Doc” Emmet Brown de “Regreso al futuro”, actores totalmente encasillados en sus papeles que demuestran ser unos grandes intérpretes haciendo justo lo contrario a lo que les hizo conocidos.
Como película se queda con un 5 y para los fans, también con un 5.
Reparto: William Shatner (Capitán James Tiberius Kirk), DeForest Kelley (Dr. Leonard “Bones” McCoy), Nichelle Nicols (Uhura), James Doohan (Montgomery Scott “Scotty”), George Takei (Ikkaru Sulu), Walter Koening (Pavel Chekov), Robin Curtis (Saavik), Christoher Lloyd (Kruge), John Larroquette (Maltz), James Sikking (Capitán Styles)
Director: Leonard Nimoy
Guionista: Gene Roddenberry (personajes originales) y Harve Bennet
Productor: Harve Bennet
Música: James Horner
Presupuesto: 18 millones de dólares/ 42 millones ajustados a inflación en 2013
Taquilla: 76 millones de dólares en EEUU y 87 en todo el mundo/ 179 y 205 ajustados a 2013
“Star Trek IV. Misión: salvar la tierra” (1986)
Aquí hay que hacer una recapitulación. En las dos películas anteriores hemos pasado por la caída en desgracia de la tripulación del Enterprise. Primero hemos visto cómo moría Spock y posteriormente el capitán Kirk destruye el Enterprise. No sólo en estos dos episodios el sacrificio final se ha visto, sino que en el primer capítulo Will Deker también se sacrifica.
Este sacrificio se había convertido en la fórmula habitual de la serie. Por otro lado el secuestro y destrucción de una nave pone en un serio aprieto a los cada vez más maduros héroes.
Tras el buen funcionamiento económico de la anterior entrega estaba claro que habría que continuar, pero había que buscar una gran acción para redimir los hechos del capítulo anterior.
Nimoy había defendido bien su labor como director, así que no se dudó en volver a contratarle nuevamente en su doble faceta frente y tras las cámaras.
Se decidió cerrar todos los frentes abiertos en las películas anteriores y se decidió que esta aventura, tras el dramatismo de las anteriores, tendría un tono de comedia no ajeno a la saga, ya que dentro de la misma serie original había episodios realmente divertidos, como era el caso del dedicado a los Tribbles.
La descartada idea en las películas anteriores del viaje temporal, sería en este caso la opción elegida. Nimoy encontró la forma de resolverlo todo, hacer una película ecologista y además hacer un divertido capítulo. Se volvió a contactar con Nicholas Meyer, que ya trató el tema del viaje temporal en “Los viajeros del tiempo” y entre él y Nimoy firmaron un guión que supondría un hito en la saga.
Kirk y compañía han de volver a la tierra para hacer frente a los actos del capítulo anterior.
Mientras están de vuelta una sonda se dirige a la tierra destruyendo todo a su paso. Volvemos así a la idea ya vista en la primera película, y no sería la última vez que la veríamos.
Se descubre que esta sonda quiere contactar con las ballenas, animal totalmente extinto en el siglo XXIII, por lo que nuestros héroes deben viajar en el tiempo hasta una época donde estos animales vivan y llevarles al futuro.
Conviven aquí el Star Trek clásico, en el que una amenaza inminente va a destruir la tierra, con una comedia de corte fantástico del tipo “Regreso al futuro” que, curiosamente, se estrenó pocos meses antes. La comedia surge al llevar a gente -y un alienígena- altamente tecnificada al remoto año 1986 donde se encuentran totalmente perdidos. Es la misma idea de la comentada “Regreso al futuro” aunque si bien la excusa argumental es diferente.
Finalmente, tras salvar a la tierra haciendo que las ballenas, ya en el siglo XXIII, contacten con la sonda que ya no se plantea destruir la tierra, toda la tripulación es perdonada menos Kirk, que es degradado a Capitán, para su felicidad. No sólo eso, sino que además le dan un Enterprise nuevo. Todo se cierra felizmente.
Nimoy esta vez apenas tuvo problemas para sacar adelante su trabajo, ya que con su trabajo anterior se había ganado ya el respeto de sus compañeros. Es más, tras esta película se le ofrecieron grandes producciones para dirigir, como era el caso de “Arma letal” (1987).
Sin embargo sí que surgió una gran discrepancia, ya que el productor Harve Bennet quería subtitular la conversación de las ballenas con la sonda, mientras que Nimoy consideraba una barbaridad ya que hacer que animales hablasen le parecía más Disney que real. Esto hizo que la amistad entre ambos se resintiese.
Una curiosidad. En España la saga Star Trek nunca ha tenido éxito, así que la productora eliminó el título de la saga estrenándola como “Misión: salvar la tierra”.
Como película es totalmente intrascendente, pero Nimoy demuestra un gran talento para la comedia y su mensaje ecologista elevan la propuesta.
Para mi es 6’5 como película y para los fans es un 7’5.
Reparto: William Shatner (Capitán James Tiberius Kirk), Leonard Nimoy (Spock), DeForest Kelley (Dr. Leonard “Bones” McCoy), Nichelle Nicols (Uhura), James Doohan (Montgomery Scott “Scotty”), George Takei (Ikkaru Sulu), Walter Koening (Pavel Chekov), Robin Curtis (Saavik), Catherine Hicks (Dra. Gillian)
Director: Leonard Nimoy
Guionista: Gene Roddenberry (personajes originales), Harve Bennet, Nicholas Meyer, Leonard Nimoy
Productor: Harve Bennet
Música: Leonard Rosenman
Presupuesto: 24 millones de dólares/ 51 millones ajustados a inflación en 2013
Taquilla: 109 millones de dólares en EEUU y 133 en todo el mundo/ 232 y 283 ajustados a 2013
“Star Trek V: la última frontera” (1989)
El film anterior tuvo un éxito apoteósico. Es a día de hoy el título de mayor éxito de la saga. Esto hizo que el presupuesto de la quinta aventura fuese mayor que el del primer capítulo.
Por otro lado la intrascendencia del viaje al pasado hizo que los productores se plantearan hacer un capítulo más denso. Shatner vió un programa de telepredicadores en la que estos afirmaban, ridículamente, que Dios hablaba a través de ellos. Lo que le sorprendió fue el gran éxito del programa y tuvo la idea de un ser que dice que Dios habla por su boca y necesita al Enterprise para llagar hasta él. Esta idea se aproxima a la de Roddenberry en la que el hombre iba en busca de Dios, como episodio piloto de la fallida “Phase II”. Se contactó con Sean Connery para hacer el papel del telepredicador espacial que, finalmente, resulta ser hermano de Spock, pero prefirió irse a rodar con Spielberg “Indiana Jones y la última cruzada” (1989).
El rifi-rafe entre Bennet y Nimoy y cierta envidia por parte de Shatner por ver cómo Nimoy dirigía con éxito dos capítulos de la saga hicieron que el intérprete de Kirk fuera el director elegido para esta quinta entrega.
Desde un principio hubo una gran cantidad de problemas. La idea sufrió multitud de cambios ya que era una idea peliaguda tocar el tema de Dios en la saga galáctica. Finalmente se decidió que ese Dios fuera un extraterrestre que busca salir de un planeta del que no puede huir, pero ninguno de los actores principales parecía ver su participación en la historia relevante. Se fue limando la idea hasta llegar a un término medio que se quedó en tierra de nadie.
Esta película sufre de alguno de los problemas de la primera película multiplicados, que es la intención de tratar demasiados temas y demasiado profundos, como el hecho de que McCoy llegara a la eutanasia para librar a su padre de una dolorosa muerte. Aunque Shatner es efectivo, no tiene la pericia de Robert Wise y no llega más allá del desnortado guión.
Todos los personajes tienen su momento de gloria. Al fin entramos en la intimidad de todos los personajes, pero se queda en un la superficie, necesitaríamos 2 horas de película para cada personaje, pero si ya se nos hacía larga la película, de esta manera se hubiera hecho eterna.
Aunque las primeras críticas eran positivas el público no vio con buenos ojos esta aventura y se convirtió en el primer gran fracaso de la saga.
Como película es un 4’5. Para los fans un 4.
Reparto: William Shatner (Capitán James Tiberius Kirk), Leonard Nimoy (Spock), DeForest Kelley (Dr. Leonard “Bones” McCoy), Nichelle Nicols (Uhura), James Doohan (Montgomery Scott “Scotty”), George Takei (Ikkaru Sulu), Walter Koening (Pavel Chekov), David Warner (St. John Talbot), Laurence Luckinbill (Sybok)
Director: William Shatner
Guionista: Gene Roddenberry (personajes originales), William Shtaner, Harve Bennet
Productor: Harve Bennet
Música: Jerry Goldsmith
Presupuesto: 30 millones de dólares/ 59 millones ajustados a inflación en 2013
Taquilla: 52 millones de dólares en EEUU y 70 en todo el mundo/ 103 y 139 ajustados a 2013
“Star Trek VI: Aquel país desconocido” (1991)
El fracaso de la aventura religiosa hizo saltar las alarmas. ¿Por dónde debería ir el capítulo siguiente? ¿Estaba demasiado vieja la tripulación? ¿Debía ser el quinto capítulo el último?
Con el éxito de la “Star Trek: la nueva generación” y con el 25 aniversario presente, esta última pregunta estaba descartada.
Se planteó volver a una vieja idea de Roddenberry, la de contar sus años de academia, pero por otro lado se quería dar un final digno a los tripulación original.
Al final se optó por coger los elementos de los capítulos de mayor éxito y se contrató a Nicholas Meyer para escribir, conjuntamente con Nimoy, y dirigir.
Como ya dije cuando hablaba de la serie, una de las razones de su éxito era tratar los temas de la actualidad dentro de la ciencia-ficción, y eso es lo que hicieron.
Tomando como base de partida la caída del muro de Berlín, se nos cuenta cómo el imperio Klingon sufre una gran pérdida y tiene los días contados. Surge entonces un Gorvachov klingon, el canciller Gorkon, dispuesto a que todo fuera lo menos traumático posible, pero una conspiración intergaláctica lleva al magnicidio de Gorkon por lo que Kirk y McCoy son acusados del asesinato siendo juzgado por un tribunal klingon y deportados a la Siberia Klingon.
Para mí es uno de los mejores guiones de la saga, donde hay cabida para todo, con tensión, humor y con una intriga bien llevada y uno de los más inteligentes y mejor estructurado. Como decía en “La ira de Khan” Meyer es un gran guionista y se limita a ilustrar. Afortunadamente, estamos frente a un gran guión.
Señalar las interpretaciones superlativas de David Warner -quien volvía a aparecer después de la quinta entrega con un rol totalmente diferente- como el canciller Gorkon, Kim Cattral como Valeriis, una vulcaniana conspiradora y sobre todo Christopher Plumer, que está inconmensurable como el diabólico general Chang.
Tras esta aventura el Enterprise y su tripulación se jubilan, y por tripulación también me refiero a Gene Roddenberry, que falleció 48 horas antes del estreno del film.
Como dato curioso decir que Kim Cattral fue elegida en 1982 como la vulcaniana Saavick, pero declinó en favor de Kirstie Alley en “La ira de Khan” y Robin Curtis en “En busca de Spock” y “Misión: salvar la tierra”. En principio iba a reaparecer Saavik, pero finalmente, como Curtis no estaba disponible y el personaje de la vulcana principiante tenía un papel dudoso, se cambió por Valeriis, quien al final fue interpretado por Cattral.
Hay que decir que Cattral siempre fue propensa a posar desnuda, y convocó una sesión de fotos ligera de ropa en el puente del Enterprise, lo cual no sentó nada bien a Leonard Nimoy.
Otro dato curioso es que aparece brevemente Christian Slater entre sombras, porque era un gran seguidor de la serie.
Y otro dato es que aparece el abuelo del Teniente Worf de “La nueva Generación”, como abogado de Kirk y McCoy, interpretado por el mismo actor.
Como película para mí es un 7’5, para los fans sin embargo hay cosas que les chirrían, como que Uhura no habla Klingon sin traductor, pero es un gran film, por lo tanto un 8.
Reparto: William Shatner (Capitán James Tiberius Kirk), Leonard Nimoy (Spock), DeForest Kelley (Dr. Leonard “Bones” McCoy), Nichelle Nicols (Uhura), James Doohan (Montgomery Scott “Scotty”), George Takei (Ikkaru Sulu), Walter Koening (Pavel Chekov), David Warner (Canciller Gorkon), Christopher Plummer (Chang), Kim Cattral (Teniente Valeriis)
Director: Nicholas Meyer
Guionista: Gene Roddenberry (personajes originales) Harve Bennet, Nicholas Meyer, Leonard Nimoy
Productor: Harve Bennet
Música: Cliff Eidelman
Presupuesto: 27 millones de dólares/ 44 millones ajustados a inflación en 2013
Taquilla: 74 millones de dólares en EEUU y 96 en todo el mundo/ 122 y 158 ajustados a 2013
Redacción: Juan Pablo Pérez Padial
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