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Título: Las dos caras de enero (The Two Faces Of January)
Director: Hossein Amini
Guión: Hossein Amini (Novela: Patricia Highsmith)
Reparto: Viggo Mortensen, Oscar Isaac, Kirsten Dunst, David Warshofsky, Daisy Bevan, Aleifer Prometheus, Yigit Özsener, Nikos Mavrakis, Socrates Alafouzos, Ozan Tas
Duración: 96 minutos
Año: 2014
País: EE.UU.
Música: Alberto Iglesias
Fotografía: Marcel Zyskind
Género: Thriller
Productora: Co-producción Reino Unido-EEUU-Francia; Timnick Films / StudioCanal / Working Title Films
Distribuidora: Universal Pictures
Adaptar una novela de Patricia Highsmith es siempre un caramelo difícil de rechazar para cualquier guionista o director de cine. Personajes que deambulan entre la fina línea que separa el bien del mal y donde la mentira es su medio para sobrevivir son los rasgos que describen la obra de esta escritora estadounidense y su principal reclamo y atención.
¿Qué pasaría si un timador y su mujer por una desafortunada muerte tuvieran que poner sus vidas a cargo de otro timador y entre ellos se creara un triángulo amoroso?
Ésta es la interesante premisa de “Las dos caras de enero”, la última adaptación que se ha hecho de una novela de Highsmith, y el resultado no es para nada satisfactorio viniendo de una historia y unos personajes tan potentes como los que propone en su inicio.
Esta película es la puesta de largo de Hossein Amini como director y a la hora de afrontar este proyecto ha tomado como clara referencia el cine del difunto Anthony Minghella, y más concretamente “El talento de Mr. Ripley”, otra obra surgida también de la mente de Highsmith. Todo lo que rodea este proyecto a nivel visual recuerda al director británico, con una clara intención de enfatizar paisajes costumbristas, donde la fotografía es fundamental para mostrar hermosos lugares inundados de luz cálida, y el uso de unos primeros planos muy elaborados que intentan en todo momento maximizar los sentimientos de los personajes. Amini para ser su primer largo como director consigue un resultado, que sin ser brillante ni innovador, es muy solvente.
El gran problema del film viene de otro aspecto donde Amini no es novato: el guión. Cuando se plantea una historia con unos personajes complejos y con un trasfondo profundo se ha de tener mucho cuidado a la hora de desarrollar las personalidades y el devenir de éstos, ya que sino el espectador tiene la sensación de que todos los acontecimientos suceden de forma demasiado artificial y repentina, creando un guión tosco y poco fluido.
La mayoría de cambios que sufren los personajes principales no vienen precedidos de algún acontecimiento relevante para causar una variación tan repentina de la situación que les rodea y esto, aunque los actores estén muy correctos, destacando el duelo entre Viggo Mortensen y Oscar Isaac, les pasa factura también a nivel interpretativo.
Es una película con una premisa inicial muy interesante pero los fallos de guión pesan demasiado a la hora de desarrollar todos los acontecimientos que suceden en él, dando como resultado una película que aparenta más de lo que es.
Crítica: Nacho Lapuente Calzón
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