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Hace unos días asistimos al preestreno en Madrid de la nueva película de Samuel Gutiérrez Álvarez, financiada por medios privados mediante crowdfunding, y en la que destaca sobre todo una producción perfecta y unos medios de calidad. La película, que fue proyectada en los cines Palafox de Madrid, vino acompañada de un Photocall en el que posó todo el equipo, tanto los actores como técnicos, y por supuesto, los protagonistas y su director. Y posteriormente de una entrevista al autor de dicha cinta.
El filme, finalmente proyectada a las diez y media de la noche, consiguió llenar la sala con aforo de 700 personas, y fue un espectáculo en la que no faltaron los comentarios en directo de los asistentes, y en general un aluvión en directo de las emociones que despertaba la sangre de Wendy.
La cinta está dividida en dos capítulos; el primero, que narra la historia de Yoni (Javier Pereira, ganador de un Goya), y el segundo, que cuenta de la de Cristina (Silvia Vacas). Con dos historias muy diferenciadas entre sí pero con el nexo común de sus protagonistas, ya que se van a casar, la película comienza con Yoni y su amigo Pablo (Darío Frías) conduciendo con un coche de carreras por un paraje desértico. Pero pronto se dan cuenta de que algo va mal al sucederles una y otra vez lo mismo, y es entonces cuando empiezan a ser perseguidos por un misterioso coche negro…
En el segundo capítulo, Cristina y sus amigas van a celebrar su despedida de soltera en un hotel abandonado, pero pronto la situación se enturbia y comienzan a suceder hechos extraños…
La película, dentro del género de cine B y Grindhouse, nos muestra la visión de estos de una forma clarísima. Mezclando humor, chistes y algo de terror en su sentido más gore la obra nos muestra la frescura de una obra novel por parte del director y también por parte del elenco de actores, muy variopinto, pero con un casting excepcional que logra aunar la experiencia plena de unos con actores nuevos pero a la altura de las circunstancias.
Impecablemente divertida es la actuación de Darío Frías, graciosísimo como amigo cómplice de tropelías de su compañero, aunque también destacan muy favorablemente Irene Rubio dentro de su papel de mala malísima. Por supuesto, Manuel de Blas y Pablo Viña, dentro de sus papeles y como actores consagrados dan un buen espectáculo a la altura de sus interpretaciones.
Muy divertida también encontramos aunque breve a Cova de Alfonso, que aunque hace una aparición corta alaga al público con esa maldad que tan bien sabe transmitir, y por cierto de la que podremos disfrutar en un futuro próximo de la mano de Cesar del Álamo, en su nueva película, “La mujer que hablaba con los muertos”, al hilo de este género.
En este sentido, una mezcla muy conseguida respecto a casting y atrayente al público.
Otro de los elementos originales de “La sangre de Wendy” es el montaje tanto de imagen como de sonido, ya que ambos acaban en la mayoría de escenas de una manera abrupta pero no azarosa, se nota con ello un punto de diferenciación por parte del director de lo academicista y sirve al espectador para transportarse a una historia joven y con cortes, tal y como es el propio guión, adaptándose a lo que la historia se refiere.
El final, sorprendente como esta clase de cine acostumbra, no obstante cosecha dudas al espectador, siendo muy complicado y distinto del nudo, lo que choca con el argumento sencillo de la obra, no obstante, un final a la altura de la película.
Si este es tu género no dudes en verla, es una obra en la que genialmente se mezcla la experiencia del director con el buen hacer de los actores, y en la que la historia y la imagen son los auténticos protagonistas como un elemento protagonista más.
En definitiva el preestreno no decepcionó. En una sala excepcional como es la Palafox, pudimos conocer a todos los actores y también por supuesto, disfrutar de la película antes que nadie. Además es un gusto siempre ver el avance del cine alternativo versus el comercial, ver que son proyectos a la altura de cualquier otro y que siguen gustando a un público algo más exigente.
Entrevista a Samuel Gutiérrez, autor de «La sangre de Wendy»
Pandora Magazine: ¿Cómo afrontaste el proyecto de “Sangre para Wendy”?
Samuel Gutiérrez: Con mucha ilusión. Era un proyecto que tenía en mente desde hacía tiempo y difícil de sacar adelante en un país como el nuestro. Decidirse a hacer la peli, fue casi un acto de temeridad. El espaldarazo definitivo fue tanto del equipo técnico como de los actores. Su trabajo es el verdadero capital de la película.
PM: Ya estrenada, con prensa, gente viendo tu película ¿Qué supone todo esto para ti?
SG: El estreno ha sido importante, sin duda. Hay gente a la que admiro y respeto que ha hecho unas críticas muy buenas de la película… Solo eso ya ha merecido la pena… Aunque, en general, debo decir que terminar la película ya ha sido una satisfacción. Con los medios y condiciones que hemos tenido no ha sido fácil…
PM: Es muy difícil innovar en este género ¿Por qué lo eligió?
SG: De los géneros que me gustan, era el más coherente con los medios de los que disponíamos. Además, era una de las historias que tenía en el cajón desde hace tiempo… Y, por supuesto, ayudó a decidirme por el género el hecho de que tiene una buena acogida entre la gente joven, que es la que más cine consume…
PM: ¿Está contento con el resultado final?
SG: Razonablemente contento. Esperaba algo parecido, lo que no quiere decir que con más medios y más tiempo, no hubiera hecho algunas cosas de otra forma… Pero creo que la peli funciona como yo quería en general.
PM: ¿Qué le parece el panorama actual del cine nacional?
SG: Me gusta mucho el trabajo de muchos de mis compañeros: Jorge Dorado, Kike Maillo, Sorogoyen… Hay gente haciendo cosas diferentes y de calidad, a pesar de los medios y de la situación de la industria.
PM: ¿Cuál es el mayor reconocimiento que le gustaría obtener en su carrera?
SG: La verdad es que no hago esto por reconocimiento. El mayor premio sería poder vivir de la profesión con un poco de dignidad.
PM: La suya no es la 1ª ni la única película financia a través de Crowdfunding, ¿Te parece un método útil para nuevos cineastas que no consiguen financiación? ¿Tiene alguna desventaja?
SG: Es un apoyo, desde luego… De todos modos, ningún proyecto, aunque sea de bajísimo presupuesto se financia en su totalidad con el crowdfunding… Ni siquiera su mitad….
La desventaja ya es en sí misma tener que pedir apoyo de esta manera, porque a uno le gustaría poder trabajar con mejores medios y ofrecer a sus compañeros unas condiciones mejores….
PM: ¿Qué sentiste cuando la gente le apoyaba económicamente para que el proyecto saliera adelante? ¿Cómo fue?
SG: Eso sí fue reconfortante. Me sentí muy apoyado y querido. El objetivo económico que nos marcamos se cumplió antes de tiempo. No lo esperaba, desde luego…
PM: Acerca del Crowfunding, ¿Cree que puede haber saturación en el uso de este tipo de recursos?
SG: Sí, sí, por supuesto… De hecho, ya hace tiempo que se está viviendo esta saturación.
PM: En relación con el Crowfunding y la reforma del gobierno, ¿Qué te parece?, ¿Crees que el método pertenece a una especie de moda o por el contrario es una buena salida para los problemas cinematográficos actuales?
SG: La verdad es que la reforma del gobierno no me gusta… No es que vaya a afectar demasiado a proyectos como el mío, pero no me gusta… Es otro recorte de libertades…
Honestamente, sí creo que el método del crowdfundig tiene algo de moda… A mí y a mucha gente nos ha ayudado, pero como comentaba en respuesta a la anterior pregunta, ya estamos viviendo una cierta saturación… Es inevitable… Hoy en día nos saturamos enseguida de todo.
En cuanto a los problemas cinematográficos, el crowdfunding no es una forma de solucionar nada a largo plazo, desde luego… El cine ha sido y debe de ser una industria… la gente que se dedica a esto tiene que ganar su sueldo para poder vivir.
Otra cosa diferente es que métodos como el crowdfunding convivan con una industria en condiciones para ayudar a la gente que intentamos sacar la cabeza, pero cuando empezamos a ver qué proyectos con características de financiación como la mía superan en número a las producciones de carácter industrial “real”, mal asunto… Sé que quizá pueda parecer que tiro piedras contra mi propio tejado, pero es lo que pienso…
PM: ¿En qué se diferencia “Sangre para Wendy” de sus anteriores proyectos televisivos?
SG: Es un proyecto personal y lo bueno que ha tenido es que para bien o para mal, las decisiones finales e importantes han sido mías. He llevado el proyecto por donde he querido… tampoco sé si esto es bueno o malo.
PM: Por último, ¿nos podría contar alguna anécdota de rodaje?
SG: Hay muchas… Algo que me hizo gracia fue todo lo que rodeó a la construcción de una enorme cruz que aparece en la peli. La construyó Diego, un amigo mío de la infancia, y la acondicionaron y remataron los chicos de arte: Ana, Cristian, Andrés y Álex. La tenían montada en el salón del hotel en el que estábamos rodando y nos hospedábamos (Hotel Pandorado, en la provincia de Léon). Por las noches, más de uno del equipo, después de tomarse una copa, acababa subiendo a la cruz. Hay fotos crucificados de unos cuantos.
Un placer poder acercar estas palabras a nuestros lectores. Estamos profundamente agradecidos.
Crónica y crítica: Covadonga del Toro
Entrevista: María José Díaz-Maroto García
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