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Título: ¡Menudo fenómeno! (Delivery Man)
Director: Ken Scott
Guión: Ken Scott
Reparto: Vince Vaughn, Cobie Smulders, Chris Pratt, Britt Robertson, Jack Reynor, Erin Gerasimovich, Bobby Moynihan, Camille Kitt, Ben Bailey, Glenn Fleshler
Duración: 103 minutos
Año: 2013
País: EE.UU.
Música: John Brion
Género: Comedia dramática
Productora: DreamWorks SKG / Reliance Entertainment
Distribuidora: DeAPlaneta
Remake que Ken Scott dirige de su película »Starbuck» (2011). En ella, el personaje de Vaughn, antiguo donante de esperma, descubre en el peor momento de su vida que es padre nada menos que de 533 hijos, pues en la clínica de fertalidad donde donó su esperma cometerion un error.
Una vez más, desde Hollywood, nos llega una de esas fórmulas de comedia ligera que tan bien saben construir los americanos.
Basada en la película franco-canadiense del 2011, “Starbuck”, dirigida y escrita por el mismo director, Ken Scott, y con una premisa tan genial como alocada: un tipo de mediana edad, mediocre y metido en varios líos de deudas descubre que, por culpa de las cientos de donaciones onanistas que hizo para un banco de esperma durante su juventud, es el padre de 533 hijos. Todos estos elementos nos hacen presagiar que quizá, a lo mejor, puede que veamos algo nuevo, algo distinto dentro de estas historias que tan bien les funcionan a los yanquis, sin embargo, nada más lejos de la realidad. Por desgracia, después de descubrir esa primera premisa, el argumento va por caminos ya conocidísimos por todo el mundo.
Se habla y se trata de la familia, la paternidad y los hijos de esa manera tan americana, con ese jugueteo de sentimientos con el espectador del todo vale para conseguir ablandarle el corazón, para que entre sonrisa y sonrisa (nunca carcajada) se le encoja el estómago. Hay escenas demasiado gratuitas con la única finalidad de que, una vez acabado el filme y visto el arco de transformación que sufre el protagonista –de tipo inmaduro a tipo maduro–, sientas una tremenda empatía por todo el elenco de personajes que han ido apareciendo durante todo el metraje. ¿Lo consigue? Eso dependerá de cada uno. Hay quiénes se dejan engañar, voluntaria o involuntariamente, más que otros pero de lo que no cabe duda es de que si te interesan este tipo de comedias nadie las realiza mejor que en Norteamérica.
Para algunos también puede ser un punto a favor poder ver a un Vince Vaughn (“Los Becarios”, Shawn Levy, 2013) haciendo un papel un poco distinto a los que nos tiene acostumbrados. El actor deja a un lado su bis más ácida y cómica para interpretar un papel con momentos más sentimentales y quizás más maduros en lo que lleva de carrera. Aunque yo, personalmente, me quedo con el Vaughn más mordaz y sarcástico. Ese que tuvo problemas por decir “los coches eléctricos son gays” en el filme “¡Qué Dilema!” (Ron Howard, 2011) o del que se crea un trending topic acerca de una falsa muerte. Ese, sin duda, es más divertido.
Crítica: Antonio Garrido