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Director: Álex Pina
Guión: Iván Escobar, Álex Pina
Reparto: Álex García, Eduardo Blanco, Verónica Echegui, Carmen Machi, Leticia Dolera, Iván Massagué, Héctor Alterio, Ajay Jethi
Duración: 94 minutos
Año: 2014
País: España
Fotografía: Miguel Ángel Amoedo
Género: Comedia dramática, Terrorismo
Productora: Antena 3 Films / Cangrejo Films
Distribuidora: Warner Bros Pictures España
La presentación de este filme con terroristas de por medio nos hace presagiar lo mejor: el protagonista, Slatan, un hombre del Karadjistan, se coloca un chaleco bomba junto a otro compañero. Los dos escuchan las órdenes que da el jefe acerca de la misión pero, de momento, solo puede ir uno. Como ninguno de los dos está dispuesto a renunciar y a no convertirse en mártir, ¿cómo lo deciden? A cara a cruz por supuesto, sin embargo, ninguno de los presentes tiene una moneda. La situación se vuelve cómica cuando en realidad están planeando un acto tremendamente atroz.
8Parece que estamos ante una de esas comedias negras y cínicas tan prometedoras, incluso se intuye cierto halo de la maravillosa “Four lions” (Christopher Morris, 2010), sin embargo, nada más lejos de la realidad. En cuanto el primer giro de la historia coloca a todos los pasajeros de un avión (españoles, argentinos, chinos, rusos…) en un hotel en medio de la nada, todo se desvanece. La película se convierte en una comedia coral entre simpática y tierna que a ratos es muy disfrutable pero que se aleja demasiado de su prometedor inicio.
De la mano de un Álex García (“Seis puntos sobre Emma”, Roberto Pérez Toledo, 2011) muy entregado y totalmente reconvertido en ciudadano del Karadjistan (lo mejor de la película) vamos encontrándonos con todo el elenco de personajes prototipo: el charlatán gracioso, la pareja recién casada, la viuda con hijos, la despechada… Y así, poco a poco y aunque no queramos darnos cuenta, vislumbramos por donde va a ir el asunto. Acaba volviéndose demasiado previsible y edulcorada.
Se nos almibara tanto el paladar que para cuando llegamos a un muy agradecido final, en cuanto a medios y espectacularidad visual, nos cuesta horrores creérnoslo. Si el humor hubiera tenido más empatía con la excelente primera secuencia sí nos lo hubiésemos creído.
Una lástima porque técnicamente, tanto a nivel visual como sonoro, e interpretativamente es excelente. Ese querer llegar a todos los públicos va en detrimento de una historia que pedía a gritos ser más cínica y, perdón por la expresión, mucho más cabrona.
Crítica: Antonio Garrido
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