Intocable, cuando el drama se convierte en humor

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Para inaugurar esta sección de cine traigo la última película que he visto en la gran pantalla: Intocable.

Intocable nos cuenta la historia de un hombre que se queda  tetrapléjico a causa de un accidente en parapente. Suena a drama, ¿verdad? Pues de drama lo único que tiene es la condición en la que vive este hombre porque lo que es la película es un reír continuo.

Philippe (François Cluzet, a quien ya vimos trabajar en Pequeñas mentiras sin importancia junto a Marion Cotillard) es tetrapléjico, pero es un tetrapléjico rico: lo tiene todo a mano, goza de un personal cualificado a sus espaldas, disfruta de las mejores comodidades para que su vida se ajuste a la normalidad, etc. Ya se sabe que las penurias con dinero son más pasables. Por otro lado tenemos a Driss (Omar Sy), un joven inmigrante de los suburbios de la ciudad con problemas familiares y con antecedentes que entra a trabajar como “asistente para todo” de Philippe. Lo ayuda a bañarse, a vestirse, a comer y a divertirse como nunca antes lo había hecho. Driss le devuelve la alegría que había perdido y entre ambos surge una unión y una amistad muy fuertes, haciendo que Driss se convierta en un pilar importante en la vida de Philippe.

Risas, chistes, cachondeo entre dos colegas, vaciladas  y alegrías que hacen que el espectador no pare de reír. No me extraña que en Francia fuera un taquillazo, siendo durante diez semanas consecutivas la película número uno. La verdad es que es una historia increíble. Tratar un tema un tanto peliagudo de una forma tan divertida y positiva hace que salgas del cine con una buena dosis de alegría y optimismo. No os la perdáis.

Por cierto, esta película está basada en un hecho real. Philippe en realidad existe y escribió un libro contando su historia, recientemente editado por Anagrama.

Redacción: Mariona Rivas Vives