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Título: Guillaume y los chicos, ¡a la mesa! (Les garçons et Guillaume, à table)
Director: Guillaume Gallienne
Guión: Guillaume Gallienne (Obra: Guillaume Gallienne)
Reparto: Guillaume Gallienne, Françoise Fabian, Yves Jacques, André Marcon, Diane Kruger, Nanou Garcia, Yvon Back, Pierre Derenne, Catherine Salviat, Reda Kateb
Duración: 85 minutos
Año: 2013
País: Francia
Música: Marie-Jeanne Serero
Fotografía: Glynn Speeckaert
Género: Comedia, Basada en hechos reales
Productora: Coproducción Francia-Bélgica; Gaumont / LGM Films / Rectangle Productions / Banque Postale Image 4 / Canal+ / Ciné
Distribuidora: A Contracorriente Films
Guillaume Galliene, el director, guionista, escritor y protagonista del filme comentó: “Dicen que para hacer una película hacen falta una mujer y un revólver. Pues, en mi película, a la mujer la interpreta un hombre, y el revólver es un edredón. Pero también dicen que para hacer una película hay que hablar de lo que se conoce. Y yo conozco a un hombre que, armado con un edredón, puede ser una mujer muy bonita. ¿Verdad, mamá?”
Estamos ante un film autobiográfico que nos trata desde un punto cómico, la relación del protagonista con su madre, narrándonos sentimientos vividos por parte de Guillaume con ella, a la cual está muy unido.
Es increíble ver como una película tan personal, tan íntima y con un sentimiento tan complejo puede ser tratada a modo de comedia y no estropear la idea en el intento. Cosa que está más que reflejada en los 5 galardones que se llevó de las 10 candidaturas a las que optaba en los Premios César, entre ellos ganó el galardón a ‘mejor película’, ‘mejor actor’, ‘mejor guión adaptado’, ‘mejor montaje’ y ‘mejor ópera prima’. Todo un éxito del novel director.
Guillaume Galliene realiza un trabajo espectacular. Se sincera ante el espectador mostrándonos un Guillaume adulto contando sus sentimientos de niño. Un niño confundido, un niño que se busca a sí mismo y busca respuestas. Aunque al principio es extraño ver a un adulto comportándose como un niño, pronto nos creemos que de verdad lo es dejando atrás su apariencia física.
Impacta el primer encuentro con su madre, al ver que también está interpretada por él, y no sabemos lo acertado que es esto hasta que llegamos al final, en el que Guillaume por fin encuentra su lugar y sabe quién es. Es en ese momento en el que dejamos de verle en su madre, cambia su apariencia para mostrarnos a la verdadera. Y por consiguiente, al verdadero Guillaume.
El personaje está muy elaborado, pasa por varias fases antes de llegar a ser él mismo. En todo momento su madre tiene un papel muy importante, tanto en sus ideas como en sus comportamientos. La aceptación de esta será el principal objetivo de Guillaume. Los demás personajes son muy secundarios, puesto que Guillaume, tanto en su papel de madre, como en el de sí mismo, se los come a todos, de ahí normal que ganase el premio a ‘mejor actor’.
Más allá del valor sentimental de la película, de su complejidad, nos encontramos con situaciones muy divertidas, muchas de ellas protagonizadas por su madre, la cual se aparece en cada descubrimiento de Guillaume, normalmente con un cigarrillo en la mano y un comentario sarcástico en los labios.
Película muy recomendable. Autobiografía de una persona que se encuentra a sí misma, a través de una búsqueda personal condicionada por su madre. Una historia subjetiva de un actor a la búsqueda de las emociones que lo han ido formando. Un trabajo espectacular que ha tenido en Francia tanto éxito como la obra teatral que precedió a la película.
Crítica: Jennifer Mosquera y María José Díaz-Maroto García
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