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Título: En Apatía (Secuelas del Odio)
Director: Joel Arellanes Durán
Guión: Joel Arellanes Durán
Reparto: Álvaro Díaz Rodríguez, Christian Casas, Lucía Ramos, Carme Juan, Bárbara de Lema, Leonor Martín, Nacho López, Antonio Espigares, Marco Alamillo
Duración: 82 minutos
Año: 2014
País: España
Música: Javier Gómez Gómez
Fotografía: Joel Arellanes Duran
Género: Drama
Productora: IntMed Films
Distribuidora: IntMed Films
Hace unos días asistimos a la premier de tercera película de Joel Arellanes Durán: “En Apatía (secuelas del odio)” en el cine Callao de Madrid.
Pudimos asistir al photocall de la película –más abajo os dejamos una fotografías– en el que descubrimos al reparto al completo de la película, en su mayor parte caras nuevas del panorama del cine pero también otras de sobra conocida como Lucía Ramos que la vimos en la serie española ‘Física o química’ entre otros.
Mónica Pont, Mario Casas y Natalia Valverde fueron algunas de esas caras que decidieron apoyar el estreno de esta nueva película. La sala, que logró llenar el aforo, pudo conocer de primera mano de esta nueva obra sobre los riesgos de las drogas relacionados con la juventud, y el alegato de la religión como ayuda a superarlas.
La película cuenta la historia de Marcos (Álvaro Díaz), un joven que vive una vida alocada con sus amistades, las drogas y con una mala relación con su entorno familiar. Tras uno de esos alocados días, Marcos tiene un accidente de tráfico con su mejor amigo, el cual fallece en el momento. A partir de este punto Marcos empieza un viaje sin retorno hacia sus propios recuerdos y creencias, replanteándose la vida que hasta el momento lleva y descubriendo que algo grande le protege.
Esta película, galardonada con el premio en el Festival de Hermosillo pretende ser un ejemplo y un reflejo de la juventud actual, de los problemas que ocasionan las drogas y una apología muy evidente del uso de la espiritualidad y la religión para vencer esos lastres.
La obra supone por una parte el descubrimiento de Christian Casas (hermano de Mario Casas) en el papel del inocente mejor amigo de Marcos y el cual fallece tras el accidente y como resultado mismo del abuso de las drogas. Se trata de una actuación bastante natural por parte del actor, como también ocurre con la actriz Lucía Ramos o incluso la del protagonista, Álvaro Díaz.
No obstante, la historia es contada de una manera bastante superficial dado el tema a tratar o más bien, de una forma banal, si bien es cierto que es un tema de sobra manido y tratado, lo cierto es que esta nueva versión implica de una manera muy directa el uso de la fe religiosa como salvación del alma del culpable, acto que sin desvelar en exceso el argumento de la obra, resulta bastante “increíble” o demasiado idílico, haciendo que el problema de las drogas quede en un juego de niños cuando es en realidad un problema muy grave de la sociedad, a través del cual hay que concienciar, y sin posicionarme sobre si el tema religioso es clave o no, lo cierto es que la obra no refleja quizá como debe las consecuencias de todo ello. No obstante el argumento es original, y esta es sólo una opinión sobre ello.
La tarea del director con el reparto joven y fresco se agradece y más una película de este tipo que tiene que desprender naturalidad, lo cual es toda una innovación que le da refuerzo y argumento a la historia.
Crítica y fotografías: Covadonga del Toro
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