‘El Último Concierto’ en dos perspectivas

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El ultimo concierto_poster baja_0_0Título: El último concierto (A Late Quartet)

Director: Yaron Zilberman

Guión: Seth Grossman, Yaron Zilberman

Reparto: Philip Seymour Hoffman, Catherine Keener, Christopher Walken, Mark Ivanir, Imogen Poots, Wallace Shawn, Madhur Jaffrey, Liraz Charhi, Megan McQuillan, Marty Krzywonos

Duración: 105 minutos

Año: 2012

País: EE.UU.

Música: Angelo Badalamenti

Género: Drama

Productora: RKO Pictures / Concept Entertainment / Unison Films

Distribuidora: Emon

 

PERSPECTIVA FEMENINA:

Cuando me senté a ver esta película no me esperaba nada del otro mundo. En realidad a los 5 minutos de metraje estaba aburriéndome a más no poder. Estaba entre dejarla pasar y salir corriendo o quedarme. Decidí quedarme y ahora no me arrepiento y tampoco puedo sacármela de la cabeza.

El ultimo concierto_39Es una película lenta pero muy sensible por lo que no desagrada. La trama principal es sobre un cuarteto de cuerda y su supervivencia tras más de 25 años de éxitos. Pero la incertidumbre sobre su futuro se apoderará de ellos, dando rienda suelta a emociones reprimidas, egoísmos y reproches que pondrán en entredicho años de amistad y colaboración profesional.

‘La Fuga’ es el nombre del cuarteto de cuerda que formaron Peter, Juliette, Robert y Daniel. Por una parte está Peter Mitchell (Christopher Walken) el violonchelista del grupo. Peter es como un padre para Juliette —llamada Jules de forma cariñosa—, él le enseñó mucho y además era amigo y compañero de cuarteto de su madre.

Por otra tenemos al matrimonio formado por Juliette (Katherine Keener) y Robert Gelbart (Philip Seymor Hoffman) que tocan la viola y él el segundo violín. No pasan su mejor momento, pero no todo viene de ahora, hay demonios que se manifestarán por las circunstancias. Además Robert aspira a ser algo más que el 2º violín del grupo.

Por último el primer violín del cuarteto es Daniel Lerner (Mark Ivanir). Él formó el grupo, es el perfeccionista, fabrica sus propios arcos y da las órdenes a los demás, pero no todo en su vida es como él quisiera.

Con estas premisas se forma una gran película, donde los celos, el amor, los engaños y una terrible enfermedad darán lugar a “El último concierto” —no sólo es el título de la película— del cuarteto y a una gran desestructuración.

El ultimo concierto_11El film se desarrolla en la atmósfera del sentimentalismo, pero no llega a ser empalagoso, con despuntes de dramatismo sostenido para dejarte atado a la pasión que se desprende en todo momento, tanto por la música, como entre las personas.

La película habla de música, pero no de una manera que pueda dejarte descolocado si no sabes mucho sobre el tema, habla lo justo y necesario para meterte de lleno en la situación. Notas la admiración que sienten por la música, el sacrificio que hacen por ella. Por otra parte la música es sensacional, la pieza elegida es la correcta, ‘El Opus 131 en Do sostenido de Beethoven con una interpretación attacca’—según mis búsquedas, es una interpretación interrumpida de los siete movimientos de la pieza, que dura unos 40 minutos—, que se nota que no tocan los actores, pero ¿Qué más dará? la interpretación de la obra es tan sublime al escucharla que te da igual si el que toca está reflejado en el metraje —verdaderamente está tocada por el cuarteto de cuerda Bretano, ellos les instruyeron en las nociones básicas para que al filmar pareciera que tocaban—.

Las interpretaciones están bien medidas, sacadas adelante con dignidad, pero para mí el papel que más me gusta es el de Juliette —Katherine Keener—, se define en una frase que dice su hija Alexandra durante la película, “Luego tienen a mi madre. Le inyecta una profundidad de sonido como nadie. Haces que quieras llorar sin saber por qué. ¿Es la voz de un alma herida? La capacidad de supervivencia que desarrollo la preparó para servir a tres amos a la vez. Al que quiere, al que acompaña y al que desea”.

Por último decir que la recomiendo fervientemente a todo aquel que quiera ver algo delicado, con una buena interpretación de los actores y una buena dirección, no es la típica película para pasar la tarde fresquito en el cine.

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PERSPECTIVA MASCULINA:

Christopher Walken ha pasado de ser el rey de la serie B de los 90 a volver, gracias a la nominación al Oscar por “Atrápame si puedes”, a volver a dónde debía estar, demostrando en cada trabajo lo grandísimo actor que es.

En esta ocasión demuestra que aun con intérpretes como Phillip Seymour Hoffman al lado, otro animal de la interpretación, puede brillar con una energía descomunal sin casi esfuerzo aparente.

El ultimo concierto_8En esta película hace de Peter Mitchell, un chelista que tras perder a su esposa se enfrenta a la pérdida de su otra gran pasión, la música, por culpa del párkinson. Por otro lado, los otro cuatro integrantes del cuarteto ‘La fuga’ se encuentran inmersos en un marasmo emocional que puede dar al traste con la vida de todos.

“El último concierto” es pieza de cámara no sólo en cuanto al tema que se refiere, un cuarteto de cuerda que empieza a desintegrarse, sino también en cuanto al guión y la interpretación. Todo en esta película es delicado y refinado, pero bajo esa apariencia de preciosismo hay auténtenticas catástrofes personales, un segundo violín que quiere ser solista, un violinista obsesivo y perfeccionista, una esposa y madre controladora a la que todo se le va de las manos y el ya comentado caso del párkinson.

Walken, con una sorprendente economía de recursos actorales nos muestra ese drama interno con una fuerza volcánica. En todo momento grita de desesperación por lo que está pasando, pero sin subir la voz, sin aspavientos, nada demuestra esa desesperación vital, pero en cada plano, lo sentimos.

Phillip Seymour Hoffman por otro lado vuelve a dar una portentosa interpretación como un un violinista que se va moviendo por lo que le  dicen los demás, demostrando una inseguridad tremenda. Es por eso eso que se unió algún grupo y es por eso cuando una persona fuera su mundo le dice “¿no te has planteado ser un solista?” que él toma la determinación de serlo, no por iniciativa propia, pero esto le trae problemas con su pareja, otra de las componentes del grupo, la siempre sobria Catherine Keener, aquí en el papel de la controladora esposa de Seymour Hoffman.

El ultimo concierto_45Por último tenemos al otro violinista del cuarteto, interpretado por Mark Ivanir (en un papel que en un principio iba para Ethan Hawke). Es el menos conocido de los actores principales, pero no por ello se queda corto. Es un hombre obsesivo, totalmente perfeccionista que comienza una relación con una aspirante a violinista que no comprende esa obsesión con la perfección matemática, calculada, ya que ella es pura pasión. Lo peor es que es la alocada hija de Catherine Keener y Phillip Seymour Hoffman, interpretada por la joven Imogen Potts.

Este historia a cuatro bandas explota cuando Seymour Hoffman, harto de esa perfección matemática, propone tocar sin partitura,  de memoria, algo que no debería ser un problema, porque llevan más de 3000 representaciones. En un principio desiste, pero cuando va a un tablao flamenco, descubre física y sensorialmente ese sentimiento de libertad que tanto su pareja como su compañero le niegan… y todo explota.

Es “El último concierto” una película elegantemente rodada, sin pretensiones más allá de hacernos disfrutar de la música y los actores, con brillantísimas interpretaciones y una cuidada ambientación y banda sonora.  El guión, por muy pedante que pueda parecer por lo que he comentado, se lleva con gran interés y sin complicaciones. El director, Yaron Zilberman, en la que es su segunda película, demuestra sin hacer alardes de autorales de un gran pulso narrativo llevando con pulso firme una historia que podría ser un despropósito aburrido hasta la nausea, al terreno de drama ligero que deja un agradable regusto final.

El único punto flojo es, como en casi todo el cine independiente, lo forzadas de algunas situaciones para hacer más dramática la trama, como es el caso de la discusión entre madre e hija, tras descubrir la primera que la segunda tiene una relación con su compañero de grupo. Por otro lado, por su tema, parece un producto destinado a ser apreciado por los muy melómanos, aunque, como ya digo, es una obra disfrutable por todo espectador y, de hecho, probablemente a los melómanos, les resulte insuficiente.

Como ya digo, una película agradable, sin pretensiones y bien interpretada.  Un 7. Injusto fracaso comercial.

Redacción: María José Díaz-Maroto García y Juan Pablo Pérez Padial

Sobre Maria José Díaz-Maroto García

Cinéfila empedernida buscando la serie perfecta. Combino mi pasión por el cine con las series y los libros. Redactora Jefe de Cine de esta gran comunidad que es Pandora Magazine y propietaria de un pequeño blog donde extiendo mi pasión por el cine, la literatura, las series y etcétera: 'Delirios, Literatura, Cómics y Películas'.