.
Título: El postre de la alegría (Paulette)
Director: Jérôme Enrico
Guión: Laurie Aubanel, Jérôme Enrico, Bianca Olsen, Cyril Rambour
Reparto: Bernadette Lafont, Carmen Maura, Dominique Lavanant, Françoise Bertin, André Penvern, Axelle Laffont, Jean-Baptiste Anoumon, Paco Boublard
Duración: 87 minutos
Año: 2012
País: Francia
Música: Michel Ochowiak
Género: Comedia / Drama
Productora: Légende Films / Gaumont
Distribuidora: Emon Films
Primera visión:
«El postre de la alegría» es otra historia más acerca de personas de una cierta edad que tienen que reinventarse a través del mundo de las drogas. En cine tenemos “El jardín de la alegría” y en TV las series “Weeds” o sobre todo la muy exitosa y alabada “Breaking bad”. Pero, ¿aporta algo novedoso con respecto a los citados ejemplos?
Paulette es una viuda de avanzada edad que ha vivido tiempos mejores. Ahora tiene que subsistir en un barrio marginal, rebuscando entre la basura para comer y con una gran cantidad de deudas. Eso sí, lo que no le quitan es su orgullo y su devoción religiosa. Tal es así, que “perdona” al sacerdote que le confiesa el ser negro, porque de tan bueno que es “merecería ser blanco”. Y es que Paulette es muy racista, tanto que no habla con su hija, que está emparejada con un policía negro y pasa por completo de su nieto.
La sorpresa llega cuando descubre que un descerebrado del barrio gana una barbaridad pasando hachís. Ni corta ni perezosa, se planta en casa del camello y le propone vender también. Lo que en un principio se toma con escepticismo pasa a ser pronto un negocio seguro, ya que para los ejecutivos, estudiantes, etc que no les dan confianza los vendedores habituales, Paulette, es la mejor opción. El problema está cuando deja sin negocio a los vendedores de la zona quienes, molestos, le dan una paliza a la anciana. Entonces es hora de inventar algo para seguir mantener el negocio… hacer postres con hachís.
No es una idea novedosa la de que los jubilados, tras su fachada de personas que ya han vivido todo lo que tenían que vivir (casi desechables) pasen por una aventura que nos muestra el desconocimiento que de la senectud tenemos. Ya en los años 30 teníamos películas como “Arsénico por compasión” (basada en una obra de teatro), donde los ancianos mataban alegremente con veneno. Y es que nos divierte sobremanera el descubrir que nuestros abuelos puedan ser unos cabrones divertidos bajo la apariencia de muermos. Por otro lado tenemos “la comedia fumada”, que es aquella en que todo lo relacionado con estas sustancias es susceptivo de cachondeo. El ejemplo más representativo es “El gran Lebowski” de los Coen, curiosamente más película detectivesca que comedia fumeta, pero que se ha erigido como el icono de esta tendencia. La pregunta de por qué esta película ha pasado a ser el icono de esta subcultura es porque tras los petas y demás sustancias se encuentra un tío realmente inteligente y no un descerebrado, que es lo que se suele presentar en este tipo de films. Eso si, todo salpicado por el ingenio y buen hacer de los Coen, por más que esta no sea de sus mejores películas.
Precisamente lo que hace grande el film de los Coen es lo que le falta a esta película, ya que si, los actores están maravillosos sin excepción, la realización es pulcra y efectiva y el guión es simpático. Si, simplemente. Esta es una comedia simpática, sin más pretensión que hacérnoslo pasar bien contándonos una suerte de peripecias a cada vez más disparatadas de esta especie de “Chicas de oro”, comedia de la que siguen el esquema, con una ligera crítica social de fondo, que sinceramente podría haber sido mucho mayor, pero entonces la esencia hubiera cambiado. A la pregunta que hice antes de si aporta algo novedoso es NO. Y tampoco lo busca.
Voy a ser un poco chovinista y voy a mencionar a Carmen Maura que está excelente como siempre, pero con un papel tan breve como el de las otras “chicas de oro del porro” que nos quedamos con ganas de que tenga un poco más de protagonismo. Ay, carmen, cómo ha cambiado todo desde los tiempos de “Tigres de papel”.
Termino diciendo que es una divertida comedia sin pretensiones, con excelentes interpretaciones, guión bien hilvanado, realización plana, pero no molesta y breve. 6,5 y una tarde agradable.
Segunda visión:
Si, voy a empezar prácticamente igual que Juan Pablo. La película está muy bien, cuando empecé a verla creía que iba a ser más como “Weeds” o “Breaking Bad” pero a Paulette, por muy mala leche que tenga y por ‘asquerosa’ que sea se lo perdonamos.
Paulette es una señora mayor, viuda, que no puede sobrevivir con la poca pensión que le ha quedado de viudez —como a tantos ancianos actualmente— y harta de mendigar, deudas y malvivir, por cuestiones de la vida empieza a ‘traficar’ con hachís. No todo es tan bonito como parece y al final acabará vendiendo ‘postres de la alegría’.
Paulette es racista, por lo que su nieto es una persona non grata en su casa, pero poco a poco todo irá cambiando. La que parece una remilgada irá dándose cuenta de que aún teniendo dinero todo es mejor en compañía.
Creo que la película es una crítica a la sociedad actual. La vida hoy está muy cara, nuestros ancianos —y prácticamente los que no son tan mayores— estamos malviviendo y aquí se refleja lo que está dispuesta a sacrificar una anciana por vivir dignamente. Conforme la van arrinconando a la esquina de la pobreza ella, con el aplomo de una persona con menos edad, les da un empujón y consigue sacarse las castañas del fuego. ¿Es legal?: no, pero yo no podría juzgarla. Hay personajes mayores que no ‘trafican’ con drogas, sino con el futuro de los jóvenes y de peor manera que una pobre abuela.
Tengo que destacar el comienzo de la película. Los créditos de “toda una vida” de Paulette me ha encantado. Ha sido como una mini película que no aporta nada nuevo, pero no sé, me ha parecido muy encantadora por parte del director, ya que podía haber empezado directamente sin ‘enseñarnos’ su vida.
También me ha gustado Carmen Maura, sí. Siempre me ha gustado en los papeles de las películas de Almodóvar. Aportaba la cordura necesaria para que después se le fuera la pinza a Pedro —en casi todas las películas se le va la pinza para bien, hay otras que prefiero no recordar—. En cuanto a las demás actrices, he de decir que son todos —incluido el de Carmen— papeles breves, pero muy definidos y bastante importantes en la evolución del personaje principal.
Antes de darle la nota, querría mencionar la música. Me ha gustado mucho, me ha teletransportado por completo a la película. Ha sido una gran experiencia para mis oídos.
Por último voy a darle un 7. A pesar de que a mí no se me ha hecho breve, he de decir que por los 4 ó 5 momentos de risa, se merece muy buena nota. Además hay que añadirle el guión y por qué no… a Paulette. Muy recomendable.
Redacción: Juan Pablo Pérez Padial y María José Díaz-Maroto García
