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Título: Ojalá estuviera aquí (Wish I Was Here)
Dirección: Zach Braff
Guión: Adam J. Braff, Zach Braff
Reparto: Zach Braff, Josh Gad, Kate Hudson, Jim Parsons, Joey King, Ashley Greene, Mandy Patinkin, Donald Faison, James Avery, Michael Weston, McKaley Miller, Pierce Gagnon, Phill Lewis, Reese Hartwig, Bob Clendenin
Género: Comedia dramática
Duración: 110 minutos
Año: 2014
País: EE.UU.
Música: Rob Simonsen
Fotografía: Lawrence Sher
Productora: Double Feature Films / Worldview Entertainment
Distribuidora: Vértigo Films
La actriz Kristen Bell tenía en mente llevar a la gran pantalla su aclamada serie ‘Veronica Mars’, lamentablemente el dinero era escaso, aunque había una gran legión de seguidores dispuestos a pagar por verla, en esta ocasión la mejor opción fue apostar por el crowfunding convirtiéndose en una de las campañas más exitosas que se recuerdan en cuanto recaudación se refiere. Zach Braff conocido por su serie ‘Scrubs’ que estaba ojo avizor tomo el mismo camino que Bell y aposto por este modelo recaudando 2 millones de dólares en tan solo 2 semanas permitiéndonos ver esta semana su último trabajo.
Han pasado más de 10 años desde su opera prima “Algo en común” (2004), que a pesar de sus limitaciones llamo la atención en diversos festivales, ahora esas ideas juveniles que vimos en su debut se han tornado en algo más adulto con “Ojala estuviera aquí”. Podríamos considerarla como una secuela con las vivencias autobiográficas acumuladas del director en esta última década y no nos equivocaríamos, en parte.
Zaff Braff como Aidan Bloom es un actor venido a menos, sin trabajo y pasando el tiempo entre castings en Los Ángeles, su esposa Sarah junto a sus dos hijos integrados en la comunidad judía, completaran una familia en declive que tendrán que afrontar un dilema al que no estaban preparados. En este caso, el padre de Aidan les comunicara un día que tiene un cáncer bastante avanzado y que no se puede hacer responsable de los gastos de sus nietos lo que caerá como un jarro de agua fría en la paupérrima economía de Aidan, el sueño americano se esfuma y sus hijos se verán obligados a aprender en casa.
Ante esta situación, la frase “Si la vida te golpea duro, golpéale más fuerte” cobra sentido en la mente del protagonista, que hará frente a estos vaivenes que le da la vida junto a su hermano Noah. Ambos hermanos cuando eran pequeños jugaban a salvar el mundo de villanos gracias a su imaginación, pero con el paso de los años no contaban con un enemigo aun peor, la cruenta realidad.
Actualmente, Noah se dedica a tuitear y acudir a convenciones de comic mientras que Aidan de poco le sirve cantar el “Hakuna Matata” ante los problemas que se ciernen sobre él, tendrá que coger las riendas de su vida y reencontrarse con su esposa e hijos, a los que hace tiempo dejo de lado por perseguir sus propios sueños, mientras Noah tendrá que limar asperezas junto a su padre y comportarse como una persona adulta.
El frikismo por parte de Noah o la temática judía en clave de humor son los ingredientes perfectos para conectar con el público, no es que abunden en exceso pero en esta ocasión Braff lo sabe dispersar de forma acertada y le dan entereza al conjunto. Otro detalles es el increíble reparto con el que cuentan en vista del escaso presupuesto del que disponían. Tenemos a Kate Hudson como madre e esposa que nos enseñara la otra cara de las relaciones laborales, Mandy Patinkin —actualmente trabajando en la serie ‘Homeland’— como padre, dará lecciones de interpretación al resto del elenco. Hasta Donald Faison que ya trabajo con Braff en ‘Scrubs’ tiene un papel cuanto menos que curioso.
Está claro que Braff repite el esquema de “Algo en común”, pero desde la crisis de los 30, lo que hace un film más apagado y menos sorprendente que en su debut. El toque indie, así como las canciones escogidas, ayudan pero no son suficientes ante algunos diálogos sacados de un teleprompter y momentos inspirados de la cinta que se cuentan con los dedos de una mano.
Lo mejor: El papel de Mandy Patinkin, se come literalmente al resto del reparto. Cuando se tira por la comicidad y si esta Jim Parsons más todavía. La selección de canciones. Lo peor: Zach Braff intenta abarcar más de lo que debe y en vista de su escasa experiencia detrás de las cámaras acaba penalizando bastante su 2º trabajo.
Crítica: Iván Heral
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