Crítica | «God help the girl», no es una historia para todos los gustos

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1Título: God help the girl

Dirección: Stuart Murdoch

Guión: Stuart Murdoch

Reparto: Emily Browning, Olly Alexander, Hannah Murray, Cora Bissett, Pierre Boulanger, Sarah Swire, Mark Radcliffe, Stuart Maconie, Ann Scott-Jones, Josie Long, Pauline King, Kath Howden, Alex Klobouk, Paul Flanagan, Michael Drum

Género: Drama romántico musical

Duración: 111 minutos

Año: 2014

País: Reino Unido

Música: Stuart Murdoch

Fotografía: Giles Nuttgens

Productora: Barry Mendel Productions / British Film Company / HanWay Films / Amplify

Distribuidora: Avalón Films

En el año 2009, Stuart Murdoch, cantante y escritor de Belle and Sebastian, se pasea por las principales productoras de cine del Reino Unido con su disco God Help the Girl en una mano y la idea de hacer una película con el disco como hilo conductor en la cabeza. Que haya tardado seis años en conseguir financiación y rodar la película ya nos debería dar una pista de qué tipo de filme tenemos entre manos: uno que trae consigo el riesgo de entregar las riendas de un proyecto cinematográfico a un total novato en la materia que, si bien se ha definido por sus canciones como un magnífico cuenta-cuentos, no cuenta con el beneplácito de una carrera en el audiovisual a sus espaldas para justificar un meloso (intentando ser benévolo y no usar el adjetivo azucarado) musical como «God Help the Girl«. O simplemente porque el filme es malo: en un año que parece el del renacimiento de los musicales («Jersey Boys«, «Amanece en Edimburgo«), «God Help the Girl« no hace más que desmerecer al género.

2En cuanto al disco (que he podido escuchar varias veces después de haber visto la película, tanto por curiosidad musical como para valorar conjuntamente la experiencia sonora con la visual), Stuart Murdoch (habitual escritor de las canciones de Belle and Sebastian) aúna el indie-pop poético de Belle and Sebastian y sus integrantes con las voces angelicales de cantantes escogidas tras una serie de audiciones: las cantantes que Stuart Murdoch encontró son todas muy buenas, evidentemente, pero las canciones tienen el sello indistinguible de Belle and Sebastian. Y las canciones de Belle and Sebastian suenan mucho mejor cuando las cantan los Belle and Sebastian.

Hay dos tipos de musicales en el cine: los que cuentan una buena historia y tienen un hilo argumental claro e interesante, que se parecen a «West Side Story« (aparte de la banda sonora de Brenstein, lo que gusta es que adapte una de las obras maestras de Shakespeare al West Side neoyorkino de finales de los cincuenta y nos hable de amor, violencia, venganza y remordimientos mediante vistosas y locas coreografías con el movimiento de hasta el más lejano secundario medido al milímetro); y los que celebran la época dorada de un grupo o estilo musical y buscan la nostalgia del oyente/espectador como la cercana «Amanece en Edimburgo« (recuperaba los grandes éxitos de The Proclaimers sin importarle que la historia fuera más o menos ligera).

3«God Help the Girl« inaugura una nueva categoría: abruma al espectador con una insulsa historia de amor que mueve la trama conjuntada con la acumulación de vídeos musicales que, en ocasiones, escenifican al pie de la letra las canciones del disco que da nombre a la película. Los personajes de Alexander y Browning, pobremente definidos por un guión (del propio Murdoch) que olvida en alguno de estos vídeos musicales que para hacer una buena película hace falta elaborar un poco a los personajes y no basta con entregar a los actores un papel a rellenar con emociones, él joven e ilusionado y ella altamente intoxicante para todo aquél que le rodea, parecen más bien un par de hermanos hipsters-inadaptados que no una pareja plausible.

En el paquete de cosas buenas que hacen de «God Help the Girl« un filme más soportable está la fotografía con la que retrata Giles Nuttgens la dirección sin pulir del multifuncional Murdoch: un formato muy granulado que le viene al dedillo a la producción para formar deliberadamente una estética personal con aires de filme amateur y primerizo. Estética acertada para una historia sin interés.

Lo mejor: fotografía y la actuación de Olly Alexander. Lo peor: guión.

Crítica: Pol Llongueras

Sobre Maria José Díaz-Maroto García

Cinéfila empedernida buscando la serie perfecta. Combino mi pasión por el cine con las series y los libros. Redactora Jefe de Cine de esta gran comunidad que es Pandora Magazine y propietaria de un pequeño blog donde extiendo mi pasión por el cine, la literatura, las series y etcétera: 'Delirios, Literatura, Cómics y Películas'.