.
Título: Alguien a quien amar (En du elsker)
Dirección: Pernille Fischer Christensen
Guión: Kim Fupz Aakeson & Pernille Fischer Christensen
Reparto: Mikael Persbrandt, Trine Dyrholm, Birgitte Hjort Sørensen, Sofus Rønnov
Género: Drama
Duración: 100 minutos
Año: 2014
País: Dinamarca
Fotografía: Laust Trier-Mørk
Productora: European Film Bonds / European Film Bonds, / Film i Väst
Distribuidora: Golem Distribución
Es la cuarta película de Pernille Fischer Christensen, cuyo trabajo anterior “Una familia” se llevó el Premio Internacional de la crítica en el Festival de Berlín. El protagonista del nuevo largometraje de la directora danesa es Mikael Persbrandt, quién se dio a conocer internacionalmente en la también danesa “En un mundo mejor”, Oscar y Globo de Oro a la mejor película de habla no inglesa.
Thomas Jacob (Mikael Persbrandt), un músico de éxito mundial que vive en Los Ángeles, vuelve a Dinamarca para grabar su nuevo disco. Una vez allí, su hija va a verle para pedirle dinero y es cuando conoce a Noa, su nieto de 11 años y del que repentinamente tendrá que hacerse cargo.
A pesar del buen hacer de los actores, es un drama que se queda demasiado frío, que no emociona. La historia resulta plana, previsible y en el extremo opuesto al entretenimiento,
Mikael Persbrandt hace un trabajo más que correcto ante un personaje que ya hemos visto antes: un músico con mal carácter, ex-drogadicto, ex-alcohólico y con varios divorcios a sus espaldas. El niño, Sofus Rønnov, está bien, pero podrían haberle dirigido mejor. La interpretación más destacable es la de Eve Best, que aunque no tiene mucha presencia, hace que la película gane en intensidad y es la única que consigue provocar esa emoción que se echa en falta a lo largo de todo el metraje.
La falta de energía en la dirección de Fischer Christensen contagia inevitablemente a toda la composición de la cinta que parece articulada en modo automático. Se salva la fotografía de Laust Trier-Mørk, con planos a la altura del paisaje en el que se ambienta.
En cuanto al guión, un relato de pocas palabras, la sensación es que lo que cuenta en 95 minutos lo podría contar en 20 y, de esa manera, lograría esa intensidad que busca y no sabe encontrar. Otra cosa es la profundidad que pretende y que se queda flotando en la superficie por falta de riesgo.
“Alguien a quien amar” no conecta con el espectador, no consigue que éste se implique, y lo más llamativo es que ni siquiera se esfuerza en conseguirlo.
Crítica: Verónica Ortego
Deja una respuesta