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Sección Atlas
Título original: Prince Avalanche. Director: David Gordon-Green. Guión: David Gordon-Green.
Reparto: Paul Rudd, Emile Hirsch, Lance LeGault, Joyce Payne.
Nacionalidad: EE.UU. Año: 2013. Género: Comedia dramática.
Premios: Mejor director en el Festival de Berlin. Sección official de Sundance.
Valoración: 7
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«Prince Avalanche» es el remake de la película islandesa «Either Way (Á annan veg)» de Hafsteinn Gunnar Sigurðsson en 2011.
En pleno verano del 88, Alvin (Paul Rudd) y Lance (Emile Hirsch) deben acometer una pesada tarea: volver a pintar las líneas de una carretera en medio de un desolado bosque de Texas devastado por un incendio. La relación entre ambos dará pie tanto al humor como a la nostalgia, en una lánguida e hilarante road movie a pie, bella, divertida y con toques fantasmagóricos.
En la película podemos ver un mano a mano entre Paul Rudd y Emile Hirsch, este último es su cuñado y está ahí más que nada para que aprenda a ser responsable, a pesar de que ya tiene una cierta edad. Alvin está allí ganándose el pan y «estudiando» a través de cintas de casete para hacer un viaje a Alemania para establecer su vida allí junto a su novia Madison, cuando no está pintando líneas en la carretera está escribiéndola, leyendo, observando… siempre ocupado. Por su parte Lance sólo piensa en «arrimar su hombrecito» a alguna chica, ya que la naturaleza le pone cachondo.
Ambos protagonistas se pasan la película prácticamente mano a mano, pintando líneas en las interminables carreteras que se extienden a lo largo y ancho de Texas, mientras reflexionan sobre sus vidas. Al principio la relación será muy tirante, con cortes de uno a otro pero poco a poco confiarán el uno en el otro. La naturaleza les unirá o los separará para siempre. Mientras que por un lado tenemos a Alvin/Paul Rudd, un hombre con principios, que disfruta de la soledad, que vive en la naturaleza, montando su propia tienda de campaña, cazando y pescando para sobrevivir. En contrapartida está Lance/Emile Hirsch un Nini de la actualidad, cambiante, que si no liga no se siente bien, fiestero, que ansía estar de nuevo en su hogar.
David Gordon-Green hace suya esta historia, originalmente islandesa, llevándola desde el gélido paisaje, al interior más árido y remoto de Estados Unidos. Esta película podríamos considerarla una especie de road movie, ya que están de allí para acá con su tienda de campaña y sus chismes, pero aparte también es una película filosófica, que coquetea con el humor absurdo, con una fotografía y paisajes muy visuales, también toca lo surrealista, la soledad, el dolor, el amor, la distancia, el enfado… una exquisitez dual al más puro estilo indie.
En definitiva, he leído muchas opiniones contradictoras, pero creo que la película está bien. No es la perfección indie, pero Paul Rudd y Emile Hirsch hacen un buen trabajo, como mucho feeling para calzar esta historia de soledad y amistad. Por lo tanto un 7 sería la nota que le pongo, ya que las interpretaciones son buenas y una banda sonora muy acertada, sin olvidar la magnífica fotografía.
Lo mejor: el desmadre de Alvin y Lance tras unas copas de más.
Lo peor: que si no te gusta este tipo de cine y no te metes de lleno al final lo ves como una pérdida de tiempo.
Crítica: María José Díaz-Maroto García
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