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Título: Al filo de la mañana (Edge of Tomorrow)
Director: Doug Liman
Guión: Dante Harper, Joby Harold (Cómic: Hiroshi Sakurazaka)
Reparto: Tom Cruise, Emily Blunt, Bill Paxton, Brendan Gleeson, Charlotte Riley, Lara Pulver, Jonas Armstrong, Lee Asquith-Coe, Tony Way, Kick Gurry, Dragomir Mrsic, Franz Drameh, Deborah Rosan, Natasha Goulden, Jeremy Piven
Duración: 113 minutos
Año: 2014
País: EE.UU.
Música: Christophe Beck
Fotografía: Dion Beebe
Género: Ciencia-Ficción, Acción
Productora: Warner Bros. / Village Roadshow Pictures / 3 Arts Entertainment / Viz Media
Distribuidora: Warner Bros. Spain
Doug Liman se atreve con un juguetito que, al igual que le ocurre a su protagonista varias veces a lo largo de la película, en manos de otro podría haberles explotado en toda la cara.
Es extraño que, siendo uno de los referentes básicos para la mayoría de estudios dedicados a la teoría del guión, la repetición diaria del día de la marmota de la maravillosa “Atrapado en el tiempo” (Harol Ramis, 1993) no haya tenido más revisiones dentro del mundo del cine. En esta obra, los guionistas y el director, parten de la misma idea de vivir una y otra vez el mismo día pero contextualizando la historia dentro del género sci-fi pero, además, dotando a la trama de un contenido que se reinventa una y otra vez en cada día vivido.
Gracias a la dosificación de información que solo el personaje que interpreta Tom Cruise conoce totalmente y que nosotros, como espectadores, desconocemos parcialmente, Doug Liman consigue que entremos de lleno en la alucinante narrativa con invasiones alienígenas de por medio. Consigue crear mucha intriga y que queramos saber qué es lo que va a pasar. El símil más claro es el de los videojuegos. A base de jugar una y otra vez la misma partida, vamos averiguando cuáles son los mejores movimientos para volver a emplearlos una y otra vez hasta llegar a conseguir el objetivo final.
Además de los géneros: el thriller, invasiones extraterrestres, action movie y viajes temporales; que se unen y se entremezclan a la perfección, hay referentes claros y muy agradecidos porque también saben combinarse a las mil maravillas. Desde la ya citada “Atrapado en el tiempo” a “Aliens” (James Cameron, 1986), “Starshiptroopers” (Paul Verhoeven, 1997) y, sobre todo en las secuencias de ataque en la playa, al desembarco de “Salvar al soldado Ryan” (Steven Spielberg, 1998). Y, encima, hay mucho humor.
Liman consigue convertir la tragedia en comedia pero también hay cabida para los momentos dramáticos, aunque agradecidos porque son los que menos, casi siempre interrumpidos por la acción alienígena o algún balazo que termina en la cabeza de Cruise. Si te gusta el actor estás de suerte porque la verdad es que lo hace francamente bien, además, le vemos metido en la piel de un personaje diferente a sus habituales registros, un cobarde que grita como un gallina a la primera de cambio. Si, por el contrario, eres de los que odia al actor también estás de suerte porque muere tantas veces que te lo pasarás en grande viendo cómo se las ingenian, una y otra vez, para acabar con él. Y qué decir de Emily Blunt, dota a su personaje de una serenidad tan convincente que a partir de ya está clarísimo lo gran actriz que es y que llegará a ser.
Estamos ante uno de esos blockbusters que abrazas con una sonrisa inmensa. Un brutal disfrute veraniego que, durante las casi dos horas que dura, te dejará sin aliento hasta su resolución final, otro de sus puntos fuertes.
Crítica: Antonio Garrido
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