Se buscan voluntarias para probar algo nuevo

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A pesar de lo sugerente que pueda parecer el título, no tiene nada que ver con lo que están pensando vuestras mentes calenturientas, ¡guarruzas! Tampoco soy yo el que las busca, sino el experto genetista molecular George Church que busca a una mujer que quiera concebir a un bebé neandertal.

No os frotéis los ojos que no habéis leído mal. Los últimos avances en genética han podido reproducir el genoma de esta especie de homínidos desaparecida hace unos 28.000 años. Y como no tenemos una Neandertal a mano, pretende crear un embrión a partir de una célula sintética con su ADN e implantarlo a un ejemplar femenino de Sapiens ¿recordáis la película de Parque Jurásico? Pues viene a ser algo parecido, sólo que en vez de utilizar lagartas para inseminar aquellas criaturas se necesitan mujeres para estas otras. Aquí me salía un chiste fácil sobre si seguirían utilizando lagartas pero no quiero que mi mujer me meta con la sartén en la cabeza por deslenguado.

Algunos especialistas en genética molecular como Salvador Macip o el investigador del CSIC Antonio Rosas tras ser entrevistados en el programa de Luis Herrero (para escuchar el Podcast, pincha aquí) dudan de la posibilidad real de que se pueda llevar a cabo por las dificultades técnicas del proyecto, amén de las cuestiones éticas de clonar a un ser humano ya que gran parte de la comunidad científica no es partidaria y las leyes actuales lo prohíben.

Pero vamos, pongamos por supuesto que esto es posible y que al final consigue su Neandertal. ¿Y qué hacemos con él? ¿Lo metemos en un piso o en el zoo? ¿Le damos trabajo o lo amaestramos para que nos de la patita? Y lo más importante de todo esto ¿para qué demonios serviría eso? Si el tal señor Church quería ver comportamiento primitivo en estado puro, le aconsejo que se pase por un campo de fútbol  y verá en lo que se convierte una persona cuando se deja llevar por sus instintos.

Al fin y al cabo se trata de un ser humano, con una morfología más primitiva si cabe, pero con nuestras mismas emociones y sentimientos, y no creo que la idea de los investigadores sea tener a nuestro pobre amigo encerrado toda la vida en un laboratorio. Tendrá que salir a pasear para relacionarse con sus semejantes –es un decir– si no quiere acabar igual que el personaje de la película de ciencia ficción “El hombre de hielo” (Iceman, 1984) dirigida por el director estadounidense Fred Schepisi e interpretada por Timothy Hutton entre otros. A modo de resumen una expedición científica encuentra congelado a un neandertal de unos 40.000 años  al cual consiguen revivir, lo meten en una jaula y lo estudian pero el hombre no es tan tonto y las cosas no salen como quieren los investigadores.

Pero eso era con un espécimen de la época, nuestro Neandertal tendría una escala de valores propia de nuestra sociedad y no sufriría ninguna empanada mental. Bueno, a lo mejor costaría hacerle entender por qué pintar las paredes con garabatos en su época no es lo mismo que pintarlas ahora, y que a pesar de que en arte en piedra entienda más que algunos artistas actuales, si no tiene la publicidad adecuada no vale nada. Y hablando de valor, dudo mucho que alguien así no intentara rentabilizarlo de alguna manera ¿Qué mejor cosa que llevarlo a televisión?

A ver, el hombre guapo no es ni metrosexual, y tan velludo que sería la pesadilla de cualquier esteticien, pero para el programa de Telecinco Hombres mujeres y viceversa encaja a la perfección.

Aquí los hombres cortejan a las mujeres intentando demostrarse entre ellos quién la tiene más grande, a quién se le marcan más las abdominales, quién se mira más horas delante del espejo sin pestañear o quién ha usado más mujeres que kleenex. Ellas compiten por quién usa la minifalda más corta, el escote más generoso,  las pechugas más abultadas o quien es la más pu… pura e ingenua. Nuestro amigo no precisa de eso porque dando hostias se quedaría solo, que para eso tiene el tórax más ancho y corpulento que todos ellos juntos. Que sea feo no importa, a esas chicas les gustan los tipos duros.

O sino en debates televisivos. Aunque digan que los Neandertales sólo podían emitir algunos sonidos, se le entendería mejor que a muchos colaboradores del Sálvame que hablan todos a la vez y a gritos. Y tampoco estaría nada mal que repartiera algunas hostias a algún colaborador, a ver si hay suerte y le quita la tontería.

Probablemente esto no ocurrirá jamás, y más cuando el famoso genetista ha dicho recientemente que la revista Der Spiegel malinterpretó sus palabras y en donde dice digo, digo Diego, achacándolo a un problema de la traducción.

Lástima, porque me voy a quedar con las ganas de verlo en acción. Y no se piensen a pesar de lo que digo en los artículos que menciono a Telecinco que tengo manía a este canal. Simplemente pienso que hay programas mejores para perder el tiempo.

No, no me refiero a los documentales de la 2…

 

Autor: Miguel Soria López

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