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El foco principal de toda teoría educativa ha de ser el estudiante y es por ello que el auge de las TIC en nuestros días, hace que la interacción entre el docente y el alumno evolucione de las primeras relaciones epistolares, a lo que hoy conocemos, manejamos y está cada vez más en auge, la educación a distancia.
Este tipo de educación hace necesarias una serie de medidas para que los objetivos que persigue, se logren. Promover la accesibilidad, contribuir a la consecución de un sistema educativo mucho más personalizado y aumentar la flexibilidad de los sistemas de estudio, son algunas de ellas.
Como meta, ante la larga y empedrada senda que es este tipo de educación, hemos de partir del análisis del alumno y sus circunstancias (edad, nivel educativo, status social, tiempo para el estudio, etc.) Dichas características se convierten en auténticos condicionantes a la hora del estudio y es por ello que hemos de tenerlos en cuenta para un diseño curricular adecuado a las mismas.
Otro elemento clave es el docente y la relación que éste establece con el alumno, fundamentada, en la mayoría de los casos, en el diálogo. Aunque hay teorías que no creen que este tipo de comunicación aporte nada al estudio, otras lo ven como algo indispensable.
¿Y cuál es el nexo de unión entre el estudiante y el docente?, los recursos.
Las TIC, de uso diario y común en nuestros días, han puesto en comunicación a profesores y alumnos, con tráfico de información y un verdadero diálogo bidireccional, desterrando la idea de que la educación a distancia era una vía compensatoria para aquellos individuos “condenados” a no poder asistir a situaciones de educación presencial, haciéndola accesible y vivaz.
La universidad presencial, informada del auge de este tipo de enseñanza, ha adaptado sus recursos y promueve la utilización de nuevas tecnologías por parte de su profesorado en la comunicación con los alumnos y entre ellos mismos y la institución, aunque se sigue considerando la educación a distancia como un complemento a la enseñanza presencial y no como algo equiparable. El ritmo de vida actual, la necesidad e interés del ser humano por seguir formándose y las obligaciones que éste tiene contraídas, hace necesario este tipo de educación que sortea obstáculos generados por los desplazamientos o falta de tiempo para la asistencia al aula. La instrucción a distancia y virtual hace necesario una construcción del aprendizaje por parte del alumno, responsabilizándose éste de las tareas a desempeñar, plazos y resultados.
Es por ello que debemos saber que los modelos virtuales fracasarán si nos limitamos a copiar los presenciales, sin atender a una adaptación que persiga los mismos fines pero recorriendo otros caminos.
Se debe además realizar un esfuerzo para alcanzar estándares de calidad que permitan establecer criterios para equiparar la educación a distancia con la que no lo es. Se han de consensuar, junto a la universidad presencial, plataformas con criterios comunes de calidad, salvando siempre la idiosincrasia de cada una de las instituciones.
Como ciudadanos, docentes o instituciones, no podemos desaprovechar las oportunidades que se nos ofrecen, canalizadas a través de la educación a distancia. A nuestro alcance existen alternativas de formación adecuadas a nuestras inquietudes, necesidades y ritmos de vida que han de avalarse curricularmente desde las entidades educativas.
La educación de hoy en día ha de dar un mayor margen de actuación y respuesta a las necesidades sociales del alumnado, respondiendo a los conflictos que se puedan plantear y acompañándolo en la senda de su formación, sin agobios, sin atropellos, sin horarios, con plazos más laxos y sin presiones, más allá de las que cada uno de nosotros queramos o podamos auto-imponernos.
Hagamos que la educación sea un disfrute, no una obligación y si es esto último, que sea lo más apasionante y accesible posible.
Referencias
Sangrá Morer, Albert (2002) Revista de Docendia Universitaria.
www.uned.es
www.uoc.edu.es
Redacción: Laura Espasandín
las tics deben de ser un apoyo a la educación y por lo mismo es una herramienta para el profr. que se va a dedicar a guiar al alumno en el proceso enseñanza aprendizaje con toda la multimedia a nuestro alcance