Cristinita

La clase política es muy curiosa, ya que algunos personajes son dignos de estudio. Sabemos que ciertos mandatarios manejan los medios para favorecer su imagen. Por eso unos aparecen por […]
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La clase política es muy curiosa, ya que algunos personajes son dignos de estudio. Sabemos que ciertos mandatarios manejan los medios para favorecer su imagen. Por eso unos aparecen por televisión cuando hay una catástrofe humanitaria paseando entre escombros, con un casco en la cabeza y saludando damnificados. Otros, su lado más familiar enseñando a las cámaras como hacen jogging por el parque, como son sus vacaciones, como llevan los niños al colegio, o como van al DIA a comprar papel higiénico. La cuestión en definitiva, es cuidar su imagen.

Lo que ya no me esperaba, es que alguien fuera capaz de presentar en un acto público, una muñeca de trapo a su imagen y semejanza. En una ceremonia de entrega de documentos de identidad a personas que cambiaron de sexo en la Casa Rosada, la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner mostró  a los medios a Cristinita, una divertida muñeca que tiene el brazo izquierdo levantado a modo de saludo, viste de negro y le mide treinta centímetros. Doy por supuesto que habéis entendido que los treinta centímetros hacen referencia a la altura de la muñeca, no que haya aprovechado la ceremonia para hacer un guiño a los presentes, cambiando también el sexo a Cristinita. Por lo demás, es idéntica a ella. O casi, porque en el diseño de la carita han tenido que reducir el tamaño de los labios con respecto al modelo natural de la presidenta. Asustaba a los niños.

No está confirmada esta noticia, pero creo que esta prevista su distribución para el mercado español una versión  vestida con un mono de color naranja y blanco, y en vez de llevar colgado un bolso, llevaría una manguera con un surtidor de gasolina. O en su defecto, una bombona de butano. En España sería todo un exitazo la muñeca. De hecho, ya me la veo por todas las ferias este verano, al lado de la muñeca chochona y el perro piloto.

Y ya puestos, como la presidenta argentina tiene un gran sentido del humor, en el mismo acto comentó que también hay muñecos de su difunto esposo Néstor Kirchner, del presidente de Uruguay José Mujica, de Venezuela Hugo Chávez y de otros personajes políticos de la región.

Aquí le teníamos que copiar la idea, y hacer muñecos de trapo de nuestros gobernantes y políticos ¿Os imagináis tener un Marianito, o una Mari Loli de Cospe en vuestras manos? Se venderían como rosquillas, ya que el primero recuerda a un geyperman y la segunda, a la Nancy. Y lo mismo digo si fueran otros personajes de la clase política española ¿Quién no se compraría uno?

Además, sería bueno porque a nosotros nos gusta mucho la fiesta, y si  juntamos el Halloween del uno de noviembre, con la británica noche de Guy Fawkes del cinco, nos lo pasaríamos pipa echando a la hoguera los muñecos de trapo de nuestros políticos favoritos. Aunque habrá gente que preferirá guardarse el suyo en casa. Pero dudo mucho que sea por apego, más bien porque con lo aprendido en sus vacaciones por Haití, practicaría sus nociones de vudú con el mismo. Supongo que por curiosidad, claro…

No pretendo ser agorero, pero estoy por decir que finalmente, los muñecos de trapo de los personajes políticos españoles no saldrán a la venta finalmente. Es más, ni siquiera llegaran a fabricarse. La mayoría de estos se estropearían a las pocas semanas y olerían fatal.

Lamentablemente… con tanto político corrompido, lo normal sería que su muñeco acabe igual.

 

Autor: Miguel Soria López

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