Que en tiempos de crisis, la iniciativa privada busque ideas originales para llamar la atención sobre un determinado producto me parece genial. Quizás es estos momentos es cuando la creatividad brilla. Lo novedoso se vende siempre.
Aunque esto no vale para todos por supuesto, ya que algunas creativos se estrujan las neuronas para nada, ya que no entiendo muy bien para que deba servir un féretro con altavoces y música que ha diseñado un ciudadano sueco. Según dice el propietario de la tienda de música que tuvo la brillante idea, los altavoces se conectan a una lista de música que se puede ir actualizando para ir entreteniendo al fallecido y daría consuelo a los parientes.
Yo me fío de la agencia Reuters, pero de la traducción al castellano…porque eso de entretener al difunto no parece que sea un comentario adecuado para una mente lúcida. Una cosa es que crean en la existencia del más allá o en una vida después de esta, y otra es ponerle el Gangnam Style o lo último de Melendi al finado por si se aburre. Me imagino que los argumentos para convencer a los posibles compradores son harto convincentes: ninguna reclamación por parte de los usuarios. Satisfacción garantizada al cien por cien.
Como uno es de mente curiosa -no se me cayó el pelo en vano- estuve investigando por internet que otras curiosidades hay en el mercado además de féretros con hilo musical o listas de Spotify, y me sorprendió ver la cantidad de empresas o particulares que se dedican a la personalización de féretros por todo el mundo: En Ghana
puedes ser enterrado dentro un bogavante gigante, una botella de cerveza o en una cámara de fotos, en Argentina con los colores del Boca Juniors o River Plate, en Singapur una fundación propone motivos florares y alegres diseños y en Reino Unido…cualquier cosa que puedas llevar puesta.
Las propuestas de los británicos de Creative Coffins no llegan al atrevimiento artístico de los Ghaneses, porque sin perder el aspecto clásico de lo que es un féretro han conseguido un amplio catálogo de propuestas para escoger la que más se acerque a los gustos del cliente. En catálogo existe una amplia gama, pero si alguien requiere algún tipo de personalización especial, la empresa atiende cualquier petición.
Me considero una persona divertida, pero que me entierren dentro de una caja con aspecto de caja de palomitas me da cierto repelús ¿Qué me están diciendo, que soy una palomita gigante? Teniendo en cuenta que me van a comer pueeeeeees no sé…me parece de bastante humor negro.
En otro me viene la imagen de Forrest Gump sentado al banco con su caja de bombones y diciendo aquello de “Mama siempre decía que la vida es como una caja de bombones, nunca sabes cuál te va a tocar” pues anda hijo, ten cuidado con esta caja que dentro han cambiado el chocolate por un fiambre.
La verdad es que no sé si decir que así da gusto morirse o que es para morirse de risa, pero lo que tengo claro es que cuando me toque a mi quiero que me incineren y tiren las cenizas por el desagüe. No quisiera que algún miembro de mi familia por hacer la gracia me metiera dentro de una caja con forma de peine.
Apenas lo he visto en vida, menos lo quiero ver en muerte
Por Miguel Soria López
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