Adivina, adivinanza

Ya está aquí, ya llegó. La Eurocopa 2012 ya está en marcha. Ahora no se habla de  rescates financieros, de prejubilaciones multimillonarias de directivos bancarios ni de la prima de […]
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Ya está aquí, ya llegó. La Eurocopa 2012 ya está en marcha. Ahora no se habla de  rescates financieros, de prejubilaciones multimillonarias de directivos bancarios ni de la prima de riesgo. Sólo importa saber si España conseguirá su segunda Eurocopa consecutiva, algo que no ha conseguido nunca ninguna selección.

Pero como todo acontecimiento futbolístico que se precie, necesita una mascota que pronostique los resultados ¿recordáis al malogrado pulpo Paul? ¡Pero qué bicho más listo! En lo que respecta a los  aciertos los clavó. Cosa que por cierto no harán muchos europeos, ya que con tanto futbol pocos clavarán nada. Ya se pueden poner las chicas toda la lencería del mundo, que para piernas la de nuestros delanteros ¿Que se ponen en pelotas? Para pelotas las del europeo de fútbol. Estas tres semanas los que van a poner de excusa el dolor de cabeza somos nosotros.

¿Qué, a que jode que te digan que no, a que jodeeeeee?  Hala, ya podéis comprar chocolate por kilos, que lo primero es lo primero.

Nos gusta lo que nos gusta y como dijo Vujadin Boskov: fútbol es fútbol. Con respecto al animal pronosticador ya tenemos mascota. O mejor dicho mascotas, porque oficialmente hay una, pero como los países organizadores son dos, ambos han propuesto la suya. Por parte de Polonia la elefante Citta, huésped del zoológico de Cracovia y por parte ucraniana el cerdo Khryak. Como la imaginación para estas cosas no es mucha, el sistema empleado es bastante simple: En el caso de la elefanta le ponen unos melones debajo de cada bandera y el que se come, es el país que gana. Al cerdo no le ponen melones, si no dos platos con su comida favorita y sendas banderas y al igual que su amiga paquiderma, del que come gana.

La formación deportiva de Citta la desconozco, pero la del cerdo Khryak es bastante surrealista. Dice su cuidador que estas últimas semanas se ha dedicado a ver partidos de fútbol y dice éste que el cerdo es de buen carácter, alegre y aficionado al fútbol. Y que disfruta viendo la televisión.

Ahora mismo me lo estoy imaginando. Su dueño y él tumbados en el sofá cerveza en mano, pizza en la mesita y gritando e insultando al árbitro. No parece que sea nada extraño, no debe ser el primer cerdo que le gusta ver fútbol. Y ya debe ser la hostia si gana su equipo. Los dos en la calle gritando como animales aquello de ¡¡¡campeooooneeees, campeooooneees, oooeeee, ooooeeee, oooeeeee…!!!

Tal vez sean buenos adivinos el cerdo Khryak y la elefanta Citta, pero sin tener capacidades especiales yo puedo pronosticar qué será de ellos en un futuro cercano. Uno acabará convertido en jamones, morcillas y embutidos, y en cuanto a Citta… dependerá de lo cerca que esté nuestro rey de la elefanta.

Está de moda que los animales pronostiquen aciertos deportivos. ¿Y porque no lo llevamos a televisión? No digo que sea al estilo de la mula Francis, a la del perro Rin-tin-tín o la perra Lassie. Para despejar las dudas que están surgiendo en las mentes de algunos, puedo asegurar que Lassie no tiene ningún parentesco con Lass. Por mucho perro de presa que sea el jugador del Real Madrid, dudo mucho que sus inclinaciones sexuales vayan por ahí.

Estas mascotas fueron estrellas televisivas en su momento, cierto, pero yo me refería a algo más prosaico y rentable: presentar los programas del Tarot de madrugada televisiva. Yo propongo sustituir a videntes como Sandro Rey por un burro y a Silvia Raposo por una lagartija. Dicho esto con todo mi respeto a estos animales, pero dada la capacidad de acierto de ambos no me extrañaría que lo hicieran mejor el burro y la lagartija.

Que no se me ofendan estos videntes, pero ya saben que en la televisión nada dura eternamente.

Salvo la Belén Esteban, y la ordinariez.

 

Autor: Miguel Soria

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