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Título: 3 días para matar (3 days to kill)
Director: McG
Guión: Adi Hasak, Luc Besson
Reparto: Kevin Costner, Amber Heard, Hailee Steinfeld, Connie Nielsen, Richard Sammel, Eriq Ebouaney, Tómas Lemarquis, Big John, Rupert Wynne-James, Peter J. Chaffey, Philippe Reyno, Eric Supply
Duración: 113 minutos
Año: 2014
País: EE.UU.
Música: Guillaume Roussel
Fotografía: Thierry Arbogast
Género: Thriller, Acción
Productora: EuropaCorp / Relativity Media
Distribuidora: Tripictures
El director de cine con nombre de rapero, perpetrador de absurdas (y malas) películas como las dos últimas adaptaciones de “Los ángeles de Charlie” (chillonas y para chimpancés puestos de anfetaminas) o “This means war” (sonoro y ridículo insulto a la comedia de acción), llegó a los cines españoles con su nueva película “3 días para matar (3 Days to Kill)”. Esta es la historia de un ex-agente de la CIA, Ethan Renner (Kevin Costner) con una enfermedad terminal que busca, en sus últimos días, arreglar su relación con su mujer y su hija adolescente (Connie Nielsen y Hailee Steinfeld, respectivamente) residentes en París. Allí, una ayudante de sus jefes en la CIA (Amber Heard) contacta con él y le ofrece un tratamiento químico para su enfermedad a cambio de que encuentre y mate a uno de los terroristas más importantes del momento, The Wolf.
McG se las arregla para mezclar en una sola película una cantidad ingente de géneros cinematográficos: drama, comedia familiar, thriller, espionaje, acción. Aquí está el primer paralelismo con el último filme de Luc Besson (guionista de “3 días para matar”) “Malavita”. Pero donde esta fallaba y encontraba en la cohesión entre géneros su principal problema, McG cumple y nos entrega un cóctel disfrutable. En ella, hay momentos de humor inspirado, las escenas de acción, sin ser lo mejor del género, cumplen, y el drama familiar nos hace congeniar con los personajes (sobre todo con el de Costner) y genera una empatía difícil de encontrar en películas del tipo de “3 días para matar”. También, como en el filme de Besson el reparto está repleto de caras ya conocidas (Costner, Nielsen, Steinfeld y Heard) que en cierto modo sustentan parte del peso de la trama.
El personaje de Costner, Ethan Renner, es algo así como un James Bond en edad de prejubilación, poco sonriente, barbudo, impecable asesino de los enemigos del gobierno, y en busca de la redención familiar antes de la muerte que se acerca a velocidad alarmante. Es, también, un hombre cuerdo en un mundo de locos. Su relación con Zooey, su hija, interpretada por Hailee Steinfeld, está profundamente degradada por un trabajo que le absorbe las 24 horas, y no ayuda la actitud de esta que, en plena adolescencia, es una niña engreída y dramática.
Las dos mujeres que ocupan la vertiente más romántica de la vida del personaje de Costner son ambas muy diferentes. Con su ex-mujer, Christine (una Connie Nielsen que flojea ante Costner), busca algo más, reparar el daño que ha hecho la inteligencia americana en su relación previa. Es la mujer que ama y ha amado, y todo parece apuntar que la seguirá amando para siempre. En cambio, su jefa Vivi, una bellísima Amber Heard que coquetea claramente con él, es el arquetipo de femme fatale. Una agente de la CIA que opera desde los lugares más bizarros: un club de strippers, una habitación con peceras gigantes y camas redondas… Un personaje que no pertenece al mismo mundo que Christine, ni siquiera al de Ethan.
En los apartados puramente técnicos, la fotografía de Thierry Arbogast tiene muy poca cosa remarcable (sólo los lugares de reunión entre Heard y Costner tienen un bonito juego de rojos y negros), y la banda sonora juega al choque de contrastes entre los diferentes mundos de Ethan y su hija.
Pero donde sobretodo falla la película es en la absurda e inverosímil propuesta del argumento, y en los continuos agujeros de la trama. Eso sí, si somos capaz de abstraernos y no pensar en ellos, la diversión está más que asegurada. Aún siendo un producto tremendamente olvidable (no destaca ni por su buena calidad, pero tampoco por la mala), “3 días para matar” es una muestra más de cine de evasión y es otro título más que engrosa la lista de filmes de un 2014 que, por ahora, se presenta bastante flojo cinematográficamente.
Lo mejor: no aspira a ser más de lo que es, puro cine de evasión con acción y comedia. McG sabe explotar el carisma desbordante de Kevin Costner que aquí sorprendentemente cumple en un papel que tampoco le exige mucho. Lo peor: absurda, incoherente e inverosímil a partes igualmente desesperantes.
Crítica: Pol Llongueras
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