Estamos a punto de comenzar la semana del Día del Libro o de Sant Jordi. Y no nos conformamos con un solo día. Queremos más, así pues, hemos alargado nuestras lecturas a toda la semana. En este artículo vamos a recomendaros siete libros de siete editoriales diferentes. Siete joyas literarias que hemos seleccionado cuidadosamente para daros ideas para vuestras próximas lecturas. Además podemos aprovechar para adquirir los libros que más nos gusten con descuentos especiales en las distintas librerías por ser estos días la celebración del día del libro. ¡No tenemos excusa!
Nuestra primera recomendación es de la Editorial Funambulista, que en su colección de Grandes Clásicos ha editado recientemente Un cuento de enfermera, de Louisa May Alcott. Nos sorprende esta autora, a la que conocemos por Mujercitas, con un cuento de suspense. Si la moralizante Mujercitas no te llegó a entusiasmar, estamos seguros que en este nuevo registro encontrarás algo que te sorprenderá. La protagonista, enfermera como la propia Alcott lo fue, entra a trabajar en casa de los Carruth para cuidar de su hija, que padece una enfermedad mental. Pero se empieza a dar cuenta que dentro de esa familia hay secretos que no quieren que salgan a la luz. Es entonces cuando empieza a investigar por su cuenta, intentar averiguar lo que sucede allí, y qué esconde su vecino Steele en realidad. Un cuento que sorprende primeramente como decíamos por ser la autora de Mujercitas, algo totalmente diferente. La técnica es asombrosa, se podría decir que es como si se hubiera dedicado a escribir este tipo de libros siempre. El misterio que rodea a esta historia no termina hasta el final inesperado, haciéndonos dudar de todos y de todos. Un libro de prosa ingeniosa y de intriga cuasipolicial. Y todo ello enmarcado en una edición de las que nos gustan a los lectores, tapa dura, sobrecubierta rugosa y preciosa portada, y detalle de marcapáginas de tela. No se puede pedir más.
La segunda recomendación es de la Editorial Páginas de Espuma, que tan buenos libros estamos viendo que edita. En este caso vamos a recomendar una obra que sabemos que va a hacer que muchos la apuntarán para Sant Jordi: el primer tomo de lo que será una colección de cuatro, de Cuentos Completos, de Chéjov, edición de Paul Viejo, en tapa dura y marcapáginas de tela. Ees la primera vez que se reúnen todos los cuentos de Chéjov en nuestro idioma, y se agradece: de este autor es difícil sacar una antología. En este primer libro tenemos su narrativa desde 1880 a 1885, y se irán publicando uno por año. El año pasado ya se publicó éste, por lo que este año podremos disfrutar del siguiente, esperamos que dentro de poco. Quien haya leído algún cuento de Chéjov, se habrá dado cuenta de que se le podría considerar el padre del cuento, el maestro del relato. Cuentos que tienen una emoción intensa en cada historia que nos relata. Sería algo imposible elegir los mejores entre los que se publican en este tomo, aunque podemos resaltar Las islas voladoras, El pícaro, La lectura, Sueño o El hombre y el perro. Esa forma sencilla de relatar lo complejo del ser humano tan propio de Chéjov, algo que siempre se le criticó en su época y que tanto se aprecia en la actual. Sabe como nadie reflejar la psicología de cada personaje, describir los sentimientos y emociones, por muy complicadas que puedan ser. Podemos comenzar esta semana con estos 240 cuentos, a la espera del siguiente tomo.
Nuestra tercera joya es también en tapa dura, con marcapáginas de tela y además la editorial incluye una lámina reproduciendo la portada y un marcapáginas de cartón como regalo. Exacto, hablamos de la Editorial d’Época, y en esta ocasión os recomendamos su novedad El inocente, de Gabriele D´Annunzio. En esta ocasión tenemos una historia de celos y venganza, de infidelidades. Tullio es un aristócrata italiano que empieza a sospechar que su mujer, que siempre ha sido bondadosa y sumisa con respecto a las infidelidades de él, puede que haya copiado el ejemplo y le esté siendo infiel con otro hombre. Tullio enferma de celos y decide vengarse, con unas consecuencias terribles. Este autor que los editores rescatan en nuestra lengua, retrata aquella sociedad de finales del siglo XIX, tan cortés y comedida de cara a la galería, pero tan libertina y extravagante cuando no se sienten observados. En su época se tachó esta novela de inmoral. Puede que fuera debido a que los críticos consideraban que la hipocresía reflejada en la historia, estaba muy cerca de retratar una parte de la sociedad que nadie quería que fuera descubierta.
Y ya estamos por el cuarto libro de nuestras recomendaciones. Toca el turno de hablar de Ediciones Alfabia, de donde hemos elegido Crónicas de Nueva York, de Maeve Brennan. Publicado hace ya tres años, es un libro que se puede, y se debe, releer. Brennan era todo un personaje neoyorkino, con un triste final. Inteligente, culta, una escritora rigurosa con una prosa chejoviana, como se indica en el prólogo de Isabel Núñez, la traductora de esta edición. Pero aparte de todo eso, también era bonita, con un gusto exquisito para la moda (en el mismo prólogo se pregunta si no habrá sido Brennan la que inspirara a Capote y más tarde a Edwards para Holly de Desayuno con Diamantes). Acabó viviendo en la calle, y murió en un asilo en 1993. Queríamos hacer un breve repaso de su vida, porque de ese terrible final, contrasta llamativamente el compendio de crónicas y descripciones de la vida y las gentes de Nueva York que se reúnen en esta obra. Era única para plasmar en papel lo cotidiano y convertirlo en algo bello. Nueva York no vuelve a ser lo mismo después de leer a Brennan. Cada rincón de la ciudad cobra vida de una forma distinta a como lo puede ver cualquier persona. Porque Brennan sabía reflejar la condición humana con inteligencia, y todo lo que otro podría considerar nimio y no darle mayor importancia, la pluma de Brennan lo convertía en algo maravilloso y peculiar. Qué tendrá esta escritora que todo aquel que se acerca a su prosa, quiere conocer más de la persona que hay detrás de esas certeras y sublimes crónicas.
El quinto libro que recomendamos para esta semana literaria es de esa editorial de libros rugosos y llamativas portadas, que rescata del olvido ya no solo grandes libros, sino obras de arte literarias. Por supuesto, se trata de Impedimenta. Queremos recomendar El fragor del día, de Elizabeth Bowen, cuya traducción ha corrido a cargo de Martín Schifino. Hace pocos días que está en las librerías, y sería la compra perfecta para este Sant Jordi sin ninguna duda. En el contexto de la Segunda Guerra Mundial, tenemos un Londres asediado que resiste como puede las incursiones nazis. De hecho, este libro fue escrito durante ese período, por lo que fue el libro que más le costó escribir. Una obra que hasta ahora no se había traducido a nuestro idioma y que Enrique Redel, editor de Impedimenta, ha querido rescatar para sus lectores y ya admiradores. La buena literatura es atemporal, y tenemos claro que una obra como ésta, tendrá una muy buena acogida, no puede ser de otro modo. Sstella, la protagonista, ve cómo su vida se derrumba igual que las casas londinenses de donde no ha querido irse a pesar de los constantes bombardeos, y es que Robert, el hombre al que ama, sospecha que se ha vendido al enemigo. No se puede dudar de que esta novela tiene un realismo espectacular, que nos hace oir caer las bombas como si nuestras vidas también corrieran peligro.
Nuestra penúltima recomendación es para una novedad que estábamos impacientes por traeros. Tenemos en la colección de Narrativa, de la Editorial Sexto Piso un libro que bien podría estar hablando de nuestra actualidad. Se trata de El patrón, de Goffredo Parise. Es un libro lleno de humor y fina ironía, en la que se critica el trato impersonal de los directivos de empresas hacia sus empleados, a los cuales se les trata como si fueran propiedad del mismo empresario incluso. Vemos que esto es algo a lo que están acostumbrados y que aceptan de buena gana. Siempre el ser humano adaptándose a lo peor sin tan siquiera levantar la voz. ¿A alguien le va sonando a algo que es de rabiosa actualidad? Parece como si desde el principio de los tiempos, el ser humano haya querido hacer distinciones y crear unas clases para hacer dueños y señores a unos, y sirvientes de por vida a otros. Cuanto más adentuado es este hecho, más se acostumbran unos y otros, dando como válida esta forma de vida. Puede que leyendo a Parise con esa forma de relatar un mundo imaginario pero tremendamente real, haya algo que haga despertar a las masas. Puede que lo hubiera escrito para eso mismo en su momento. Cojámoslo como ejemplo, no hagamos como el protagonista de El patrón, que se entrega a su nuevo dueño Max incluso con alegría por pertenecerle. Lo que se ha querido relatar como absurdo, no está tan lejos de nuestro presente. No podemos evitar pensar en el 1984 de Orwell, que tan acertado estuvo también con su novela. Parise nos da las claves de lo que estamos dejándonos hacer por las empresas, con nuestro absoluto beneplácito.
La última de nuestras recomendaciones es de una editorialde la que también nos gusta hablar, Rayo Verde, y una de sus novedades de este año, Era una broma, de Gabriel Josipovici. Atención al título, luego no nos llevemos las manos a la cabeza, porque cuando el autor avisa, será por algo. Lo que no es una broma es la calidad de la obra, por eso mismo lo hemos incluido en nuestras siete joyas literarias. Josipovici nos deja jugar con los personajes, con la trama, en donde podemos ver robos, intentos de asesinato o espionaje entre otros. Pero por más que juguemos a ser nosotros los detectives, no conseguimos desentrañar lo que el autor de la historia quiere reservarnos para el final. Aunque suene desesperante, es lo que todo lector busca encontrar en un libro cuando lo lee. Vamos avanzando en su lectura de sorpresa en sorpresa, y es un placer leer un libro que no deja de sorprendernos a la par que divertirnos. Son algo menos de doscientas páginas en las que podremos comprobar cómo Josipovici es un genio en el juego que nos propone, y nos dejamos llevar encantados. Plagado de diálogos ingeniosos que hacen que el libro nos lo leamos en apenas unas horas, acabamos encantados con ese imperativo de «sálvese quien pueda» que todos sus personajes parece que tienen como máxima.
