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Sección: Oficial Fantàstic Competició
Título: Coherence. Director: James Ward Byrkit. Guión: James Ward Byrkit. Reparto: Nicholas Brendon, Emily Foxler, Elizabeth Gracen. Duración: 89 minutos. Año: 2013. País: Estados Unidos. Fotografía: Nic Sadler, Arlene Muller. Productora: Ugly Ducking Films. Montaje: Lance Pereira.
Calificación personal: 8,5/10
En este festival, de entre múltiples sesiones y muchas horas de visionado, siempre acaban apareciendo y sobresaliendo joyas como este film. “Coherence” ha sido la primera (y seguro que no la última)
Algunos habían oído hablar de esta obra por su paso en otros festivales pero, al menos yo, no había tenido información de ella hasta el inicio de este y, de hecho, lo único que me atrajo la atención es que uno de sus protagonistas es Nicholas Brendon, uno de los míticos personajes de la serie creada en 1997 por Joss Whedon, ‘Buffy, Cazavampiros’. El no saber nada ha sido un gran punto a favor porque me he quedado atrapadísimo en la butaca con los ojos como platos e intentando comprender todo lo que el señor James Ward Byrkit crea con un presupuesto muy, muy bajo pero con un guión excelentemente escrito.
Un grupo de amigos de toda la vida se reúnen para cenar en casa de una de las parejas, esa misma noche, un cometa pasa cerca de la tierra y recuerdan como, en 1923, los habitantes de un pueblo de Finlandia quedaron completamente desorientados por el paso de una de estas enormes rocas cósmicas. A partir de ahí, tendrán lugar una serie de extraños acontecimientos que llegarán a replantear la vida de todos y cada uno de los personajes, ¿la historia se repite?
La trama se construye durante toda una noche y con un primer acto de presentación de personajes, relaciones y sub tramas entre ellos. Luego a partir de un apagón, empieza el juego. El guionista y director, James Ward Byrkit, elabora poco a poco un segundo acto en el que hay que estar muy atento para no perderse, en el que tienen cabida elementos de física cuántica como mundos paralelos, el experimento del gato de Schrödinger y/o, sobre todo, la confianza y/o desconfianza que empieza a generarse entre todos los personajes. Hasta que llegamos a un tercer acto en el que la historia se ha empezado a complicar, quizás demasiado, pero en la que todo empieza a cuadrar y en la que, finalmente e inevitablemente, amanece.
Una delicia y un ejemplo de cómo se elabora un guión para crear una película que, con pocos medios, puede llegar a ser excelente.
Redacción: Antonio Garrido
Enviado especial al Festival de Sitges
