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Título: Don Jon (Don Jon’s Addiction)
Director: Joseph Gordon-Levitt
Guión: Joseph Gordon-Levitt
Reparto: Joseph Gordon-Levitt, Scarlett Johansson, Julianne Moore, Tony Danza, Glenne Headly, Rob Brown, Brie Larson, Jeremy Luke, Italia Ricci, Amanda Perez, Lindsey Broad, Sarah Dumont, Sloane Avery, Eva Mah, Loanne Bishop
Duración: 88 minutos
Año: 2013
País: Estados Unidos
Música: Nathan Johnson
Género: Comedia
Productora: Relativity Media / Voltage Pictures / Ram Bergman Productions
Distribuidora: Wandavisión
El cine Indie suele ser un cine de muy buenas intenciones y dispares resultados. Esto último en realidad es un eufemismo para describir ese cine quiero-y-no-puedo que representa ese cine de presupuesto medio/bajo americano que mira con reojo al cine europeo o asiático. Y es que no se puede decir que se es independiente cuando se está siendo financiado por las productoras B de los grandes estudios. En este caso el dinero no lo han puesto las grandes productoras, pero sí que se lo han dado a tres grandes estrellas del firmamento hollywoodense, encabezados por Joseph Gordon-Levitt, asi que ya sabemos que el resultado es el mismo que el de ese cine “indie”.
Gordon-Levitt es un nombre conocido por todos aquellos aficionados al cine indie, ya que lleva desde los 10 años siendo una presencia habitual en los repartos de series y peliculas de todo tipo, aunque es en la última década cuando más nombre se ha hecho dándolo todo en producciones independientes y grandes films con pedigree. Ahora da el salto a la dirección de su primer largo. Evidentemente sus pasos van encaminados al cine también independiente, asi que el intérprete de “Origen” hace lo que mejor sabe, que es repetir lo que lleva haciendo todo este tiempo. Vamos que no innova nada.
Jon (Joseph Gordon-Levitt) es un tío muy de barrio, en este caso, del barrio italiano, y para él lo importante son la familia, la iglesia, el sexo, los colegas y, lo más importante de todo: ¡el porno! (sic!) Él es el rey de de su pequeña jaula, donde tía que se le pone a tiro, tía que se pasa por la piedra. Un día se presenta por su zona Barbara (Scarlett Johansson) una chica voluptuosa y manipuladora que pasa de él, algo que no le había ocurrido nunca. Él la busca con desesperación hasta que la encuentra y comienza una relación con ella, pero… el sexo con ella no es como en el porno, nada le hace disfrutar como el sexo online hasta que llega Esther (Julianne Moore) que no es ni remotamente la tia macizorra que busca, pero que …
El guión de esta historia pretende ser rompedor y provocador, pero realmente no es nada que no se nos haya contado antes. Si cambiamos el porno y la masturbación por el trabajo obsesivo del típico padre de familia, nos damos cuenta que estamos entrando en todos los tópicos habidos y por haber. La única diferencia es que esta película está indicada para espectadores de “Gandía Shore”. Cambiamos al tipico ejecutivo por un obseso del gym, tetas y coches y ya.
El giro de la película consiste en el hecho de que llega la mujer madura, con mucha vida a sus espaldas y cultura, que le enseña cómo salir de esa espiral de necedad que no hace sino seguir las pautas familiares establecidas por su padre Jon Sr. (un ridículamente maquillado Tony Danza) que podría ser un avejentado Tony Manero de “Fiebre del sábado noche” y que no es más que una sarta de clichés de sitcom barata.
Es cuando conoce bien a Esther cuando descubre la alegría de la vida, el amor y todo lo que decía que amaba, pero que realmente no disfrutaba. Vamos, que es la versión choni de “Mentiroso compulsivo”.
A pesar de mis primeros párrafos he de reconocer que el ex-niño prodigio ha hecho los deberes como director y sabe encuadrar, sabe cómo conducir una situación sólo con la imagen y ser sugerente, aunque abusa de ello. El repetir el ritual de apareamiento, el de entrenamiento, conducción, la iglesia cuatro veces ñprimero solo, luego con la maciza, otra vez solo y cabreado y finalmente compartiendo y feliz- no es un subrayado, sino un brochazo más bien gordo. Esto es perdonable, porque, por ejemplo Kubrick era muy partidario de esas cosas. El problema es que lo que en un principio es una apología de la testosterona sólo recomendable para los fieles seguidores de “Mujeres y hombres y viceversa” trata en su último tercio de ser una típica película ñoña de las que precisamente el protagonista se rie al principio. Sería loable el proceso de no ser porque la suspensión de incredulidad que provoca que un treintañero pajillero decida dejar todo su mundo por una cincuentona fumada es demasiado forzado y la conclusión no sólo precipitada sino ridícula. Y es que rehacer el mito de Don Juan, no es fácil.
Lo siento por Gordon-Levitt, puesto que sus esfuerzos son respetables, pero su película no es otro ejemplo más de buenas intenciones, ojo, con muy buenas interpretaciones, pero no pasará de ser una película más de entre ese montón de cine “Indie” que pasa tanto por las carteleras como por la memoria de puntillas.
Un 5 por el esforzado curro de dirección, las interpretaciones y por hacer una historia simpática, pero, la verdad, antes de ver la opera prima del niño de “Cosas de Marcianos” miraría todas las posibilidades de la cartelera.
Redacción: Juan Pablo Pérez Padial
