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Ficha técnica | Título: War Dogs. Director: Todd Phillips. Guion: Jason Smilovic, Todd Phillips, Stephen Chin. Reparto: Miles Teller, Jonah Hill, Ana de Armas, Bradley Cooper, Kevin Pollak, Shaun Toub, Brenda Koo, Ashli Haynes. Género: Comedia, Drama, Guerra. Duración: 115 minutos. Año: 2016. País: Estados Unidos. Fotografía: Lawrence Sher. Música: Cliff Martinez. Productora: Green Hat Films, The Mark Gordon Company. Distribuidora: Warner Bros Pictures España.
David Packouz (Miles Teller) no puede afrontar su vida económicamente, pero se reencuentra con su amigo de la infancia Efraim Diveroli (Jonah Hill), que lo introducirá en el mundo de tráfico de armas. Poco a poco, a través de contratos menores en una brecha desconocida del sistema, en plena guerra de Irak, van haciéndose un camino y a vivir con comodidad en Miami Beach. Y en 2007 se hacen con el mayor contrato visto, cuando el Pentágono les encarga un pedido masivo para suministrar armas a los aliados norteamericanos del ejército afgano. Y cuando están en medio de algo tan inmenso, es cuando descubren lo arriesgado y peligroso que es el mundo en el que andan metidos.
Un nuevo preestreno del que se me permitió disfrutar, esta vez de la comedia gamberra del final del verano, “Juego de Armas”. No sé vosotros, pero yo cuando voy a ver una peli así, ya me preparo mentalmente para no buscar algo que sabes que no te va a dar, vas a divertirte y a que te sorprendan, y ya. Con esto no quiero decir que en este caso estemos ante una mala película, pero tampoco es alucinante. Quizá es una intentona un poco a lo “El Lobo de Wall Street” pero quedándose más en un hermano pequeño. Lo que intento decir es que no es peor producto por ser una cómica aventura que no se toma enserio a sí misma, pero tampoco estamos ante una obra de culto o siquiera la comedia del año.
El consagrado director de comedia Todd Phillips, abanderado por la ya casi clásica trilogía “Resacón” vuelve a las andadas tratando una historia basada en hechos reales que nos da algo un poco más serio y grave, pero siempre presentando la carta de un humor sinvergüenza y bruto. Guionizada por el propio Phillips, Jason Smilovic, Stephen Chin y creada por el autor Guy Lawson, nos llega una historia alocada y de trastienda que aunque acaba sufriendo por alargarse de más, es muy entretenida y consigue que te importe saber qué ocurrirá con nuestro dúo protagonista. Mucho más fuerte cuando quiere hacerte reír que cuando intenta dramatizar, es una buena pieza del género que al menos en mi caso sorprende por ser mejor de lo esperado.
Sustentada principalmente por las actuaciones, tanto Jonah Hill –esa risa será lo que más os quede grabado de la peli– como Miles Teller se ven muy cómodos en su papel de jóvenes en un mundo demasiado adulto y turbio para ellos. Resultan grandes cómplices entre ellos y sobrellevan bastante bien el tono de la cinta, cada uno en su situación. Se les suma además un gran añadido como es Bradley Cooper, que a pesar de ser un papel bastante hueco siempre aporta su carisma y buen hacer dónde aparezca. El resto de secundarios ayudan a enfatizar en el tono de la película y a contar con gracia el argumento. Pero quien realmente me sorprendió por su aporte tan bien traído y por humanidad en algo tan surrealista es Ana de Armas, que parece que logrará hacerse su espacio en el cine estadounidense.
Como último punto a favor de esta gamberrada destacaré, y más que nada por gustos personales, la banda sonora elegida. Con un gran plantel de canciones seleccionadas y puestas en el momento adecuado, fue una de las cosas que hizo que me enganchara más a lo que veía y lo pasara de forma agradable. Desde “Fortunate Son” de Creedence Clearwater Revival, hasta temazos de Dean Martin, Neil Diamond o Rufus Thomas, a mí me pudo la música de la película.
Sabéis que no me gusta alargar mucho las críticas, así que resumo ya mi opinión. Una comedia que si la ves venir te divertirá un buen rato, te guste más o menos y que quizá hasta te sorprenda. Original por el tema que trata desde la perspectiva en que lo hace, pero sin ser una obra maestra ni desternillante. En mi caso, de 6’5/10 y te echas unas buenas risas con los colegas. Si no veis claro ya de entrada el ir a verla, no vayáis. Pero si queréis divertiros, siempre va bien ver que se sigue apostando en taquilla por comedias desairadas y más crudas.
Crítica: Dani Pereira
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