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Ficha Técnica | Título: Wild. Director: Jean-Marc Vallée. Guión: Nick Hornby (Autobiografía: Cheryl Strayed). Reparto: Reese Witherspoon, Laura Dern, Gaby Hoffmann. Duración: 119 minutos. Año: 2014. País: EE.UU.. Fotografía: Yves Bélanger. Productora: Fox Searchlight Pictures, Pacific Standard. Distribuidora: Hispano Foxfilm.
Esta es la segunda película que veo en poco tiempo sobre el autodescubrimiento o la necesidad de escapar para demostrarse a una misma algo, ambas protagonizadas por mujeres y ambas basadas en una autobiografía. La otra película de la que hablo es “Tracks (El viaje de tu vida)” protagonizada por Mia Wasikowska.
Tras una serie de trágicas experiencias personales entre las que destacamos su divorcio y la muerte de su madre, Cheryl Strayed (Reese Witherspoon) recorre en solitario más de mil kilómetros a través del desierto de Mojave en un intento de encontrarse a sí misma.
Hablaba antes de la sinopsis de “Tracks”, y la verdad es que aunque ambas películas tratan sobre el autodescubrimiento y la capacidad que le echamos a la vida, son totalmente diferentes. En la de Wasikowska, el reto del viaje es por probarse a sí misma, mientras que la protagonista de “Wild” es más una necesidad de huir de sí misma y de su tormento.
Reese Witherspoon se pone la mochila para recorrer más de 1600 kilómetros, con poco guión pero mucha presencia gestual, lágrimas, rabia, dolor, sufrimiento e idas y venidas… todo ello para ir enseñándonos poco a poco quién era, quién es y quién (o cómo) quiere ser. Pero no hay que olvidarse de Laura Dern, que a pesar de salir pocos minutos en pantalla, cuando lo hace es para dar un vuelco al personaje principal, enseñarle algo, y así seguir autodescubriéndose y/o redimirse paso a paso. Tanto Witherspoon como Dern están nominadas a los Oscar, mejor actriz y mejor actriz de reparto, por sus papeles en “Alma salvaje (Wild)”, cosa que no es tan descabellada una vez vista la película.
Sinceramente, este tipo de películas son muy difíciles de juzgar, porque no son mera invención de un guionista, dinero de unos productores, una actriz medianamente comprometida y ala, a intentar hacer caja. No. Este tipo de películas que están basadas en la vida de alguien, es más, basada en el autodescubrimiento de alguien tras una destrucción de su ser… son muy difíciles para mí. Es como si estuviera juzgando a la persona, a lo que ha hecho con su vida y lo que hace para arreglarla, por eso en estas películas es mejor contemplar y dejarse llevar.
Conmigo han tenido suerte, me ha llegado de cierta forma, no es que se asemeje a nada con lo que yo haya vivido, ni mucho menos, pero sí que puedes llegar a ponerte en la situación de Cheryl – Reese Witherspoon en algún que otro flashback o reflexión.
Jean-Marc Vallée ha vuelto a tomar la vida de una persona, significante o no y la ha trasformado en algo que merece la pena ver. Puede que no sea fotográficamente una película a la que alabar, ni mucho menos, recordemos “Hacía rutas salvajes” (2007), ni tampoco creo que musicalmente da la talla, pero a la hora de la dirección, el compromiso de la actriz y la emotividad que desprende sí que merece la pena ver.
En resumidas cuentas, creo que mi nota se quedará en un 7, es probable que si la veo dentro de un par de meses o en un año la nota baje considerablemente o se quede como está. Las películas, cuando te gustan o disgustan, dependen de muchos factores, no es un sí o no, es una respuesta con matices. Yo he dado los míos, o al menos eso creo.
Crítica: María José Díaz-Maroto
