Todos los que somos unos viajeros empedernidos, dedicamos mucho tiempo a preparar ciertos viajes. Buscamos por guías y páginas web los lugares más hermosos que visitar cuando estemos en el lugar de destino. Algunos tenemos nuestros métodos para documentarnos o para elegir el próximo sitio al que viajaremos.
Personalmente me gusta mirar un mapamundi. Todavía sigo queriendo visitar toda Europa, así que lo que hago es ir tachando países visitados y ver los que quedan sin tachar que estén cerca de los ya visitados. No sé si me explico. Son manías de viajeros, que nos gusta cultivar incluso si no tenemos ningún viaje en mente.
Otra cosa sobre la que reflexionamos bastante es el tema de las guías. Cierto es que ahora mismo con la tecnología actual hay quien decide buscar por internet alguna guía y llevárselas en la tablet o el móvil. Bueno, para gustos colores, o para gustos guías, en este caso. Pero sin ninguna duda para planear y para consultar detalladamente in situ, el papel es el rey. Y aquí entramos en un universo cuasi-infinito. Hay tanta variedad de guías de viajes que si vamos sin información a comprar una guía, nos volveremos locos.
Imaginaros que queréis ir a Londres cuatro días por ejemplo. No queremos ir cargados con guía, plano, etc, sino tener todo en un solo sitio, todavía no hemos decidido qué visitar ni dónde comer y dormir, y somos de los que queremos conocer algo de su historia, visitar lugares y saber ubicarlos en el tiempo, no solamente ir a un sitio, hacer la foto y volvernos. Es decir, queremos sacar el máximo partido a ese fin de semana largo en un nublado Londres. Veremos que hay muchas editoriales que nos ofrecen guías. 
Pero después de haber consultado decenas de ellas, he llegado a la conclusión de que la mayoría no son completas, otras están obsoletas (ojo con esto, hay editoriales que editan una guía y ni la revisan, por lo que incluso podemos encontrarnos lugares que ya están cerrados al público, o que han cambiado sus horarios, haciendo que esto nos trastoque los planes al llegar), son frías, sin imágenes y casi en un blanco y negro enfermizo… Pero en El País Aguilar tenemos para todos los gustos.
De Londres por ejemplo tienen varias guías. Más grandes, más pequeñas, compactas, con mapa aparte… Pero con el ejemplo que hemos puesto antes, yo sin dudarlo me quedaría con la Guía Visual de Londres. Tiene de todo para poder disfrutar de nuestra estancia, pero también hacernos disfrutar del antes e incluso del después del viaje. Tenemos una introducción histórica de la ciudad de Londres. La estructura es sencilla y útil, divido por zonas (que se distinguen por colores), tiene información que nos servirá para situarnos mejor en la ciudad, podremos elegir un buen hotel y saber dónde ir a comer esos días, incluso hay un callejero al final de la guía y un plano del metro, algo que es primordial que tengamos antes de llegar para hacer los itinerarios de manera correcta. 
Podremos ver con todo detalle Westminster Abbey, el British Museum o Buckingham Palace.
Y para hacer la pareja, hablaremos de la Guía Visual de París. Porque la visita a la ciudad del amor también se puede planear. Y con esta guía podremos decidir qué lugares especiales de Montmartre visitar, o qué itinerario seguir para conocer mejor el Quartier Latin, qué obras son las más importantes que tenemos que ver en el Musée d’Orsay, y por si queremos salir a visitar algo cercano fuera de la ciudad, podemos echar un vistazo al Palacio de Versailles con todo detalle. Más de 1.200 fotografías harán las delicias de todo el que quiera visitar París, tanto un fin de semana como un mes entero.
Dos guías que yo siempre consulto y me llevo de viaje cada vez que voy a una de esas dos ciudades. Y no son pocas veces las que voy, pero aún así, cada vez me parecen más útiles. ¡Seguiremos recomendando guías de viaje muy pronto! Si tenéis alguna petición especial o cualquier duda, ya sabéis que estamos disponibles en viajes@pandora-magazine.com
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