Nuevas teorías sobre el barco hundido más famoso de la historia: El Titanic

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Unos investigadores de la Universidad de Texas State aseguran la sorprendente afirmación de que la luna y el sol fueron los causantes de este desastroso desenlace. Explican que el portentoso trozo de hielo que hundió al transatlántico provenía de Groenlandia, hasta aquí nada nuevo pero su aparición en aquella fría noche del 14 de abril de 1912, que por cierto, en unos días será su centenario, fue debido a que el astro rey y la tierra estaban en perihelion, la distancia más cercana entre ellos de todo el año y, por otra parte, nuestro satélite se encontraba en el mayor acercamiento a la tierra en más de 1.400 años.

Esta configuración maximizó la fuerza de las olas en los océanos e hizo que los icebergs que siempre se atoran en las costas del noroeste del Atlántico volvieran a flotar, habiéndose avistado unos 300, el mayor número en 50 años. El capitán del Titanic, Edward Smith, después de su trayectoria de toda una vida navegando por el Atlántico norte, y cegado por su larga experiencia, no redujo la velocidad a pesar de las advertencias de varios cables enviados, de que grandes bloques de hielo iban a la deriva hacia su nave. Con la presunción de que “ni Dios lo hunde” y ante el embrujo de la luna más grande jamás vista, 1.500 personas de la alta burguesía perdieron la vida en aquella estrellada noche de aguas tranquilas.

Y ahora me pregunto después de este análisis: ¿Fue la luna la culpable?

Fuente: CNN México (EFE)

Redactora: Dorina Clark