Prosiguiendo con su política de recortes, el gobierno de Antonis Samaras ha decidido el cierre por decreto de la Radiotelevisión pública de Grecia, para proceder a su reestructuración total, quedando ahora mismo en la calle casi 3.000 trabajadores, convirtiéndose en el primer país europeo sin organismo de Radiotelevisión pública.
El día 11 de junio se anunciaba el cierre de este organismo, según portavoces del gobierno “por mala gestión y opacidad”. Sin embargo, la creencia popular es que el cierre es debido a uno de los compromisos adquiridos por el país durante su rescate, la reducción de 2.000 puestos públicos antes de final de junio.
A medianoche del día 11 de junio, la emisión de la televisión pública griega paso a un fundido en negro. Sin embargo, los propios trabajadores de la entidad han tomado el control de los programas y siguen emitiendo a través de Internet y de satélite. También se han concentrado alrededor del edificio, mostrando su protesta por la decisión tomada de forma fulminante por el gobierno.
Sin embargo, no todos los miembros del gabinete están de acuerdo con la decisión tomada por el primer ministro Samaras. El partido Pasok afirma “que la reforma de la entidad no puede realizarse con su cierre y el despido de todo el personal”, al tiempo que desde el partido Dimar se indica “que es impensable el cierre de una Radiotelevisión pública europea”.
Aún así, el proceso ha seguido adelante, por lo que los sindicatos han convocado una jornada de huelga de 24 horas coincidiendo con la visita de la llamada troika al país heleno.
Asimismo, los órganos de gestión del resto de televisiones griegas acordaron una huelga de seis horas en sus emisiones, no emitiendo ni siquiera noticiarios, en solidaridad con sus compañeros.
Redacción: Olga Maria López Lozano
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