Tossa de Mar, 21-26 de marzo.
Cansados y buenos días:
Hay semanas en las que la información internacional se pone estupenda. Lo mismo un tribunal de Luxemburgo determina que la Ley Hipotecaria española vulnera los derechos del consumidor como el Eurogrupo, troika, o lo que sea, recomienda a Chipre gravar los depósitos bancarios para evitar la fuga y el lavado de capitales. Me imagino a un pequeño ahorrador chipriota evadiendo o lavando capitales y me parece vislumbrar algo del finísimo sentido del humor de la troika.
Pero en primer lugar pasemos a comentar la sentencia de Luxemburgo, que permite a cualquier juez español paralizar un desahucio si advierte cláusulas abusivas en la hipoteca ¿ Hay alguna que no lo sea? Lo que aún no ha dicho nadie o yo no lo he escuchado es que el problema de las hipotecas en España viene a partir de que cuando comprabas un piso comprabas también una hipoteca. El Banco o Caja de Ahorros era a menudo parte del proyecto y ya había constituido una hipoteca con el promotor, que el cliente no tenía más remedio que subrogar. Es decir, la compraba con el piso. Claro que podía ir a otro sitio a contratarla, pero en el otro banco le aseguraban que no podían mejorarle las condiciones ¿ Por qué? Para no pisarse mutuamente el negocio, supongo. La entidad ganaba así un inmueble y nuevos clientes que ingresaban en ella sus nóminas y eran obligados a contratar seguros de vida. Es algo parecido, se me ocurre, a que, al venderte un coche, te obligaran a echar gasolina siempre en la misma gasolinera.
Nadie dijo nada. Ni las asociaciones de consumidores. O por lo menos yo no lo escuché en el ruido de la época. ¿ Por qué? Porque el consumidor en ese momento también era parte del negocio: podía revender su piso y su hipoteca en un año y obtener un beneficio que, recién obtenido, se empleaba en comprar otro piso y otra hipoteca.
Aquel día inolvidable en el que mi mujer y yo perdimos la virginidad hipotecaria, recuerdo los highlights, que dicen ahora en la tele: el comentario de pasada sobre la cláusula suelo, que carecía de importancia porque el Euribor nunca bajaría tanto y la respuesta, ante mi candorosa pregunta de si no temían que llegase el día en el que la gente no pudiese pagar las hipotecas, de que tranquilo, que eso nunca dejarían que pasara. Un visionario. Tal vez por eso su Caja de Ahorros ya no existe y él vete a saber dónde para.
Ya que estamos con la famosa cláusula suelo, mencionar que un juzgado de Bilbao la declaró abusiva en una hipoteca a principios de mes. También el Supremo se ha pronunciado sobre ella. Aunque aún no se conoce la totalidad de la sentencia, al parecer no se aplicará la retroactividad y será el cliente el que deberá demostrar que no fue correctamente informado, lo que impide las demandas colectivas y en ningún caso se devolverá el dinero ya pagado. En resumen: tenéis razón, niños, pero no veréis ni un duro.
Son, claro, sentencias que llegan tarde, pero que por lo menos llegan. Se han dejado pasar años de malas prácticas e incluso no hace mucho, en el Congreso, un experto de la Banca vino a decir que la Ley Hipotecaria española no era tan mala.
La misma Unión Europa que nos dio esta buena noticia nos ha dado el susto de Chipre. Lo de Chipre, sospecho –sospecho porque no lo sé, no soy un sabio ni un experto en política internacional- que es un embrollo porque se intenta solucionar un problema distinto del que se nos dice. La mayor parte de los conflictos que no se resuelven se basan en eso: una de las dos partes, o ambas, tiene objetivos distintos a los que dice tener. Al parecer Chipre estaba captando capital ruso, turco, israelí… y eso no ha gustado nada en Frankfurt y se ha utilizado algo de presión al estilo alemán. Con tanta presión, el limón de la UE se le aplastará entre los dedos a Angela. Creo que estamos en riesgo real de salvar el euro a costa de cargarnos la Unión Europea. A mí particularmente me gusta la idea de la Unión Europea. Para los que os sintáis antisistema recordaré unas palabras de Lula DaSilva: “la Unión Europea debería declararse patrimonio de la Humanidad”.
El primer ministro de Chipre, un cachondo, para no ahuyentar a sus clientes pudientes, pretendió imponer una tasa a todos los depósitos. Y se armó el lío. Al final, ha quedado con una quita del cincuenta por ciento sobre los depósitos de más de cien mil euros –que, por cierto, tampoco están garantizados en España. El mismo día que se llegó al acuerdo, un amigo de Putin se ahorcó en Londres. ¿ Casualidad?
Debo disculparme por retrasarme con esta carta. He estado enfermo. Siendo mi profesión la que es puede que os suene extraño. Por fortuna, los médicos enfermamos ¿ Qué clase de monstruos seríamos si no? Nos sería muy difícil comprender el dolor ajeno. Estoy leyendo a Christopher Isherwood, sus Historias de Berlín. En 1998 me parecían un documento histórico; hoy me parecen una aterradora novela del futuro. Cuidaos mucho.
Con mis mejores deseos
Redacción: Jerónimo Fernández Duarte
Deja una respuesta