Saurom en Madrid

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El pasado sábado 8 de junio me desplacé a Madrid para asistir a uno de los conciertos de la gira «Vida» de la banda andaluza Saurom, que durante casi 3 horas hicieron saltar, gritar y cantar al entregado público que había acudido a la Sala Caracol. He de decir que la cita musical atrajo a un gran número de seguidores, que consiguieron que la sala estuviera prácticamente llena.

A las nueve y cuarto las primeras notas comenzaron a sonar, el potente «Nostradamus» resonó en la sala, demostrando que en esta nueva gira Santi Carrasco, teclista de la banda, se ha unido al grupo, hasta ahora monopolizado por Narci Lara, de los polifacéticos de Saurom. Así la canción se completaba con el sonido del tin-whistle bajo las manos de Santi. La energía y la fuerza continuó con la que ha sido la canción emblema de su anterior trabajo («Maryam»), «Irae Dei», una canción coreada por todo el público, que incluso se atrevió con los coros en latín.

Tras «El Laberinto de los Secretos» Saurom deleitó a su público con un tema de su último trabajo discográfico. «La Leyenda de Gambrinus» fue solo el comienzo de una noche mágica en la que se alternaron los temas de su último trabajo con algunos de sus clásicos. Fue precisamente en este tema cuando Narci hizo su primer cambio de instrumentos, dejando la guitarra para pasar a tocar la flauta travesera, algo que continuó en «La Ley de las Hadas», un tema procedente del primer trabajo discográfico de la banda («El Guardián de las Melodías Perdidas»).

Canción tras canción la fiesta iba aumentando, con cada nota y cada palabra el público estaba cada vez más entregado, disfrutando, no solo de la calidad musical de la banda en directo, sino también de la energía que derrochan en el escenario y que son capaces de contagiar a sus seguidores.

«Mendigo» es uno de los temas que nunca faltan en un concierto de Saurom, en él Miguel A. Franco una vez más nos deleitó con sus dotes vocales. Las notas y los temas se iban sucediendo, y la banda estaba cada vez más animada sobre el escenario, destacando especialmente al siempre inquieto José Gallardo, y a Santi que abandonó las teclas para acercarse y animar al público.

Mientras Narci se preparaba con otro de sus instrumentos, ahora era el turno de la gaita, Miguel aprovechó para anunciar el concierto que harán el próximo mes de julio en Italia; acto seguido, las notas dadas por la gaita nos llevaron hasta la inconfundible «Batalla con los Cueros de Vino», que versa sobre uno de los capítulos más emblemáticos del «El Quijote».

Una nueva pausa precedió al siguiente tema, «Dioses Eternos» en el que el público disfrutó cantando al «dios rojo», encarnado en el grupo Barón Rojo, mientras observaban a Narci tocando tanto la travesera como la guitarra.

Tras estos primeros temas el ambiente era cada vez más festivo. Llegaba así uno de los momentos más especiales de la noche. Miguel tomó la palabra para llamar al escenario a Alba Rico, la ganadora de un concurso de canto que había organizado la banda, para cantar juntos «la Noche de Halloween». Una guitarra y la voz de Miguel empezó a sonar en una grabación, para dar paso a una canción muy fiestera en la que vimos a Narci con otro de sus instrumentos, esta vez, un low-whistle. He de decir que, a pesar de los nervios de Alba, se notó que disfrutó de la actuación, arropada por la banda quienes demostraron con este detalle su cercanía con los fans.

Las canciones fiesteras continuaron con «La Posada del Poney Pisador» y «Saltimbanqui», en la que Narci tocó el violín, de sus segundo y primer trabajo discográfico respectivamente, con un público cada vez más entregado que no paraba de saltar y cantar.

Una vez más, Miguel tomó la palabra, ahora para presentar el tema que da nombre a su último disco «Vida» en el que pudimos disfrutar de un solo de guitarra a manos de Raúl Rueda. La actuación continuó con otro tema del mismo álbum, «El Hada y la Luna», y por el potente «Aquel Paseo sin Retorno», de su álbum «Maryam».

«Wallada la Omeya» fue el siguiente tema que interpretaron, y que dedicaron a todas las mujeres. Tras él, otro de los momentos especiales de la noche, sobre todo para los fans más veteranos. Una intro grabada hablando de trolls y hadas comenzó a sonar, siendo seguida por las primeras notas de «Regreso a las Tierras Medias», un tema cantado por Narci, quién fue el primer vocalista de la banda. Algunas bromas entre Narci y Miguel sobre quién debía seguir cantando precedieron a un momento muy emotivo, en el que la banda dedicó el tema «La Poetisa» a su fan e inspiradora Alba Izquierdo.

Dos temas del nuevo álbum se siguieron, así el público pudo disfrutar de «Íntimos Recuerdos» y «Mírame», antes de pasar a un ambiente oscuro que nos transportaba al «Monte de las Ánimas» de Bécquer, un tema muy potente que fue seguido del «Romance de la luna, luna» mucho más tranquilo que el anterior.

Las bromas con el público aumentaron, ya que la audiencia no paraba de pedir que se contara un chiste, algo que la banda intento evadir. La comodidad de la banda con el público, y viceversa, era ya más que patente. Toda la banda, a excepción del gran baterista Antonio Ruiz, no paraba quieta en el escenario. De nuevo, la banda tomó la palabra para dedicar la próxima canción, «Cambia el Mundo», a todas aquellas personas que ponen su granito de arena en cambiar el mundo a mejor. Este es, precisamente, el tema con el que pudimos disfrutar de una mayor diversidad instrumental, teniendo a Narci ocupado con la gaita y la travesera y a Santi con el tin-whistle y el clarinete.

Las ovaciones y gritos de ánimo a la banda dieron paso a las primeras notas de la travesera, que nos llevaron al mundo de Tolkien con el tema «Acertijos en las Tinieblas», que fue seguido de «Ángeles», otro tema del su último trabajo.

Una nueva pausa fue impuesta por los gritos de los fans, entre los que destacaba el de «Santi puto amo», después de que el teclista de la banda tomara la palabra, fue el turno de corear a José, quien empezó a bromear diciendo que, si contaba el ansiado chiste, el resto de la banda no pararía de recordárselo en el camino de vuelta a casa. La pausa no fue desaprovechada por Raúl y Antonio, quienes enseguida se pusieron a improvisar acompañando las palabras de sus compañeros.

El cierre de la noche estaba próximo, y en él no podían faltar algunos de los temas más emblemáticos de la banda como «La Musa y el Espíritu», «El Arquero del Rey» y «Dracum Nocte». Especial mención merece «Historias del Juglar», canción de cierre por excelencia en la banda y en la que pudimos ver a un Santi muy animado.

El concierto parecía terminar aquí, pero los tradicionales bises no se hicieron espera, entre gritos de «otra» la banda salió de nuevo al escenario, aunque antes de volver a sus instrumentos Miguel anunció que se había estado grabando el concierto, para obtener material para el futuro DVD que editarán.

El público y la banda se volvieron locos con las dos últimas canciones, «Fiesta» y «La Taberna», saltos, gritos y cánticos daban fin a la noche, aderezada por Raúl que bajó del escenario para tocar rodeado, literalmente, de su público y por José y, de nuevo, Raúl quienes no pudieron resistir la tentación de lanzarse hacia el público, que de buena gana los cogió.

Terminaba así una velada única, mágica y especial, en la que estos seis andaluces consiguieron que más de uno acabara sin voz. Desde Pandora Magazine me despido, con un buen sabor de boca por haber podido asistir a esta actuación, en la que todos y cada uno de los miembros estuvieron más que entregados: Narci y sus mil instrumentos, el animado Santi, el inquieto José con sus saltos, la potente voz de Miguel, la energía de Antonio a la batería (siempre en las sombras) y el dinamismo de Raúl nos regalaron 3 horas en las que solo importaban dos cosas: su música y disfrutar del momento.

 

Crónica y Fotos: Sonsoles Feviga

 

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