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Título: Saber cocinar en 10 minutos
Autor: Sergio Fernández y Mariló Montero
Año: 2012
Editorial: Espasa Calpe
Precio: 21,90€
Acaban de pasar las navidades, y como es tradición en muchas familias había que escribir la carta de los Reyes Magos. Este año, mis preferencias estaban muy claras. Apenas tengo tiempo para cocinar, supongo que como os pasará a muchos de vosotros, y si lo tuviera, tampoco sé si sería capaz de permanecer el tiempo suficiente dentro de la cocina para poder preparar algo consumible. Así que, una vez más, la literatura me dio la solución.
Estaba viendo la televisión y vi anunciado el libro «Saber cocinar en 10 minutos» escrito por el cocinero Sergio Fernández. Cuando lo oí, tuve la sensación de que el mundo se detenía por un instante y el universo me mandaba una señal. Era lo que estaba esperando. Navegué por internet para investigar cómo era el libro.
En otras ocasiones, en los libros que he leído sobre cocina, incluso de renombrados cocineros televisivos, las recetas eran complicadas de elaborar, con ingredientes difíciles de encontrar, o incluso, ni siquiera podías decir que estabas «cocinando» porque simplemente sacabas los alimentos de las latas y los colocabas en el plato.
Ésta vez, parecía que eran recetas sencillas, sanas, y lo que es más importante rápidas. Todas las recetas se cocinan en menos de diez minutos, y con ingredientes que puedes encontrar en cualquier supermercado.
Lo primero que me impresionó fue que en dos meses se habían comercializado cuatro ediciones. Lo que parecía demostrar que existían más compañeros con mis mismas inquietudes culinarias.
El prólogo escrito por Mariló Montero, comienza con la frase «Tienes en tus manos la solución a tu problema», y creo que en mi caso tiene razón.
Otro punto a su favor, es que el papel utilizado para el libro, además de ser reciclado, permite que si durante una de tus peripecias alimenticias, algún trocito, se derrama por accidente sobre él, se pueda limpiar fácilmente, quedando de nuevo perfecto.
El libro se estructura en nueve apartados: sopas y cremas, legumbres, ensaladas, pastas y arroces, pescados, huevos, carnes, postres. Al final tiene un pequeño apartado con trucos para mejorar nuestra recién adquirida técnica.
Así que ya tienes una excusa para dejar de ir a casa de tus padres a comer, para tener la nevera llena de tuppers de mamá o para no pedir comida rápida por teléfono, ésa que en cuanto terminas de dar el último bocado, comienzas a tener cargo de conciencia por la cantidad de calorías que has ingerido.
Yo voy a empezar con las endibias al cabrales con miel, ¿Y tú?
Redacción: Aitziber López Marín
