Reseña: Caroline March – Espérame en Nueva York

Una intensa y cinematográfica historia de amor, de desengaños y de segundas oportunidades.

Es un libro que me va a ser difícil reseñar, pues cualquier mínimo desliz puede estropear la experiencia y el disfrute de la historia. Una historia de la que apenas sabía nada, leí la sinopsis muy por encima y sin prestarle mucha atención, algo que en este momento agradezco.

La verdad es que no puedo creer la suerte que he tenido al elegir esta historia, es una verdadera joya, si me la llego a perder no me lo habría perdonado. Y es que pocas veces encuentro historias donde sientas a los protagonistas, y la historia de amor sea eso, AMOR en mayúsculas, del de verdad, de ese que dura para siempre a pesar de todo.

La llamaremos Chica cobarde, ya que es así como decidió llamarla la autora y como la llama Jay cuando la conoce, y de apellido Alvarado. Ella no es feliz con su vida, sufre de depresión y crisis de ansiedad, los medicamentos no la ayudan, se siente muy sola y gris aunque esté rodeada de gente. Tiene un novio, Toño, que trabaja como funcionario de alto nivel y con el que se va a casar. Es de familia acomodada y, a pesar de que ella está convencida de que la van a despedir de su trabajo de contable, en realidad la ascienden con un considerable aumento de sueldo y de responsabilidad. Pero eso la hace feliz, no, no se siente ella misma y siente que representa el papel que todos esperan de ella, pero que nunca es lo bastante buena para cumplir las expectativas de cuantos la rodean. Cuando trata de hablar con su novio y su familia no tienen tiempo para ella y se da cuenta de lo sola e infeliz que es y sin pensárselo mucho se marcha a la aventura a Nueva York.

«—Sí, tú siempre intentabas agradar a los demás, te olvidabas de lo que tú eres para convertirte en la persona que ellos querían que fueras.»

Allí y casi sin buscarlo se mudará a Harlem y comenzará a trabajar como paseadora de perros y en uno de sus paseos conocerá a Jay, un actor con pinta de macarrilla, que cambiara su vida para siempre.

Nuestra chica cobarde nos embarca en un viaje de autodescubrimiento, de miedos y errores, para poder ser quién de verdad quiere ser, la persona que debería haber sido y no la que los demás esperan que sea. Vemos como se adapta a una vida fuera de su zona de confort, y muy distinta a todo lo que ella conocía. Y como deja de huir para abrirse y encontrar el verdadero amor.

Chica cobarde en cada capítulo nos irá contando su historia, alternando la narración con fragmentos escritos en su diario intercalando pasado y presente, hablando de dolor y perdida. La autora te va dando pequeñas pistas sobre lo que está por venir, mientras tu corazón se va haciendo chiquitito, chiquitito con cada capítulo que pasa mientras imaginas lo que pasará. Y aquí a pesar de que pudiera parecer evidente, no lo es, he imaginado infinitas posibilidades para lo que la autora magistralmente nos va insinuando.

«—Niña, hay algo que no has entendido: lo que no se busca se encuentra y lo que se busca te esquiva toda la vida.»

He encontrado personajes tan humanos, intensos, tan reales, que he reído y sufrido con ellos, desde Joseph y sus hormonas adolescentes alteradas, a Malik con su imaginación desbordante, Lulah y Mara que solo viven para proporcionarle a su nieto lo mejor y poder hacer que tenga un futuro el día de mañana, Penny, una prostituta que, a pesar de su dura vida, es feliz y Jay, nuestro chico misterioso, actor y cantante, con su mirada triste y cargada de dolor que hace querer abrazarlo y no soltarlo jamás, pero a la vez un chico fuerte y decidido que tiene muy claro desde el minuto uno que Chica cobarde es la mujer de su vida y que él la ayudará a dejar de ser cobarde para comenzar a ser una chica valiente.

«Y aquella primera noche comprendí que por fin la chica cobarde se había convertido en una chica valiente. Comprendí que a veces, cuando no tienes nada, lo tienes todo.»

Una historia que habla de encontrarse a sí misma, de superar los miedos y aferrarse al amor y disfrutar del momento, de caerse, pero también de aprender a levantarse y seguir adelante.

Es uno de esos libros de los que no te puedes desprender y no quieres que terminen nunca pues sabes que los que vengan después no podrán jamás estar a su altura. Me ha dejado sin palabras, tanta emoción, tanto sentimiento… Una maravilla, de lectura obligada para todas las amantes de la literatura romántica.