«No había nada que me gustara más que meterme en mi cuarto a leer y olvidarme del mundo que me rodeaba». Entrevistamos a Elia Barceló, autora de la trilogía «Ánima Mundi»

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Hace poco tiempo os hemos estado hablando de la trilogía que está siendo todo un éxito, Ánima Mundi. Primero vino «Hijos del Clan Rojo«, y hace poco teníamos la segunda parte, «Hijos de Atlantis«. Estamos ya deseando poder leer la tercera parte, y mientras tanto hemos querido hablar con su autora, Elia Barceló, para que nos cuente un poco más sobre ella, sobre su trilogía y hemos intentado que nos adelante algo hasta que tengamos en nuestras manos ese tan esperado desenlace…

 

Pandora Magazine: Todos los jóvenes cuando leen un buen libro como los que escribes, sienten las ganas de sentarse a escribir sus propias historias, preguntándose cómo surgió en su autora favorita esta afición, ¿Cómo surgió tanto la afición a la lectura como la necesidad de plasmar tus propias historias?

Elia Barceló: La afición a la lectura fue algo natural: yo nací en una familia de grandes lectores y vivía en una casa con muchos libros. Mi madre me enseñó a leer a los cuatro años para que no me aburriera y nunca le estaré bastante agradecida, porque no me he aburrido jamás. Mi padre me regaló a los once años mi primer libro sin dibujos: Viaje al centro de la Tierra, de Julio Verne. Entre los dos hicieron que la lectura se convirtiera en lo más importante de mi vida, descontando el amor de mi familia, claro.

Lo de escribir surgió de la manera más normal: yo ya era una gran lectora; no había nada que me gustara más que meterme en mi cuarto a leer y olvidarme del mundo que me rodeaba. También me gustaba que me contaran historias de tiempos pasados, o inventadas, y me encantaba ir al cine. O sea, que me pasaba todo el tiempo que podía rodeada de historias y, lógicamente, antes o después, empecé a cambiar finales que no me habían parecido bien en las novelas que leía, o a añadir diálogos o escenas que me habría gustado leer, o a darle más papel a un personaje que me gustaba especialmente.

Y claro, llegó un momento en que empecé a inventar las mías. Al principio sólo en el pensamiento, recreándome en las escenas más intensas o más bonitas, sin pretender siquiera llegar al final; cuando me metía en la cama por las noches y antes de dormirme se me disparaba la imaginación.

Luego, poco a poco, me animé a escribir textos breves, muy breves, de una a dos páginas, que ni siquiera eran cuentos completos sino una especie de visiones que yo llamaba “espejismos”, casi poemas pero en prosa… Más adelante, ya sobre los veinte años escribí un relato, breve pero completo. A ese le siguieron otros que ya me iban pareciendo presentables y que me atreví a enviar a un fanzine (una revista de aficionados) que acababa de empezar; me publicaron varios –gratis, por supuesto-, y en algún momento se me ocurrió una historia más larga. Me asusté un poco porque nunca había escrito nada que tuviera más de diez o doce páginas, le di unas cuantas vueltas, me animé a intentarlo y salió mi primera novela, Sagrada.

 

PM: Vemos que te sientes cómoda en el género fantástico y de misterio, ¿tienes alguna otra preferencia?

EB: Son mis favoritos, efectivamente, pero también me siento muy cómoda en la novela histórica y en la novela negra. Y por supuesto, siempre en las historias de amor, unidas a cualquiera de los otros géneros.

De todas formas, lo que más me gusta realmente es la libertad que experimento cuando mezclo géneros; me gustan las novelas mestizas, la hibridación, el que el lector nunca sepa exactamente adónde lo estoy llevando, pero disfrute conmigo del viaje que le estoy creando a su medida, para que tenga sorpresas por el camino, misterios, preguntas, secretos… de todo.

 

PM: ¿Cómo ves la literatura fantástica en la actualidad? ¿Y en concreto en España? ¿Hay tanta diferencia todavía con respecto al resto de países?

EB: La veo en muy buen momento. Hay una gran producción, no toda de alta calidad, claro, pero hay muchas novelas excelentes y otras que resultan interesantes y están bien escritas. No me parece que haya ninguna diferencia ni en calidad ni en temática con respecto a lo que se produce en otros países, salvo que muchos editores y una cierta cantidad de lectores siguen pensando que si está escrita por un autor o autora anglosajones tiene que ser necesariamente mejor, cosa que es evidentemente estúpida.

Lo que más me alegra es darme cuenta de que el interés y el entusiasmo por la literatura fantástica en cualquiera de sus ramas -fantasy, ciencia ficción, fantástico general, espadas y brujería, terror, etc.- van en aumento, que cada vez hay más público y que ya nadie se avergüenza de que sus gustos vayan por ese camino. Por desgracia aún quedan profesores y padres que piensan que todo lo que no sea realismo puro es basura, como si la calidad literaria pudiera medirse por el tema elegido o por las convenciones del género, pero creo que ya no hay tantos como antes de ese estilo.

 

PM: ¿Crees que es más difícil escribir para un público joven o para uno adulto?

EB: No veo mucha diferencia, la verdad. Hay que inventar una buena historia que apetezca leer, llevada por unos personajes creíbles y con los que el lector se pueda identificar, plantear buenos misterios e intrigas y resolverlos bien, usando una lengua rica, precisa y que tenga buen ritmo. Eso es exactamente igual para jóvenes y para menos jóvenes.

Quizá haya una ligera diferencia en que los jóvenes pueden ser más exigentes y dicen con mucha más claridad lo que piensan sobre una novela, tanto si les ha gustado como si no.

 

PM: Desde la primera parte de Ánima Mundi, tienes enganchados a miles de jóvenes, y no tan jóvenes, lectores, ¿eso crea más tensión y responsabilidad o más entusiasmo en tu trabajo como escritora?

EB: Las dos cosas, pero el entusiasmo gana. Claro que cuando una está escribiendo un texto que al final tendrá 1.500 páginas hay momentos de tensión, incluso nervios, y veces en las que temes no estar a la altura, no ser capaz de sorprender al lector como lo tenías previsto; sabes que hay lectores que te están siguiendo y confían en que les ofrecerás lo que las dos primeras novelas prometían, y lógicamente no quieres defraudarlos. Pero a la vez, el saber que existen esos lectores, que te siguen, que están esperando que salga el siguiente volumen es algo estupendo, que hace mucha ilusión y te da muchísimas ganas de seguir y dar lo mejor de ti misma.

 

PM: Nos presentas una historia muy original y fascinante de clanes, viajes y aventuras, ¿de dónde surge la idea de esta trilogía?

EB: Hace mucho tiempo que empezaron a surgirme ideas en torno a un medallón que se recuperó del naufragio del Titanic. El número cuatro es fundamental en esa joya y yo, desde que la vi y me compré una copia en la exposición del mueseo, supe que ahí dentro había una historia, pero no conseguía apresarla. Luego, como tantas veces, el medallón –llamado Collar Misterio- se convirtió en el aglutinante de muchas otras historias, imágenes, escenas, que me aparecían de golpe, cuando estaba ocupada en otras cosas.

Por daros un ejemplo que yo encuentro muy gracioso: hace años se me ocurrió una escena que a mí misma me dejó perpleja porque no la comprendía ni sabía de dónde había salido ni a qué pertenecía: era una figura extraña, alta, delgadísima, encorvada, cubierta por una capa escarlata, con la capucha echada, lo que no me permitía verle la cara y descubrir quién era. Y esta figura estaba en una habitación con luz de atardecer poniendo cientos de cuchillas de afeitar plantadas sobre la sábana blanca de una cama grande. Yo sabía que lo estaba haciendo para que cuando la persona que ocupaba la habitación se tumbase en la cama se clavara todas aquellas cuchillas, pero no sabía quién era esa persona ni para qué lo estaba haciendo el tipo de la capucha escarlata.

Ahora sé que esa escena pertenece a Hijos del clan rojo. Y no cuento nada más para no estropearle la lectura a los que aún no la conozcan.

 

PM: El personaje de Lena da un toque especial a la trilogía, dando una mayor importancia al papel de la mujer en esta historia, ¿fue intencionado el hecho de que la heroína fuera una mujer?

EB: Sí. Desde el principio. A pesar de que se suele decir que es más práctico tomar a un chico como protagonista porque las chicas o bien se identifican igual con él, o bien se enamoran de él, yo elegí a una chica a propósito porque a mí me habría gustado leer una larga aventura donde la protagonista absoluta es una mujer joven que a lo largo del libro descubre, viaja, cambia, crece, madura.

Las mujeres somos tan capaces como los hombres, en todos los campos y en todos los sentidos. Es triste tener que destacar esto en el siglo XXI, darse cuenta de que aún no hemos conseguido algo tan evidente como que se reconozca que somos seres humanos hembras, complementarias por tanto, de los machos. No somos mejores ni somos peores que los hombres. Somos la mitad de ellos como ellos son la mitad de nosotras. Pero si en pleno siglo XXI aún llama la atención que la protagonista de una trilogía sea una chica es que hay algo que no hemos hecho bien en nuestro desarrollo social.

 

PM: Muchos autores disfrutan escribiendo escenas de unos personajes en concreto más que de otros, ¿es tu caso?

EB: Yo quiero mucho a todos mis personajes, incluso a los que más lejos están de mi propia forma de pensar y actuar. Disfruto muchísimo con todos ellos, aunque no voy a negar que hay algunos que me gustan más que otros, algunos de quienes puedo incluso imaginarme ser amiga; pero también lo paso estupendamente escribiendo escenas “de malos”: cuando alguien tiene que hacer una barbaridad porque es su estilo y es lo que necesita la trama.

 

PM: Además de tener esa tercera parte de Ánima Mundi preparándose, ¿tienes algún otro proyecto en mente en la actualidad?

EB: Sí, claro; yo siempre tengo varias cosas en marcha, o pensadas para cuando termino un proyecto y me quedo libre para el siguiente. Hace ya casi dos años que estoy deseando ponerme a escribir una novela orientada a los adultos del mismo corte que Disfraces terribles o Las largas sombras y estoy deseando tener el tiempo de lanzarme a ella, pero antes también tengo que escribir un relato de terror que me han pedido para una antología y me ronda una juvenil que aún no está del todo definida en mi mente pero que es de amor y fantástica, eso sí lo tengo claro.

 

PM: Dada la más que buena acogida que está teniendo esta saga, ¿Podrá haber algún otro libro de continuación de esta trilogía?

EB: En principio Anima Mundi son tres libros. Bueno, de hecho es prácticamente un solo libro muy, muy gordo en el que se narra lo más actual de la historia de karah sobre la Tierra. Esa parte, desde que se dan cuenta de que han llegado al momento en el que parece posible la existencia de un nexo hasta que intentan abrir la puerta al otro lado, es la que yo estoy narrando en la trilogía. Pero, lógicamente, hay montones de historias más en las que intervienen la mayor parte de los personajes que conocemos de Hijos del clan rojo e Hijos de Atlantis; cosas que sucedieron hace tiempo, secretos, luchas, enemistades, alianzas que pueden ser muy atractivas y que forman parte de otras novelas no escritas.

Por eso no puedo decir que no habrá más porque depende de si el público se enamora de los personajes y quiere saber más de los clanes. Si fuera el caso, podría plantearme contar más cosas.

En todo caso estoy a punto de abrir un blog –Elia Barceló, sin más- donde quiero inaugurar una sección de Anima Mundi que servirá para estar en contacto con los lectores de la trilogía y donde espero subir de vez en cuando escenas sueltas que no aparecen en las novelas; algo así como “bonus tracks”, como material extra para los amantes de karah y haito.

 

PM: Por último, no podemos resistirnos a hacer esta pregunta, ¿Podrías avanzar algo de la tercera parte de la saga a los lectores?

EB: Lo único que puedo avanzar es que haré todo lo posible para satisfacer las expectativas de los lectores que me han seguido hasta aquí, que voy a resolver todos los enigmas y que no dejaré cabos sueltos (al menos eso espero). Ah! Y que la tercera se llamará Hijos de las estrellas.

 

 

Seguiremos la pista de Elia Barceló desde Pandora Magazine, esperando que llegue pronto esa tercera parte. Muchas gracias por concedernos estos momentos para responder a nuestras preguntas y deseamos que el éxito siga aumentando, cosa que no dudamos.

 

Sobre Alberto Julián Ibán Diezhandino