Título: Los amigos
Autora: Kazumi Yumoto
Editorial: Nocturna Ediciones
Colección: Noches Blancas
Traducción: José Pazó Espinosa
ISBN: 978-84-943354-1-9
Páginas: 210
PVP: 14’90€
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Sinopsis: En clase, Yamashita es el gordinflón, Kiyama es tan larguirucho que le llaman «espárrago» y Kawabe, el raro que cada vez que habla de su padre se inventa una profesión distinta. Los tres tienen doce años y una vida normal… hasta que la abuela de Yamashita muere. Entonces experimentan una súbita curiosidad por la muerte: ¿qué pasará después?, ¿qué expresión se le quedará a uno al morir?, ¿existirán los espíritus?
En busca de respuestas, deciden espiar a un anciano que vive cerca del colegio porque han oído comentar a un adulto que morirá pronto. Sólo es cuestión de organizarse para no perderle de vista. Y de que él no se dé cuenta, claro.
Nada más publicarse en Japón, esta cálida y divertida novela se convirtió en un éxito fulminante: se tradujo a 14 idiomas, el director Shinji Somai la llevó al cine, obtuvo el premio JAWC al nuevo talento y en Estados Unidos ganó otros dos premios: el Boston Globe-Horn Book y el Mildred L. Batchelder.
No todas las novelas donde los protagonistas son niños consiguen esa autenticidad capaz de convencer al lector de que, en efecto, los protagonistas son eso, niños. A veces se tiende a madurar demasiado a los niños en la ficción, haciéndoles hacer cosas típicas más bien de un adulto y no de un crío de diez o doce años. En el caso de Los amigos (Nocturna Ediciones), la novela que nos ocupa hoy, su autora Kazumi Yumoto consigue esa credibilidad de la que estoy hablando. Sus protagonistas son tres niños en edad de hacer el gamberro, de pasárselo bien, de preferir estar con los amigos antes que ponerse a estudiar. En resumen, de disfrutar de su infancia.
Pero la novela no trata únicamente de las trastadas y las diversiones a las que se entregan estos tres niños. En ella se mezcla también un mensaje sobre la vida y la muerte con el que el lector se sentirá conmovido. Y es que esta historia comienza, cómo no, con una inocente trastada. Los tres niños, Kiyama, Yamashita y Kawabe, a raíz de la muerte de la abuela de uno de ellos, sienten una terrible curiosidad por la muerte y por ello se plantean las típicas preguntas: ¿Cómo es morirse? ¿Duele? ¿Cómo sabe uno que se está muriendo? ¿Qué se siente al morir? Preguntas que, al fin y al cabo, todos nos hemos planteado infinidad de veces, sobre todo cuando éramos niños.
Así que para encontrar respuestas deciden espiar a un anciano que vive por el barrio y que se dice que morirá pronto. Empiezan a espiar la casa y sus alrededores, cerciorándose de que, efectivamente, el viejo, aunque todavía vivo y con esas pintas de desaliñado, no tiene muy buen aspecto. Observan que pocas veces sale a la calle, y cuando lo hace es únicamente para comprar algo para comer. Pero los planes de los chicos cambian drásticamente cuando un día el viejo se da cuenta de que tres mocosos le siguen y le espían a todas horas. Y es a partir de entonces que los tres niños y el viejo inician una relación de amistad y de complicidad que se convertirá en algo muy importante y preciado para los cuatro. Por un lado, el viejo recupera su vitalidad y su ánimo por la vida, mientras que los tres chiquillos, encantados de ayudar al viejo en arreglar la casa y el jardín y de estar cerca de él compartiendo felices momentos, inician una etapa de madurez y de crecimiento personal. Ese verano será el más importante de sus vidas, un verano inolvidable que les cambiará su forma de ver la vida y la muerte.
Los amigos es una novela tierna y gamberra que a medida que se va leyendo va sacando sonrisas de complicidad al lector por las ocurrencias y trastadas de los tres niños. Una novela que al fin y al cabo, además de hacerte recordar esos días de la infancia, también te muestra lo importante que es vivir y que la muerte, aunque sea algo triste, también forma parte de la vida. Porque todos hemos sido niños y esta historia nos devuelve de algún modo a la niñez. Una lectura inolvidable que se disfruta de principio a fin.
Sobre la autora
Kazumi Yumoto nació en Tokio en 1959 y en 1992 publicó su primera novela, Los amigos, que cosechó un gran éxito tanto en Japón (donde el director Shinji Somai la llevó al cine en 1994) como en el resto del mundo.
En su discurso de la ceremonia de entrega del Boston Globe-Horn Book, Kazumi Yumoto dijo: «En Japón, los niños tienen problemas para apreciar el valor de la vida porque no se plantean las infinitas posibilidades que ofrece cada vida. Y por eso la imaginación es tan importante: la ficción nutre la imaginación y da al lector una idea clara de las diversas posibilidades de la vida. Ese es el poder más grande de la ficción».
Redacción: Mariona Rivas Vives
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