¡Por fin! Ya se han acabado las fiestas. Se acabaron las pesadas digestiones de las comidas navideñas, el beber como cosacos cualquier cosa que tenga alcohol y el tirarse los polvorones a la cabeza con la familia, después de restregarnos por la cara lo hipócritas que somos los unos con los otros.
La verdad es que me alegro porque tanto comer no puede ser bueno. He tomado gambas en las comidas, en las cenas, en la merienda y hasta en el desayuno –sustituir los churros por gambas cocidas para mojar en el chocolate no fue una buena idea- incluso el gato ya me las rechazaba y me pedía pienso seco para variar un poco.
Ahora es cuando viene la parte dura. Si si…esa en la que al levantar la copa para brindar dices “de este año no pasa, y el año que viene voy a….”sustituir los puntos suspensivos por aquello que has prometido cumplir por enésima vez, pero que año tras año fracasas. Son tantas las veces que lo he intentado yo, que al brindar lo que digo es que este año tenga salud para volver a prometer el año que viene lo que había prometido cumplir el año anterior. Y el anterior, y el otro.
Y digo dura porque la gente es muy osada y dice cosas como que para el nuevo año piensa perder definitivamente esos kilitos de más, cuidarse, dejar de fumar, de beber, reducir el consumo de cafeína, de portarse mal, de salir por las noches, de tomar copas con los amigos, de discutir con la pareja, de pedirle rollo a la mujer y enfadarse cuando ella diga no y de no volver a sintonizar en la televisión la cadena Telecinco…en serio ¿para eso quieres vivir otro año más?¡ Qué asco de vida pues!
Para que nuestros objetivos funcionen, hay que plantear pequeños retos y no desfallecer, crear un plan de trabajo y pedir la colaboración de tu pareja para que se puedan cumplir. De esta manera la satisfacción será mayor y ayudará a ir a por el siguiente paso. No vale aquello de “para este verano estaré delgado para lucir body en la playa” cuando te sobran cuarenta y ocho kilos, o “voy a estar más guapa para que los hombres me deseen” cuando ya has cumplido los ochenta y seis. Que si, se puede estar guapa ¡pero de otra manera, mujer!
Para aquellos que no saben cómo empezar o de qué manera realizarlo, Google ha creado una serie de herramientas en su tienda de aplicaciones para ayudarte. De esta manera la compañía de Mountain View aparte de ser un buscador, un navegador y otras decenas de cosas también pasará a ser un cumplidor. Cumplidor de objetivos, claro.
Pero todo esto no podría ser posible si falta lo más esencial de todo: voluntad y firmeza. Para los hombres es muy complicado tener voluntad, sin embargo firmeza no nos falta, sobre todo cuando nos levantamos por la mañana con la tienda de campaña montada entre las piernas. Dicen que es por las ganas de orinar que esta así (¡si, las narices está así por eso!) pero ya tenemos el cincuenta por ciento de lo que necesitamos. El otro cincuenta lo pone la mujer, ya que no hay manera de doblegar su voluntad cuando estamos ahí sábados noche buscándola “vengaaaaa vaaaa que ya tocaaaaa, que ya tocaaaaa…”
Pues con esa combinación perfecta podemos realizar casi cualquier cosa que hayamos planteado como objetivo. Apuntarse a un gimnasio también ayuda, porque por el mero hecho de pagar uno se obliga a ir para no perder el dinero. A mí me fue muy bien, ya que hace dos años me apunté a uno que había cerca de casa y acabé perdiendo quince kilos. Lástima que por unos problemas de rodillas tuve que espaciar las visitas hasta que dejé de ir. No he recuperado los quince kilos que perdí por supuesto, pero tampoco es que tenga el mismo físico que por aquellas fechas
Pero de este no pasa, aunque no vaya al gimnasio pienso comer más fruta, verdura, carne y pescado a la plancha. Y con esa intención os dejo, para que vayáis reflexionando y toméis ejemplo de mi fuerza de voluntad y firmeza. Con dos cojos y ones.
Así que hasta otra, que me voy a pedir unas pizzas y unas cervezas para celebrarlo…
Autor: Miguel Soria López
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