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Título: The Amazing Spider-Man 2: El poder de Electro (The Amazing Spider-Man 2: Rise of Electro)
Director: Marc Webb
Guión: Alex Kurtzman, Roberto Orci, James Vanderbilt, Jeff Pinkner
Reparto: Andrew Garfield, Emma Stone, Jamie Foxx, Dane DeHaan, Paul Giamatti, Sally Field, Embeth Davidtz, Colm Feore, Denis Leary, Marton Csokas, Sarah Gadon, Chris Zylka, Martin Sheen, Chris Cooper, Mark Doherty, Stan Lee
Duración: 152 minutos
Año: 2014
País: EE.UU.
Música: Hans Zimmer, Pharrell Williams, Johnny Marr, Michael Einziger, Dave Stewart
Fotografía: Daniel Mindel
Género: Acción, Fantástico, Aventuras, Superhéroes
Productora: Marvel Enterprises / Columbia Pictures / Sony Pictures
Distribuidora: Sony Pictures Spain
¿A quién prefieres tú?, ¿A Sam Raimi con su rollo colorista o Marc Webb con su influencia Instagram?, ¿A Tobey McGuire o a Andrew Garfield?, ¿A la tía May viejuna de Rosemary Harris o la ajada pero aún luchadora Sally Field?, ¿A la rubia Gwen Stacy o a la pelirroja Mary Jane?, porque si Sam Raimi más o menos mantuvo la estética y los personajes, Webb hace lo mismo y, digámoslo ya, “The Amazing Spider-Man 2: el poder del Electro” es más de lo mismo, vista “The Amazing Spider-Man” vista su secuela.
Spider-Man (Andrew Garfield) cada día se siente más a gusto siendo el héroe de La Gran Manzana. El problema es que su alter ego Peter Parker no es capaz de compatibilizar su labor como héroe con su relación con Gwen Stacy (Emma Stone). La relación pasa por momentos complicados, aunque ambos siguen enamorados. Entonces reaparece en la vida de Peter, Harry Osborn (Dane De Haan), quien acaba de perder a su padre. Peter, aconsejado por Harry intenta priorizar. Ah, por cierto, también aparecen por ahí Max Dillon, alias Electro (Jamie Foxx) y Aleksei Sytsevich (Paul Giamatti).
Que Marc Webb es el director de “(500) días juntos” (2009) se nota constantemente durante todo el metraje de “The Amazing Spider-Man 2: el poder del Electro”, porque presta muchísima más atención a la historia de amor entre Peter y Gwen que a todo lo demás. Pero claro, Sony es quien manda –que para eso ponen la pasta– y Webb tiene que meter a Rhino, a Electro, a Felicia Hardy y a los Osborn.
La película sigue el mismo rollo que el anterior capítulo de la saga, contándonos el oscuro pasado de los papis Parker, que es básicamente lo que le hace diferente de la trilogía de Sam Raimi. Sigue también contando con un Peter Parker menos pardillo y más hipster, sarcástico pero independiente. También tenemos esa Gwen Stacy que de tonta no tiene un pelo y por supuesto tenemos los complejos de pérdida de Peter quien, tras esta película, deberían ser descomunales, ya que hasta su mejor amigo intenta matarle.
El guión de la película está bien estructurado. Todo está perfectamente situado de forma concéntrica y se nota que todo ha estado perfectamente planificado, con la aparición del Rhino al principio y en los últimos minutos, con batallas cada cierto tiempo para animar y con los elementos encajados para que la historia de “(500) días juntos”, perdón, de “The Amazing Spider-Man 2: el poder del Electro” se centre en la historia de amor. Y se nota, porque los elementos que tan sólo sirven para vender muñecos, vamos, todo lo que tiene que ver con Electro y lo de los papis Parker, están mal desarrollados y hasta en algún momento son pueriles.
La personalidad de Max Dillon/Electro es un remedo del Richard Pryor de “Superman III” (1983) o el Jim Carrey de “Batman: Forever” (1995), esto es, personaje ridículo creado para niños, pero que si en las otras dos era interpretado por dos cómicos, aquí lo hace un Jamie Foxx desnortado. Posteriormente, cuando ya se ha transformado en energía pura, se crea unos calzoncillos de goma –imagino que para evitar un Doctor Manhattan– y luego todo un traje de diseño hecho de goma, pero esto sin dar un por qué, con todas las explicaciones que da para otras cosas.
Como decía tampoco la resolución, o al menos aparente resolución, de la trama de los padres Parker es satisfactoria, porque dan mucho bombo en la primera mitad del film, pero luego Peter encuentra un vídeo, hecho en un decorado monumental, que no sirve para nada. ¿Por qué no dejarlo en una caja de seguridad como en las viejas películas de espías?
Como ya he dicho, esto son imposiciones al director, quien se encuentra muchísimo más a gusto contando su historia de amor. Por el lado de la acción se desmarca un tanto de la película anterior y copia el estilo de Raimi, optando por el colorismo y grandilocuencia del director de “Darkman” (1990), pero renunciando a sus puntitos de terror, eso sí. Decían que los productores estaban mucho más contentos con Webb en esta ocasión y no es de extrañar, puesto que ha copiado al director de las tres y muy taquilleras películas del hombre araña.
Y esto da como resultado una extraña hibridación durante la película, dejando patente que Webb puede ser un mercenario fílmico solvente, pero que donde realmente se siente cómodo es haciendo su cine indie, que probablemente sea lo que haga tras quitarse de encima el marrón en que se metió por hacer Spider-Man.
En cuanto a los actores, aunque no vea a Sally Field como la tía May, esta mujer siempre está brillante. Entre Andrew Garfield y Emma Stone hay química y no es para menos. Se nota el buen rollo entre ellos y te crees la historia de amor, pero es que además, a mí me gusta mucho más Garfield como Peter Parker que el pan sin sal que es Tobey Maguire, así que por aquí bien.
En el lado negativo están Dane DeHaan, que parece demasiado afeinado para hacer del perturbado Osborn y no termina de parecer agresivo, por más que en su mirada turbia sabemos que hay algo oculto. Y sobre los otros dos villanos… bueno, tanto Foxx como Giamatti han puesto la mano para cobrar y han olvidado sus clases de interpretación. De nuevo una hibridación no lograda.
Viendo como he dicho esta hibridación al final se puede decir que “The Amazing Spider-Man 2: el poder del Electro” se queda en tierra de nadie. Lo que en un principio tenía mimbres para llegar a algo más que el primer y dubitativo capítulo de Webb, queda reducido por la desgana del director de contar lo que no interesa en un deslucido espectáculo. Aunque se nota más firmeza en director en las partes que le interesan, las que no, aunque bien filmadas, están resueltas de forma increíblemente pobre y hasta pedestre en el guión. Y es que esa hibridación no encaja. Pero eso sí, los muñecos de Rhino y Electro venderán mucho.
Es por esto que si te ha gustado el primer “The amazing Spider-Man” (2012), esta te gustará, no porque sea mejor, sino porque es el mismo rollo. Pero si eres de los que disfrutaste más de la visión de Sam Raimi, esta película te va a aburrir. Además se quita de en medio a J.J. Jameson de un plumazo, sin mostrar el respeto que merece el personaje. Vamos que para mí no pasa del 5 pelado, por mucho que sea más espectacular que la primera.
Crítica: Juan Pablo Pérez-Padial
Hola, la he ido a ver hoy y me ha gustado bastante. Hay una canción, indie, que se escucha cuando Peter está en su habitación y se pone unos auriculares y no la encuentro. Alguna ayuda?
gone gone gone, phillip phillips
Yo también quiero saber el nombre de la canción si ya lo sabes me podrías decir por favor te lo agradecería mucho
Fernando, mil y un gracias por la canción, me la pasé una hora buscándola y digo, no se escucha mucho pero créeme que desde un celular no es muy cómodo hacerlo. infinitas gracias y también a ti, Mara, por haber preguntado 🙂