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Título: Tangernación
Director: José Ramón Da Cruz
Guión: José Ramón Da Cruz
Reparto: Lorenzo Cordero, Javier Mejía, Tomás Pariente, Romina Sánchez Pérez
Duración: 105 minutos apróx.
Año: 2013
País: España
Género: Drama
Productora: Mínimo producciones, Mínimo estudios
El pasado día 7 se estrenó de forma minoritaria en la sala Artistic Metropol la película “Tangernación” y nosotros no quisimos perdernos el estreno. Hablar sobre ella es simple y complicado a la vez; como la propia película.
Su premisa es sencilla: William Burroughs huye tras asesinar a su esposa. Se refugia en Tánger donde Paul Bowles, su esposa y otros amigos y se dedica a escribir “El almuerzo desnudo” entre alcohol, drogas y la luz de Tánger. Su realización no es sencilla en absoluto.
“Tangernación” no es una película al uso. Se encuentra en un punto indeterminado entre el documental, la fantasía, el vídeo-arte y la fascinación por una tierra y unos personajes.
Su realizador, José Ramón Da Cruz, es un director muy personal. Lleva años dedicado al vídeo-arte y a su, me reitero, muy personal forma de ver el cine. Fiel a sí mismo, hace un largometraje que está en las antípodas de la comercialidad, a pesar de que nos cuenta una historia que daría para una de esas epopeyas sobre choques de culturas que tanto gustan al espectador medio. No nos encontramos, pues ni ante “La pasión turca”, ni “El cielo protector” ni de la exitosa “El tiempo entre costuras”. De hecho, a pesar de ser una historia que en teoría podría ir de la mano de la adaptación que de la novela que es el eje de la trama, “El almuerzo desnudo” hizo David Cronenberg en 1991 nos encontramos más cerca del mundo onírico de David Lynch. Alucinaciones, momentos estrambóticos y personajes con mundos interiores muy definidos y perturbados pueblan tanto el mundo de Lynch como en “Tangernación”.
Da Cruz no busca el verismo, puesto que el film está rodado en el Tánger actual, sin enmascaramiento alguno, sino entrar en la fascinación de Burrowghs y los Bowles por esa tierra que les volvió locos (literalmente) y que a su vez, le dieron el impulso que necesitaba su arte. No es ni tan siquiera buscada una interpretación sublime, sino el mostrar ese juego de espejos, constante en toda le película, entre el mundo real y el reflejo deformado de la realidad que viven sus personajes.
“Tangernación” es una película de corte independiente que forma parte de todo un proyecto del que todavía no he visto mas que este film, así que ando cojo, pero aún así ya me parece más que interesante, fascinante. Aunque pueda parecer un largometraje lento, sus imágenes están llenos de una cinética brutal y de una capacidad de composición de cámara (casi siempre con angulares) está estudiada para sacar la mayor emoción. Por un lado la belleza de Tánger y por otro la miseria en la que se abocan sus personajes, en el fondo esclavizados por su mente.
Poner nota a “Tangernación” es una tarea absurda, porque su visionado está condicionado a una subjetividad total. Aquí el análisis es absurdo, ya que tan sólo cabe el ver y vivir la película. Podrá gustar o no, a mí sí, pero hay que verla.
Crítica: Juan Pablo Pérez Padial
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