Dirección: Seth Gordon
Guión: Jerry Eeten y Craig Mazin
Intérpretes: Jason Bateman y Melissa McCarthy
Género: Comedia
Duración: 111 min
Narra la historia de Sandy Patterson, un padre de familia feliz que un día descubre que otra persona se ha apropiado de sus tarjetas de crédito y su identidad y está haciendo locuras y derroches a su costa. Para intentar salvar su vida, decide ir a buscarla y traerla a donde él vive. La ladrona de identidad resulta ser Diana, interpretada por Melissa McCarthy. Durante el viaje se irán haciendo amigos y descubrirán sus parecidos y sus diferencias.
La película mezcla la fórmula de dos personas opuestas obligadas a convivir durante un tiempo y película de carretera en la que van ocurriendo aventuras y locuras hasta llegar al objetivo. No hay sorpresas en el argumento, es muy previsible y los dos personajes son tan extremos que se vuelven planos. Incluso en los momentos en los que el uno va aprendiendo del otro y se van acercando, se ven venir tan desde lejos que no ayudan. La propia película tiene frases del estilo «No somos amigos y jamás seremos amigos» o «Nunca seré como tú» que solo consiguen dar masticadita la trama a la audiencia. También es cierto que una película así no busca salirse del molde, pero permitirse el lujo de dar alguna sorpresa no habría estado mal.
Jason Bateman interpreta al personaje que siempre interpreta: Padre de familia de suburbios con vida feliz y sosa. Alguien consideró que este sería un personaje interesante para papel protagonista. Por otro lado, Melissa McCarthy, que interpreta a la ladrona de identidad, da rienda suelta a su estilo de humor físico y bruto. Considero que el único motivo para querer ver esta película es si se es fan de Melissa McCarthy. La película se centra en ella y le deja espacio libre para hacer lo que ella hace.
En definitiva, una comedia poco graciosa, escrita con molde, sin sorpresa alguna. Lo único a destacar, Melissa McCarthy, que si es de tu estilo de humor, la tendrás a raudales.
Redacción: Alberto Melchor Ruiz Antón
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