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Título: Mighty Aphrodite. Director: Woody Allen. Guión: Woody Allen. Duración: 95 minutos. Año: 1995. País: EE.UU. Género: Comedia romántica. Reparto: Mira Sorvino, Woody Allen, F. Murray Abraham, Helena Bonham Carter, Michael Rapaport, Claire Bloom, Olympia Dukakis, Jack Warden, Peter Weller, James Woods, Dan Moran, David Ogden Stiers, Paul Giamatti. Productora: Miramax. NOTA PANDORA: 7. Todos los públicos.
Woody Allen es un tío muy prolífico. Cada año hace una película y alguna vez ha hecho dos. Evidentemente esto supone muchos altibajos, pero cuando está en racha hace cosas muy recomendables, pero eso sí, fiel a su estilo, lo que no es del gusto de todos. ¿Has visto “Poderosa Afrodita”? ¿Consideras que estaría entre lo mejor de Allen?
Leny (Woody Allen) está casado con Amanda (Helena Bonham Carter). Son una pareja un tanto –muy– Snob, hasta tal punto llega que ella decide adoptar un niño, Max, porque su trabajo le absorbe demasiado como para quedarse embarazada. Él acepta, como todo lo que ella ordena y resulta que el chico es superdotado. Leny, notando distanciamiento con Amanda se pone a buscar a la madre de Max pensando que sería una mujer increíblemente culta, pero cuando finalmente da con ella se encuentra con Linda Ash (Mira Sorvino), una puta y actriz porno cutre, con menos luces que una patera de contrabando. Toda una tragedia digna de ser ser representada… tanto que hasta tiene un coro como en el teatro griego, dirigido por F. Murray Abraham.
Tras la muy publicitada ruptura entre Woody Allen y Mia Farrow, el director neoyorkino vivió una etapa de esplendor que constó de “Misterioso asesinato en Manhattan” (1993), “Balas sobre Broadway” (1994), “Los USA en zona rusa” (1994), “Poderosa Afrodita” (1995), “Todos dicen I love you” (1996) y “Desmontando a Harry” (1997) ya empezando a decaer. ¿Por qué elijo entonces “Poderosa Afrodita”? Pues por una cuestión de nostalgia, ya que fue la primera película de Woody Allen que vi en el cine.
Allen venía de hacer “Balas sobre Broadway”, que había triunfado tras toda la mierda que vivió –y que ahora está volviendo a vivir– con la separación de la Farrow. Había sido nominado como director y guionista y tres de sus actores protagonistas habían sido nominados, llevándose el Oscar Diane Wiest. Tras esta historia de teatro y amantes atolondradas y promiscuas Allen rodó una historia de amantes atolondradas y promiscuas y teatro.
Sinceramente, no se me ocurre a un director, salvo Federico Fellini, que se ponga a hablar de putas con la naturalidad y fascinación con que lo hace Allen. Bueno, con la naturalidad… si tenemos en cuenta que en todo momento hay un coro como si en una tragedia clásica estuviéramos, tampoco es tan natural. Y es que, las cosas como son, es un director terrible, en el que lo que destacan son los guiones y sus actores, pero salvo contadas excepciones, no hay planos realmente dignos de recordar.
Pues eso, el guión es una actualización de los mitos grecorromanos, actualizados con sexo e intercambio de esperma, en el que a pesar de lo que comento, no hay sal gorda en ningún momento y todo se mueve en la fina línea de la sonrisa y alguna carcajada, pero en ningún caso llega a la astracanada. No quiero desvelar nada más allá de la sinopsis, ya de por sí demasiado reveladora, porque hay que dejarse llevar por la película.
Sobre los actores, bueno, Allen siempre tiene una gran cantidad de grandes intérpretes dispuestos a participar en sus películas, aunque sea sólo para decir una frase, no sólo por la reputación que esto significa, sino porque saben que si Allen te da un buen papel, puedes tener una nominación al Oscar. Y si no que se lo digan a Penélope Cruz o a Mira Sorvino, quien ganó el Oscar por la evolución de su personaje y la construcción del mismo, con esa fina y molesta voz nasal, que sin embargo nos acaba seduciendo… más allá de sus piernas y sus tetas. La Sorbino nunca llegaría a la posición en que le dejó el director de “Annie Hall”, porque estaba claro que un excelente guión puede salvar a una dirección mediocre… y a una interpretación también.
Voy a ser sincero. Si no te gusta Woody Allen, no te va a gustar, porque es más de lo mismo: crisis del hombre de gran cultura y poco atractivo y sus relaciones con las mujeres, todo ello con el rollo culpabilidad judía y rematando con el tema de la épica griega que ya había tocado en el mediometraje parte de “Historias de Nueva York” (1988) titulado “Edipo reprimido”. No digo más. Mi nota es un 7, ya que una buena película no es sólo un buen guión.
En cuanto a la recepción general de la película, no tuvo los premios que “Balas sobre Broadway”, pero sí que hizo mucho más dinero. Con un presupuesto de 15 millones recaudó 26 en todo el planeta. No está mal si tenemos en cuenta que el cine de Allen no suele ser un cine de grandes campañas de promoción y sí boca-oreja, así que la cosa no fue mal. A día de hoy “Poderosa Afrodita” hubiera costado sólo 28 millones de dólares, muy en la línea de bajo presupuesto de Allen y habría recaudado 50. Y es una lástima, porque la verdad, es una comedia altamente disfrutable.
Reseña: Juan Pablo Pérez Padial
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