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Sección: Oficial Fantàstic Competició
Título: Hooked Up. Director: Pablo Larcuen. Guión: Pablo Larcuen, Eduard Sola. Reparto: Stephen Ohl, Jonah Ehrenreich, Natascha Wiese. Duración: 79 minutos. Año: 2013. País: España. Fotografía: Daniel Fernández Abelló. Productora: Ombra Films. Montaje: Antonio Gómez-Pan.
Calificación personal: 6/10
“Setentainueve minutos de terror, terror y terror…” Nos prometían en la presentación de esta, no tan rara avis, película del debutante en el largo Pablo Larcuen. Es la primera película rodada íntegramente con iPhone y de ahí todo el revuelo que ha generado. Lástima que al final eso se quede en anécdota porque es lo que es, otra película más del género found footage (material encontrado). Por supuesto que hacer una película y bien hecha, con mucha postproducción seguro pero aún así, rodada únicamente con un móvil es de muchísimo mérito.
El primer acto de la película, aunque autoconsciente, es casi de vergüenza ajena. Nos presentan a dos niñatos yanquis que viajan a Barcelona para, perdón por el vocabulario, follar. Se emborrachan, beben, vomitan y después de asquerosidades y guarrerías varías consiguen pillar cacho en la conocida discoteca Apolo de Barcelona. Los dos protagonistas dan mucha rabia, y por eso, decía lo de autoconsciente, porque nos dan tanta rabia que cuando empieza la juerga del “horror”, quedándose atrapados en casa de una de las chicas con las que han ligado, tenemos muchas, muchísimas ganas de que se los carguen. Pero ahí sí se lo trabaja Larcuen con un arco de transformación de personajes que hace que quizá sí acabemos sintiendo lástima por ellos.
Quizás sí o quizás no, eso dependerá de si entras en la peli o no. Lo del found footage ya no es nada nuevo y menos aún en el caso del terror y en estos último años: «El Proyecto de la Bruja de Blair», (Daniel Myrick, Eduardo Sánchez, 1999), «Diary of the Dead» (George A. Romero, 2007), la saga «REC» (Jaume Balagueró y Paco plaza, 2007, 2009 y 2012) o «Paranormal Activity» (Oren Peli, 2007) son solo una muestra de una larga lista y, a excepción de maravillas como «Chronicle» (Josh Trank, 2012) en las que sí hay una razón para realizarla de este modo, en la mayoría de ocasiones nos cuesta no pensar en eso que Paco Plaza resolvió de manera brillante en su «REC 3: Génesis» –le quita la cámara al que graba la boda cuando la gente se empieza a transformar en zombies diciéndole que por qué coño sigue grabando con lo que está ocurriendo, a partir de ahí la película se transforma en cine clásico– del “¿por qué coño siguen grabando en una situación así?” Aunque aquí más bien sería “¿por qué les dura tantísimo la batería cuando a mí me dura medio día?”
Si consigues obviar todo esto y algunas subtramas muy forzadas puede que llegues a sentir ese terror que nos anunciaban antes de dar inicio a la sesión. Si no, estás tan vendido como estos yanquis en casa de una loca muy retorcida.
Y lo dicho, grandísimo mérito haber creado todo un largo con la cámara de un iPhone.
Redacción: Antonio Garrido
Enviado especial al Festival de Sitges
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