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En 1993 con motivo del vigésimo aniversario del fallecimiento del legendario Bruce Lee se estrenó una película basada en su vida. Ahora que ha hecho 40 años, analizamos esta película y aprovechamos para repasar la vida de Bruce Lee.
«Dragón» es el típico Biopic made in Hollywood. Narra la ascensión de la nada a la cumbre por parte de quien lo tenía todo en su contra, enfrentándose a mil penurias, vamos, lo que se ha contado mil veces, pero todo ello esta vez aderezado con gotas de misticismo oriental.
El impersonal Rob Cohen lo rueda con su falta de carisma habitual, pero añade una serie de guiños a los seguidores del actor de origen Hongkonés, al hacer que las diferentes peleas que se suceden en el film sean tan exageradas como en las películas que protagonizó Lee y en estas retoma las icónicas imágenes de esos films y nos las reconstruye para hacernos cómplices. Así en la primera pelea toma la mítica imagen de “Operación Dragón” (1973) donde se enfrenta descamisado al villano y nos la muestra en la lucha con unos marinos americanos. De esta manera hace que casi nos olvidemos que Jason Scott Lee no tiene ningún parecido con Bruce Lee por medio de la conexión con el subconsciente.
La película se toma multitud de licencias. Para comenzar, Bruce Lee había hecho una gran cantidad de películas antes de los 18 años. Era una estrella emergente obsesionado con la juventud rebelde que veía en películas americanas como “Rebelde sin causa” con James Dean o “Salvaje” con Marlon Brando. Es por ello que se sentía fuertemente atraído por los Estados Unidos y a la vez estaba metido en un número creciente de problemas con pandilleros. Para evitar lo segundo, su padre aprovechó lo primero y le envió a San Francisco, donde nació.
Allí conoció a una serie de entendidos en las artes marciales con los que fue progresando hasta desarrollar su propio estilo marcial. Estudió filosofía gracias a estas amistades y se pagaba las Universidad dando clases de artes marciales. Finalmente decidió montar su propio gimnasio donde entrenaba a gente cada vez más importante. Eran habituales productores y actores como Steve McQueen, James Coburn o Chuck Norris -nunca pensé que pondría estos tres nombres juntos- y fue allí donde conocería a su esposa Linda. También ahí es donde tendría el enfrentamiento con la comunidad china, contraria a descubrir a los occidentales su cultura y que le retarían a tener un combate que finalmente ganaría, lo cual no significó el final de sus enfrentamientos con la comunidad china en EE.UU.
En la película de Cohen todo esto está muy resumido y mezclado aleatoriamente para dar un mayor efecto dramático. Se introducen dos subtramas bastante ridículas para dar pie a unas cuantas escenas de acción. Una de ellas es la de los demonios que le perseguían desde su nacimiento, que llega a su clímax en un final que hubo que volver a rodar en el último minuto para poder añadir una referencia a la muerte de su hijo Brandon.
La otra trama es la de los hermanos que le dejan paralítico en el combate auspiciado por la comunidad china en EEUU, pero Lee, con su alma de superación, volvería a andar y les derrotaría. Esto es una licencia que se tomaron en Hollywood, ya que la lesión de espalda ocurriría mucho más tarde y fue entrenando, pero claro, no quedaba tan espectacular. Por cierto, lo de los hermanos, nada de nada.
Como decía, conoció a gente de Hollywood y le introdujeron en el mundillo.
Aquí estas personalidades están focalizadas en un único personaje interpretado por Robert Wagner -con un bigote de pega que duele ver- que le descubre y posteriormente traiciona.
Esta segunda etapa como actor comenzó con la serie de “Green hornet” (1966/67) donde robaba el protagonismo al protagonista Van Williams a base de posturas y gritos muy espectaculares y que posteriormente se convertirían en la marca de la casa. Esto lo exageró porque, sinceramente, la acción de la serie, muy en la línea de “Batman” (1966/68) era bastante descafeinada. La serie no fue mal, pero el esfuerzo de Lee no fue suficiente, la serie se acabó con su primera temporada. Su éxito como estrella fue moderado y efímero. Tampoco sus apariciones, muy estereotipadas, en «Ironside» (1967/75) o en la entretenida película “Marlowe, detective muy )privado” (1969) ayudaron a levantar su popularidad. Fue entonces cuando sufrió la lesión en la espalda, que según la película de Cohen ocurrió en 1965, cuando nació Brandon.
Era 1970 y su estrella estaba en declive. Su constante pasión por el entrenamiento le llevó a tener una lesión en el cuarto nervio sacral. No quedó paralítico, como insinuaba la película del 93, pero sí que se trató de una lesión muy dolorosa. Se recuperó, aunque le quedaría un dolor de espalda crónico, que hizo que tomara demasiados medicamentos desde entonces. A pesar que los médicos le dijeron que no volvería a luchar su tesón hizo que aquel pronóstico fuera totalmente superado.
En esa época contactaron con él para la serie “Kung-Fu” (1972-75), que hizo popular a David Carradine («Kill Bill»), pero su lesión impidió que llegara a mucho más. En “Dragón” y como argumentaba su esposa, él fue quien tuvo la idea, de la serie, pero esto quedó demostrado que no era así. En Warner Bros. aseguran que «The Fighter», la idea de Lee, surgió paralelamente y quedó finalmente descartada en favor de la conocida serie de Carradine. Al final, como siempre cada uno tiene su versión, pero la que parece cierta es la que he comentado.
En esta época de vacas flacas le ofrecieron hacer “Karate a muerte en Bangkok” (1971). Bruce no apostaba por ella, pero tenía demasiadas facturas pendientes, así que aceptó. Sorprendentemente la película fue un éxito internacional que dio lugar a dos películas más que iban dando progresivamente más y más dinero. Estas fueron “Furia Oriental” y “El furor del dragón”, ambas de (1972) teniendo en cada película cada vez más relevancia en las tareas de producción. De hecho dirigiría “El furor del dragón” e invitaría a un amigo suyo, Chuck Norris, a hacer el mítico enfrentamiento final en el coliseo, para darle un toque más internacional.
Este éxito hizo que Lee quisiera hacer la película de artes marciales definitiva: “Juego con la muerte”, pero tras semanas de rodaje le llegó una gran oferta de Hollywood. Le ofrecieron rodar en Hong-Kong y con dinero estadounidense una película de gran proyección internacional: “Operación Dragón” (1973). Paró el proyecto de “Juego con la muerte” para rodarlo. Su trama era un poco más elaborada que las anteriores, un agente secreto entra en la guarida de un villano malvado. Era un remake de la saga de 007, pero Lee estaba encantado, ya que era fan. Warner Bros. puso dos rostros occidentales en el reparto por miedo a que el producto con caras únicamente orientales no funcionara y contrató a un rey de la serie B, John Saxon y al afro-americano Jim Kelly, contratando al director Robert Clouse con quien Lee hizo una gran amistad.
Para “Dragón: la vida de Bruce Lee” se sacaron de la manga un enfrentamiento final con los demonios que le acosaban desde su nacimiento. Dado que durante la filmación de la película falleció Brandon Lee, Martha de Laurentiis y Universal pictures se apresuraron a añadir una dedicatoria a Bruce en el film y en este enfrentamiento final una mirada del demonio a Brandon señalándole como sucesor del destino de su padre, pero Bruce le pararía los pies. Tras esto vemos otra icónica imagen de la película “Operación Dragón” y nos comentan el fallecimiento de Bruce.
Antes de hacer una valoración de la película protagonizada por Jason Scott Lee comento unos cuantos datos para cerrar la biografía de Bruce Lee.
“Operación Dragón” tendría un éxito incontestable. Costó la muy baja cantidad de 850.000$ recaudando 25 millones en EE.UU. y 200 millones en todo el mundo. Para hacernos una idea de lo que costaría hoy día, se habría rodado con la irrisoria cantidad para EE.UU. de 3,3 millones de dólares, recaudando en EE.UU. 97 millones y en todo el mundo 777 millones, que es un auténtico dineral, ¡multiplicando por 235 la inversión inicial! Evidentemente hizo que Bruce Lee fuera la superestrella que siempre deseó.
Justo al terminar el rodaje firmó el contrato con George Lazemby, el James Bond que sólo hizo una pelicula, para hacer una serie de películas conjuntas que prometían repetir el éxito de la anterior. Lamentablemente Bruce Lee falleció 6 días antes del estreno en Hong-Kong de “Operación Dragón” y tres semanas antes del estreno estadounidense.
Hay muchas teorías acerca de su fallecimiento, pero lo que se descubrió es que su cerebro estaba extremadamente inflamado quedando comprimido dentro de la caja craneal. Se especula sobre epilepsia, alergia a un medicamento o un aneurisma.
Pero la historia de Bruce Lee no termina aquí, ya que 5 años después los productores de las 3 películas hong-konesas de Lee retomaron el material inédito de “Juego con la muerte”, que rondaba los 50 minutos, y contrataron al director de “Operación Dragón” Robert Clouse para darle forma a una trama descabellada donde se tomarían imágenes del funeral del propio Lee y rodando con dobles y hasta superponiendo fotografías de Lee en algunos fotogramas de ese engendro que quedó. Como curiosidad, Robert Clouse, el director contratado para dar forma a lo que quedó de esta y «Operación Dragón», es el escritor de uno de los libros en los que se basa el film biográfico de Lee, pero su personaje no aparece en la película.
Comentar que David Carradine era un gran admirador de todo lo oriental en general y estaba muy agradecido a Lee por abrir esa puerta del conocimiento oriental en occidente. De hecho rodaría una película basada en un guión escrito por Lee y haría que contrataran a Brandon Lee en la continuación para cine de la famosa serie en 1986. Sería este el comienzo de la fugaz carrera del hijo de Lee.
Aunque de eso hablaremos en otro momento.
En cuanto a “Dragón: la vida de Bruce Lee” comentar que Rob Cohen es un director de actores de acción. Dirigió “Daylight. Pánico en el tunel” (1996), “A todo gas” (2001) y “xXx” (2002) y se puede decir que son sus mejores trabajos. El resto de cosas que ha hecho son realmente aburridas. Es por eso que aquí hay mucha acción innecesaria, tan sólo metida para contentar a los fans de Lee, descuidando la trama que, como todo Biopic, queda excesivamente difuminada en favor de una historia tópica hasta decir basta, pero con pasables escenas de acción.
Las actuaciones son discretas pero efectivas y a nivel de producción, a pesar de ser una película de bajo presupuesto, todo se encuentra magníficamente realizado.
Como película me quedo en un 6. Para los fans de Lee sería un 8.
Título original: Dragon: the Bruce Lee Story
Año: 1993
Duración: 114 minutos.
Director: Rob Cohen
Guión: Rob Cohen, John Raffo y Edward Khamara basado en los libros “Bruce Lee: the begining” de Robert Clouse y “Bruce Lee: the man only I knew” de Linda Lee Cadwell.
Reparto: Jason Scott Lee (Bruce Lee), Lauren Holly (Linda Lee), Robert Wagner (Bill Krieger), Iain M. Parker (Brandon Lee)
Presupuesto: 14 millones de dólares. A día de hoy serían 26 millones. Presupuesto realmente ajustado.
Recaudación: 35 millones en EEUU/ 63 en el total global. 65 y 117 a millones $ de hoy.
Redactado por Juan Pablo Pérez Padial