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Título: Afterparty
Director: Miguel Larraya
Guión: Miguel Larraya, Fernando Sancristóbal Zurita
Reparto: Luis Fernández, Úrsula Corberó, Alicia Sanz, Ana Caldas, Andrea Dueso, Rocío León, Juan Blanco, David Seijo
Duración: 76 minutos
Año: 2013
País: España
Música: Lucas Vidal
Género: Terror
Productora: Telespan 2000 / Telecinco cinema
Distribuidora: Emon
Carlos (Lucho Fernández, ‘Los Protegidos’) es un actor de una serie de Telecinco —cosa lógica ya que ellos producen la película— que tiene un gran número de seguidoras. Además Carlos es bastante juerguista y rompecorazones, tanto que las fans están divididas entre él y su ex-novia. Lo que no imagina es que después de una noche de sexo y alcohol se enfrentará al acoso del villano de la serie que protagoniza… con estas premisas pues puede que te pienses ver la película. Ten cuidado, no todo es lo que parece.
La película en sus 76 minutos es un constante temblor de cámara —imagino que será para causar agobio y terror— que no me ha gustado en absoluto. Lo único que me hacía era marearme de forma espantosa. Ha habido un momento que creía que estaba viendo un reportaje de “Callejeros”. Si dejas de lado eso, la película sigue siendo un quiero y no puedo.
En los primeros 16 minutos de película he contemplado más pechos que en todas las películas que he visto de los últimos 5 ó 6 años —incluyendo las películas de Almodóvar—.
La película carece de tensión. Empieza siendo una mezcla entre “Scream” (1996), “Saw” (2004) y un móvil con cámara —de marca ultraconocida, que eso sí lo enfocaban a las mil maravillas—. Para llegar a rozar “Hole” (2001) y llegar a hacer un homenaje —no en el buen sentido— a “Los Otros” (2001) de Alejandro Amenabar con tanto abrir y cerrar puertas.
El presupuesto además no parece muy elevado, porque sólo he visto dos escenarios, el de Telecinco —para darse publicidad— y la casa de las 1000 puertas. La ‘sangre’ es demasiado artificial, se le nota el truquillo —más de lo habitual—, pero es lo de menos, la actuación nefasta de Rocío León (Lucía) eclipsa todos los sentidos.
Los demás actores, dentro de que dejan mucho que desear, están correctos, defendiendo con mayor o menor acierto su ‘papel’, incluso Lucho Fernández que después de verle haciendo del ‘culebra’ en “Los Protegidos” creía que sus dotes no iban a ir mucho más allá —otro ejemplo nefasto de actuación es la suya en “A3msc” haciendo de macarrilla con moto— pero me ha sorprendido.
Otra cosa que tampoco me ha emocionado, es que los roles de los personajes son muy marcados, están el guaperas, el nerd, la facilona, la pavita, el friki… pero tampoco los han explotado más allá.
Lo que me ha rematado de verdad ha sido la frase: “A nosotras nos invitaron por ‘tuenti’ a la fiesta…” ¿Quién utiliza el ‘tuenti’ con 18/20 años? Ahí acabaron todas mis expectativas hacía la película. Si podría haber sido algo ahí murió. Desconecté y me dejé llevar.
Por último la película —imagino que en un intento de ‘homenaje’— recrea, en esta casa, la escena más famosa de la Saga Scream que protagonizó Drew Barrymore.
Algo positivo que destacar de la película es que si te descuidas y entras en ese mundo—un montón— puede que llegues a sentir algo de tensión o incluso un sobresalto. Hay una caza final patrocinada por la famosa marca de teléfonos —de la que hablé antes— que está decente, con hechos que imaginabas pero no terminabas de esperar.
Yo había pensado en ponerle nota, pero sólo voy a exponer la que le dan en IMDb —www.imdb.com— un lugar de referencia para todos los cinéfilos y fanáticos del cine. En esta gran web le dan un 3,8 y que puedes comprobar aquí.
Por último decir que no la voy a recomendar ni decir que no vayáis al cine a verla, pero si la veis el cartel… mirad hacía otro lado, más que nada por vuestro bolsillo, de lo contrario, quien quiera arriesgarse porque le guste el cine español que luego se queje.
Redacción: María José Díaz-Maroto García
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