A estas alturas del año, y viendo día sí y otro también que la bolsa está bajando a los niveles del año 2003 no hace falta ser un lince –ibérico, que hay que hacer país- para vislumbrar un más que probable rescate europeo. Que la economía está mal lo sabemos todos, que las empresas, han perdido competitividad también, y que los españolitos de a pie vivimos con la sensación de estar viviendo con la espada de Damocles encima de nuestras cabezas.
Pero a pesar de todo esto, hay un sector que viene aguantado contra viento y marea este temporal llamado crisis: la industria del videojuego. Su año más espectacular en ventas de hardware y plataformas de entretenimiento fue el 2007, con un 53% más de consolas vendidas que en el año 2006. Un hito histórico si tenemos en cuenta que estas superaron la venta de videojuegos. Es a partir de 2008 y coincidiendo con el inicio de la crisis, cuando las ventas empiezan a ralentizarse. El año pasado la caída llega a 14,4%. Pero no sólo en España, también en los países de la zona euro sufren pérdidas en porcentajes similares, situando la media en torno al 11%. Se salvan de largo Alemania y Bélgica, con un retroceso de 4,4% y 2,6% respectivamente.
Desde el año 1997 aDeSe –Asociación Española de Distribuidores y Editores de Software de Entretenimiento- es la organización que viene realizando los estudios sobre consumo y perfil de los jugadores españoles. Este 29 de Mayo aDeSe ha presentado un completo anuario de más de cien páginas sobre el año 2011 y presenta datos muy interesantes. Según los datos auditados por la consultora Gfk para aDeSe, los españoles consumimos en torno a 980 millones de euros entre juegos, consolas y periféricos, situándonos el quinto país europeo por detrás de Italia, Francia, Alemania y Reino Unido que prácticamente, nos triplica en gasto.
Por plataformas de juegos, la preferida por encima de todas es la PS3 con un 31% del total de las ventas en consolas. La venta de juegos para PC es apenas testimonial, ya que representa solo un 5,8% del total vendido. El ordenador de sobremesa como centro de ocio esta en claro retroceso. Su mayor hándicap con respecto a las consolas es la constante renovación de los equipos informáticos cada vez que sale al mercado un juego más potente, por lo que al precio del juego hay que sumar el precio del equipo. A esto hay que añadir la facilidad que existe entre la comunidad para encontrar webs que facilitan los enlaces para su descarga ilegal.
Quizás sea este factor más determinante para la caída de ventas en PC: la piratería. Según aDeSe el índice de copias ilegales de videojuegos es de un 62%. No he podido obtener datos sobre la plataforma más copiada, pero viendo los datos de ventas es fácil deducir que los más afectados son nuestros ordenadores de sobremesa. La reciente Ley Sinde ha endurecido la normativa a este respecto, y eso ha permitido que España salga de la lista negra de países con altos índices de piratería que señalaba la Oficina de Representación del Comercio de Estados Unidos (Office of The United States trade Representative, USTR) conocida oficialmente como la Lista 301.
Pero no me extraña que la descarga ilegal esté tan arraigada en España, ya que la política de precios en nuestro país es altamente desproporcionada respecto a otros países de la zona euro. Vamos a dar un sencillo ejemplo, y tomaremos como referencia el juego más vendido del año: Call Of Duty Modern Warfare 3 (PC), una tienda de venta online internacional, GameStop y un país para la comparativa, Reino Unido.
Salario mínimo en España: 641,40 €. Precio en GameStop.es: 50.98 €
Salario mínimo Reino Unido: 1201,96 €. Precio GameStop.co.uk: 15.97 £ (19,73 €)
Los datos están ahí y lamentablemente, nuestro poder adquisitivo es menor, y aunque la presión fiscal británica es algo superior a la nuestra (20%) su SMI es casi el doble que el español.
Ya hemos hablado de plataformas y de juegos, pero nos falta lo principal, que son los jugadores. Muchos tienen en la cabeza la idea del adolescente friki atiborrado de chocolatinas que se pasa la vida delante del ordenador, encerrado en su habitación y sin apenas vida social. El cine y la televisión se han encargado de difundir esta imagen distorsionada, que para nada se asemeja a la realidad. Si, vaaaaaale, en algunos casos es así, pero la realidad es bien distinta. Para corroborarlo, he de volver a mencionar el anuario de aDeSe 2011, que ha realizado un exhaustivo perfil del “gamer” o “jugón” español y como dato revelador muestra que de adolescentes nada de nada.
La edad media de los jugadores ronda los 32 años. De estos el 50% vive en pareja y atención al dato: el 41% son mujeres. Estos no sólo juegan, son personas muy sociales y disfrutan de su tiempo libre, se preocupan por su entorno, les gusta la música y -¡sorpresa!- leer.
Ya sé que pensáis que la gente miente. Por supuesto, sobre todo cuando le preguntan a la salida de un colegio electoral a quién ha votado, a lo que ve por televisión y a la frecuencia de sus relaciones sexuales… pero es que resulta que por casualidades de la vida y a pesar de mis casi cuarenta y cinco años yo soy un jugón empedernido que se tira horas y horas a la semana jugando al citado CoDMW3, y aparte de que sí que me gustan las chocolatinas, estoy bastante cerca del perfil estudiado por aDeSe de la imagen del friki televisivo. A lo mejor mi mujer piensa otra cosa sobre mí cuando me ve gesticulando, gritando e insultando a la pantalla con la mirada desencajada mientras juego, pero como el que está escribiendo soy yo, lo que piense ella no viene al caso aquí ¿verdad?
No imagináis lo que jode que te mate un chiquillo de trece o catorce años una y otra vez con una facilidad exasperante, mientras hacerlo yo cuesta horrores. Y sin encima es una niña… bilis por la boca, oye.
Fuentes consultadas:
Memoria 2011 aDeSe
Redactor: Miguel Soria López
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